Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 16 de abril de 2003
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Correo Ilustrado
 
Por un ex Palacio del Arzobispado laico

Señora directora: Solicitamos publicar la siguiente carta.

A la opinión pública:

Desde finales del año pasado han surgido diferentes versiones de que el gobierno federal cederá la custodia del antiguo Palacio del Arzobispado de la ciudad de México a la Iglesia católica para su uso como museo de arte sacro o ''universidad'' de arte virreinal.

En la actualidad el antiguo Palacio del Arzobispado, inmueble federal, es ya un museo que, desde hace casi diez años, tiene como vocación exhibir una importante colección de arte contemporáneo, además de presentar múltiples expresiones culturales como el teatro, la danza, la música, cursos, conferencias y actividades para niños.

Las versiones publicadas en la prensa, y que el gobierno federal no ha desmentido, hacen suponer que efectivamente se cederá el inmueble del ex Palacio del Arzobispado a la Iglesia católica, ya que las declaraciones sobre el tema provienen de autoridades eclesiásticas.

Sobre lo anterior nos preguntamos si este inmueble ya está dedicado a la promoción de las artes y la cultura, ¿para qué darle un giro a su vocación? ¿Por qué precisamente ceder a la Iglesia católica ese inmueble, icono de la historia liberal de nuestro país, y no otro? ¿Qué fin se persigue teniendo otro museo, si los que ya existen apenas cuentan con presupuesto para subsistir? ¿Esta propuesta corresponde a una política de Estado o simplemente es una coincidencia el que sea, precisamente, el antiguo Palacio del Arzobispado el ''idóneo'' para volver a ser administrado por la Iglesia católica? ¿Qué necesidad existe de un museo de arte sacro cuando la mayor parte de los templos del país ya constituyen instituciones de este tipo?

De ser cierta esta concesión a la Iglesia católica, el gobierno federal estaría negando el pasado histórico de México, ya que desde la segunda mitad del siglo XIX el inmueble del ex Arzobispado pertenece al gobierno federal, aunque en reiteradas ocasiones la Iglesia católica haya tratado de recuperarlo. Resulta importante recordar que el antiguo Palacio Arzobispal de la ciudad de México representa un hito en la separación de los asuntos de la Iglesia y el Estado, a partir de una guerra: la de Reforma.

Por si fuera poco, las versiones además sugieren que la Iglesia desea recuperar todos los palacios arzobispales del interior del país. Por ello solicitamos al C. Presidente de la República, Vicente Fox, que no se cometa este atropello a nuestra historia y a un pasado ideológico que forjó la más ilustre generación de liberales que ha dado nuestro país.

El devenir y la coexistencia de todas las posturas ideológicas han constituido, desde que somos una nación independiente, lo que hoy es México.

Los abajo firmantes, preocupados ante la pérdida de la memoria y la conciencia histórica que tienen los interesados en consumar este acto ilegal y anticonstitucional, contraviniendo la Ley de Nacionalización de Bienes del Clero, promulgada desde 1859, expresamos que:

* Es innecesario volver a poner en la mesa de discusiones lo superado en nuestra historia nacional hace casi 150 años.

* Un hecho de esta naturaleza significa negar el triunfo de la Reforma liberal promovida por Benito Juárez

* Las autoridades correspondientes parecen tomar a la ligera los asuntos de interés nacional, al no manifestarse formalmente al respecto.

Preguntamos además: ¿qué continuará? ¿Qué concesiones se permitirán después a la Iglesia católica? ¿Hacia dónde podría dirigir el Estado sus políticas frente a la Iglesia católica?

Convocamos a toda la sociedad a unirse a la cruzada en defensa de las instituciones liberales y de un Estado mexicano laico.

Atentamente: Guillermo Tovar de Teresa, José Emilio Pacheco, Rosario Robles, Federico Reyes Heroles, Roberto Blancarte, Sergio Aguayo, Héctor Vasconcelos, Elena Poniatowska, Jorge Alberto Manrique, Adolfo Sánchez Vázquez, Carlos Monsiváis, Teresa del Conde, Juliana González, Andrés Lira, Cristina Pacheco, Vicente Leñero, Mercedes de la Garza, Josefina Zoraida Vázquez, Angeles González Gamio, Margo Glantz, Guillermo Samperio, Eugenia Meyer, Angeles Mastretta, Francisco Castro Leñero, José Castro Leñero, Irma Palacios, Helen Escobedo, Roberto Cortázar, Javier Marín, Cristina Khalo, Marta Palau, Carlos Blas Galindo, Ernesto de la Torre Villar, Carmen Boullosa, Elsa Cross, Jaime Soler, Silvestre Villegas Revueltas, Alfredo López Austin, Marta Lamas, Maritza López, Gabriel Macotela, Marcos Rascón, María Izquierdo Pita, Carmen Carrara, Manuel Marrón, Fe María Abad Guzmán, Malú Block, Mahía Biblio Hacha, Lily Kasner, Arturo Rivera, Rafael Segovia, Marissa Boullosa, Efraín Castro, Alberto Ruy Sánchez, Manuel Felguérez, Juan Coronel, Pedro Friedeberg. (Responsables de la publicación, María Elena Medina, Guadalupe Lozada, Maribel Portela y Gustavo Amézaga) y 706 firmas más


