| México D.F. Jueves 22 de mayo de 2003
CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Paristas: fuerza en entredicho
AL FINAL del día, después de los conflictos viales y la desesperación por las altas temperaturas y los desajustes de carácter que todo ello acarrea, uno termina preguntándose Ƒde verdad será tan fuerte el Sindicato de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal?
ENTONCES ES el momento de hacer cuentas y ver con la lupa de la realidad qué significa este movimiento que amenaza con mantener la provocación hasta el viernes o más allá, todo depende de lo que diga la clientela del señor Medel.
UNO RECUERDA que el sindicato agremia a más de 100 mil trabajadores, que emplea el gobierno de la ciudad, pero que proporcionan servicio a los habitantes de la capital.
PERO CUANDO se observan las imágenes en la televisión o las fotografías en los periódicos sobre los paros y las marchas, la "fuerza de los trabajadores" que presume el señor Medel no llega ni a 10 por ciento del total de sindicalizados.
ESO SIGNIFICA que el 90 por ciento restante está en desacuerdo con su líder o bien no le dan importancia al accionar de la organización. Cualquiera de las dos decisiones tiene el mismo resultado: unos 90 mil sindicalizados, o más, no salen a la calle a acompañar a su líder.
POR LO tanto, los ciudadanos están frente a una organización muy débil, que trata de hacerse notar y de ganar en los medios lo que no tiene posibilidades de lograr mediante la intervención de los organismos creados legalmente para dirimir estos conflictos.
UNA ORGANIZACION absolutamente clientelar que saca a la calle a los empleados, quienes para ver resueltas sus necesidades más ingentes se han encadenado a un sindicato cuyo líder pretende, por ejemplo, que se le adelanten hasta 10 millones de pesos de sus cuotas sindicales para fines que aún no quedan claros.
EL MOMENTO es propicio para alimentar este tipo de situaciones ya que no debemos olvidar que estamos en temporada electoral y el objetivo es dañar la imagen del jefe de Gobierno y, si se puede, hacerlo gastar en fiestas y caprichos aquello que debe servir para aliviar algunos de los problemas de la metrópoli.
EL PRI tiene muy poco que ganar en caso de que la provocación de Medel triunfara. Los votos de los electores seguramente no serán para ese partido, que con las movilizaciones acelera su caída, y Medel, desde la curul de diputado plurinominal -de esos que no hacen campaña y que tiene asegurada porque en la ley de las compensaciones los perdedores tienen un lugar- tampoco podrá escalar más de lo que ya le regalaron.
DE ESA forma, la idea es menoscabar la muy alta aceptación que tiene el gobierno local y abrir caminos para que otros partidos, como el PAN, lleguen sin sobresaltos a los sitios políticos que desean.
NO ES nada sacado de la imaginación, ya que Medel tuvo importantes ofertas de Acción Nacional para convertirse en su candidato. Tampoco es nada nuevo que el PRI le haga el trabajo sucio a los panistas.
POR ESO es que siempre que se habla de marchas es necesario saber de qué marchas o de qué movimientos políticos, hablamos. Porque marchas vemos... líderes no sabemos.
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