Gutiérrez Canet revela versión de "altos círculos"

Se ofreció a México tajada de reconstrucción en Irak

Aznar, portavoz del mensaje; apoyar el ataque, la condición

PATRICIA MUÑOZ RIOS

A cambio de que México apoyara a Estados Unidos en su decisión de combatir a Irak, al presidente Vicente Fox se le ofreció que empresas como Cemex participarían en la reconstrucción de aquella nación árabe, de acuerdo con una versión que reveló el ex embajador Agustín Gutiérrez Canet, quien dijo que la política belicista de George W. Bush causa severos daños diplomáticos en el mundo.

Gutiérrez Canet, director del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana, participó en un foro de análisis sobre la situación en Irak, organizado por la Casa Lamm, en el cual advirtió que además de que Irak fue "un campo de tiro para probar la nueva tecnología de Estados Unidos", también fue un ensayo de las guerras por venir, contra Siria, Irán, Corea del Norte, Palestina y Cuba, donde Bush, "engolosinado por la fácil victoria, podría intentar otros cambios de régimen".

En este foro, Javier Elorriaga, miembro del Frente Zapatista de Liberación Nacional, denunció que en la marcha del 12 de abril convocada por ese grupo y organizaciones universitarias e independientes para protestar contra la política de Washington, hubo una burda persecución y "caza" de estudiantes y jóvenes que participaron. Ahí también hablaron Alan Tapia y Héctor Polanco, dos de los golpeados, quienes relataron que miembros de la Policía Federal Preventiva y granaderos tenían todo un plan preparado para perseguirlos y reprimirlos.

Primero en tomar la palabra en esta sesión, Gutiérrez Canet declaró que fueron muy fuertes las presiones para que México apoyara a Estados Unidos. Dijo que fue un orgullo que el gobierno de Vicente Fox, "a pesar de vacilaciones", mantuviera su rechazo a la guerra, sobre todo porque trascendió en círculos diplomáticos que el motivo de la visita del presidente español, José María Aznar, a México, fue proponer que a cambio de su voto se permitiría que empresas del país, como Cemex, participarían de los negocios de reconstrucción en Irak.

Es decir, se le propuso al gobierno mexicano una "tajada" en la reconstrucción, lo que se llevaría a cabo mediante las fábricas de Cemex en España, para disfrazar así las operaciones que en realidad iban a resultar un gran negocio para México, señaló el diplomático. Todo esto "trascendió en los altos círculos", pero será difícil comprobarlo, reconoció.

Criticó, sin embargo, la actitud que ha mantenido el gobierno de México durante su presidencia en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas y sostuvo que si se hiciera una radiografía internacional luego de la intervención de Estados Unidos en Irak, se podría ver que se están causando severos daños a las relaciones diplomáticas mundiales, tanto en la Unión Europea, como en el diálogo trasatlántico, la Organización del Tratado del Atlántico Norte, el mundo árabe, Medio Oriente e incluso los nexos de Washington con sus dos vecinos: México y Canadá.

Protesta el zapatismo por la agresión policiaca a participantes de la marcha

Javier Elorriaga planteó a su vez que en la marcha contra la política belicista de Bush, que se llevó a cabo el pasado sábado, quedó evidenciado que no importa el color del gobierno, porque las acciones de un partido y otro cuando toman el poder son las mismas. Señaló que hubo una "caza" de jóvenes y estudiantes después de que había concluido esta movilización, los cuales fueron "atrapados" cuando ya se había acabado el mitin y se dirigían a sus casas.

Esta no fue, como se quiso señalar, una represión a una marcha violenta, sino una "caza" en la que se atrapó a manifestantes de la marcha que no fue organizada por políticos y gobernantes, ya que directamente se golpeó a jóvenes que estaban cerca de la embajada de Estados Unidos, en la calles de Tíber, por la Diana, cerca del Metro. "Un grupo perfectamente coordinado de policías y granaderos se fue sobre la gente, no le importó que había señoras, jóvenes y niños, y se fue con más saña contra los darquetos, punquetos y los compas del pelo largo", señaló.

Alan Tapia y Héctor Polanco relataron que a ellos y más de 30 personas los golpearon cuando ya se retiraban, a patadas y bastonazos los subieron a camionetas de la policía, donde continuó el castigo, los amenazaron, robaron sus pertenencias y luego de "pasearlos" intimidándolos, a una orden de sus superiores los soltaron con amenazas. No los remitieron a ninguna agencia del Ministerio Público y ningún policía portaba placa. Todo fue armado, denunciaron.

Elorriaga remató el relato: "No vamos a parar, ni con ese pavor que le meten a la juventud van a lograr que nos quedemos en la casa, no les tenemos miedo; si quieren sumar muertos, ni modo, porque estamos construyendo un futuro en el que quepan todos. Ese México en que caben todos y no nos van a frenar ni con garrotazos ni con mentiras".