Denuncian represión a los participantes en la marcha contra la guerra

Señora directora: El 12 de abril, diversas organizaciones sociales y civiles, que nos manifestamos en la ruta del Zócalo a la embajada de Estados Unidos, con la convicción de que la invasión a Irak está ligada con la guerra que también se vive en México, denunciamos los actos de represión como el que se vivió al final de dicho acto, cuando el cuerpo de granaderos del gobierno del Distrito Federal persiguió y golpeó salvajemente a un centenar de manifestantes, deteniendo arbitrariamente a 27 jóvenes, miembros de diversas organizaciones.

Este no es un asunto menor, pues se suma a las constantes agresiones y represiones a las luchas sociales, que constituyen una política de Estado, además de convertirse en prueba de que la guerra que hacen los poderosos fortalece a todos los autoritarismos y busca cerrar las puertas a la libre expresión y a la lucha política de las organizaciones sociales y civiles.

Cese a la represión

Queremos paz en el mundo, pero con justicia y dignidad

Alejandro Meave, Central Unitaria de Trabajadores -PRP, Ce-Acatl-; Claudia Cruz y Edgard Sánchez Ramírez, Convergencia Socialista-PRT; Convergencia de Organismos Civiles por la Democracia; Elitania Romero Hernández y Fidelmar Munguía, Sección 18 de la CNTE Michoacán; Elizabeth Silva Nogales, familiar de presos políticos; Enrique Cárdenas y Judith Guevara, Frente Popular Francisco Villa; Frente por la Soberanía y los Derechos del Pueblo; Frente Zapatista de Liberación Nacional; Patria Nueva; Gabriel Pérez, Iniciativa Mexicana contra la Guerra; Gabriela Gorjón Salcedo, Red No ALCA Jalisco; Gloria Rico, Serpaj Morelos; Héctor Roldán y Xóchitl Salazar, Comité Civil Ollin Mexica; José Antonio Salas, UNIOS; José Luis Hernández Ayala, Colectivo Socialista; Juan Guillermo Hernández Durán, Partido Popular Socialista; Lucas Alvarez, Frente del Pueblo; Miguel Alvarez, SERAPAZ, ML; Ramón O'Neill, Comité de Amigos de Puerto Rico; Quetzalcóatl G. Fontanot, No en Nuestro Nombre


Precisión a pies de foto

Señora directora: Nuestra ONG ha sido desde siempre usuaria permanente de su periódico, el cual -gracias al profesional trabajo de reporteros(as) y analistas- sobresale por su objetividad y por su compromiso con las mejores causas sociales.

Por eso nos resulta extraño la reciente publicación de dos fotografías ("Lacandones", marzo 14, 2003, página 41 y "Conflicto en los Chimalapas", marzo 20, 2003, página 41), las cuales aparecen fuera de todo contexto y cuyo pie de foto tiene imprecisiones que desinforman a la opinión pública acerca de dos asuntos de gran importancia ecológica y social.

La primera foto ("Lacandones") presenta una imagen de tres niños maya caribes jugando, con un pie de foto que dice: "Niños chiapanecos desplazados de sus comunidades crecen lejos de sus hogares", mensaje sin duda lejos de la verdad, pues los caribes (mal llamados lacandones) no han sido desplazados nunca, sino que precisamente este pueblo indio se ha prestado al juego gubernamental de pretender desalojar violentamente a sus hermanos indígenas tzeltales, choles y tzotziles, asentados en la reserva Montes Azules como desplazados por la guerra de baja intensidad de que han sido víctimas en sus lugares de origen, tal como su periódico ha venido documentado a través de excelentes reportajes de Hermann Bellinghausen y Rosa Rojas, y de las notas del corresponsal Helio Enríquez.

La segunda foto ("Conflicto en los Chimalapas") lleva al pie un texto que dice: "La explotación de madera es una de las principales actividades en el municipio de Matías Romero, Oaxaca, en la zona de los Chimalapas. Esta comunidad tiene un conflicto territorial con Santa María Chimalapa". Sobre ello cabe señalar que Matías Romero es una ciudad y no una comunidad y que el conflicto agrario (uno entre más de 30), entre la comunidad indígena zoque de Santa María Chimalapa y la colonia ganadera Cuauhtémoc, en cuanto a la imagen presentada, ésta no corresponde a la región (hoy no existe ahí ni un solo aserradero en operación) y sí, en cambio, puede dejar en el lector la impresión de que las comunidades Chimalapas están peleando simplemente por el "derecho a talar" y no -como sucede- por reivindicar su histórico territorio. Sinceramente, creemos que presentar imágenes (sociales y escritas) descontextualizadas e inexactas, con fines de "relleno", le hace un flaco favor a la verdad periodística que tanto se requiere en conflictos tan complejos y graves como son los Montes Azules y Chimalapas.

Obed Hernández de León, Maderas del Pueblo del Sureste, AC
 
 
 
 
 


 
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