Realizan esta práctica 12 centros privados y uno público

Cumple 15 años el primer caso de nacimiento in vitro en México

ANGELES CRUZ

Andrea tiene 15 años. Alfonso Gutiérrez Nájar, el médico que vigiló la gestación de la menor, la recuerda muy bien, igual que todo el esfuerzo y la satisfacción que en ese tiempo significó lograr su nacimiento. La niña fue la primera "bebé de probeta" nacida en México.

Al celebrar el aniversario, el especialista en reproducción asistida aseguró que en el país únicamente existen 12 centros privados y uno público que reúnen los requisitos científicos y de calidad para llevar a cabo esta práctica. Con ello descalificó a las decenas de "clínicas" que sin médicos especialistas y ninguna supervisión, ofrecen supuestas soluciones a las parejas que no pueden tener hijos.

La infertilidad es un problema de salud pública que afecta a 20 por ciento de las parejas mexicanas, para algunas de las cuales la fertilización in vitro es la única alternativa. Sin embargo, la técnica todavía es inaccesible para las personas de escasos recursos, pues su costo en el sector privado varía de cuatro mil a 7 mil dólares, según comentó Gutiérrez Nájar, pionero en la reproducción asistida mexicana.

En el ámbito del sector público, únicamente el Instituto Nacional de Perinatología cuenta con un laboratorio de gametos y con todas las garantías de seguridad para las pacientes, apuntó.

Para conmemorar los 40 años de la creación de la Clínica de Infertilidad y los 17 de Técnicas de Reproducción Asistida en el Hospital Angeles del Pedregal, ayer se inauguró el Tercer Simposium Internacional de Medicina Reproductiva, el cual contó con la participación de Robert Edwards, iniciador a escala mundial de la fertilización in vitro.

Edwards logró en 1978 el nacimiento de Louise Brown después de 20 años de investigación. El científico recordó que al principio "fue muy difícil" porque había escepticismo a su alrededor y dudas sobre el éxito de su proyecto. Sin embargo, al paso del tiempo logró comprobar que su descubrimiento no implicaba ningún riesgo para la salud del ser humano, y por el contrario, se convertía en una esperanza para las parejas que no podían concebir.

La fertilización in vitro consiste básicamente en estimular la producción de óvulos de la paciente, para luego extraerlos y fecundarlos en laboratorio con el apoyo de equipo de alta especialización. El pre embrión que resulta se transfiere al cuerpo de la madre para que ahí se desarrolle normalmente.

Las causas más frecuentes de infertilidad tienen que ver con la ausencia, bloqueo o daño de las trompas de falopio, esterilidad por endometriosis o por cualquier problema en el hombre (factor masculino). El método de tratamiento también se ha utilizado en parejas que son estériles debido a factores inmunológicos, así como a causas no explicadas.

De acuerdo con la literatura internacional, el nivel aceptable de éxito de la reproducción asistida es alrededor de 30 por ciento. Gutiérrez Nájar resaltó que la ausencia de una normatividad favorece la mala práctica médica, principalmente por generar falsas expectativas en los usuarios de los servicios.

El también director general de Reproducción y Genética del Hospital Angeles del Pedregal, señaló la necesidad de que la Secretaría de Salud (Ssa) emita lo más pronto posible la Norma Oficial Mexicana (NOM) que regule esta práctica, mientras en el Congreso de la Unión termina de diseñarse la iniciativa para legalizarla y sancionar a quienes incumplan con la ley.

De acuerdo con el experto se tendría que crear un organismo con atribuciones similares a las que tiene el Centro Nacional de Transfusión Sanguínea (CNTS) para supervisar a los establecimientos, su infraestructura, controles de calidad y mecanismos de protección de los pacientes.

Afirmó que la reproducción asistida necesariamente tiene que realizarse dentro de un hospital, con el fin de contar el soporte técnico necesario, como una planta eléctrica, un área de terapia intensiva y todas las medidas de seguridad y protección para la salud de las pacientes.

Con relación a los hospitales que ofrecen este tipo de garantías, explicó que son avalados por la Red Latinoamericana de Reproducción Asistida, hasta ahora la única instancia de supervisión. Las unidades médicas se distribuyen de la siguiente manera: una en cada una las ciudades de Veracruz, León, Matamoros, San Luis Potosí; y dos en Guadalajara; un número similar en Monterrey; además de los hospitales Angeles del Pedregal e Interlomas en el Distrito Federal.