Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 18 de marzo de 2003
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Mundo
VIENTOS DE GUERRA

Lista la acción unilateral "en nombre de la comunidad internacional" contra la "amenaza" iraquí

Hussein tiene 48 horas para salir de Irak o atacaremos: Bush

Anuncia la Operación Escudo de Libertad ante "la alta probabilidad" de atentado terrorista en EU

Reconoce la Casa Blanca que hay menos aliados de los que desearía para enfrentar esta situación

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington y Nueva York, 17 de marzo. El presidente George W. Bush anunció esta noche que Saddam Hussein tiene 48 horas para abandonar Irak o enfrentará la acción militar de Estados Unidos, mientras que funcionarios de la Organización de Naciones Unidas, periodistas y otros extranjeros comenzaron a salir del país petrolero.

Después de fracasar en ganar el apoyo de la ONU para la guerra contra Irak, Bush proclamó su decisión de preparar un ataque unilateral "en nombre de la comunidad mundial" contra la amenaza que representa el gobierno iraquí.

"Saddam Hussein y sus hijos tienen que dejar Irak en 48 horas. Su negativa a hacerlo conducirá al conflicto militar que iniciaremos en el momento que escojamos", advirtió Bush en un discurso a la nación trasmitido en vivo. La Casa Blanca indicó que espera que el presidente se presente nuevamente ante el país, quizá la noche del miércoles, para anunciar el inicio de la guerra.

El presidente estadunidense también advirtió a sus ciudadanos que prevean ataques terroristas contra Estados Unidos, y funcionarios en la capital expresaron que es "virtualmente cierto" que habrá más atentados contra el país. Así, el gobierno federal elevó el nivel de amenaza, en su código de colores, de amarillo a anaranjado, que marca una "alta" probabilidad de ataque terrorista.

El enfoque central del discurso de Bush esta noche fue el "fracaso" de la ONU y la necesidad de la acción militar contra Irak. "El régimen iraquí ha utilizado la diplomacia como instrumento para ganar tiempo y ventaja. En forma uniforme ha desacatado las resoluciones del Consejo de Seguridad que demandan su pleno desarme", dijo en su discurso de menos de 15 minutos.

Acusó a Francia de falta de "determinación" para enfrentar la "amenaza" presentada por Hussein, y declaró que "el Consejo de Seguridad no ha cumplido con su responsabilidad, y por lo tanto asumiremos la nuestra".

En un explícito desafío al secretario general de la ONU, Kofi Annan, y otros que dicen que Estados Unidos carece de la autoridad legítima para lanzar la acción militar, Bush aseguró: "Estados Unidos tiene la autoridad soberana para emplear la fuerza a fin de asegurar su propia seguridad nacional". Insistió en que las previas resoluciones del Consejo de Seguridad ya otorgaban la autoridad para la acción militar sin necesidad de otra resolución de la ONU.

Justificó su ultimátum por un cambio de régimen como la única vía para el desarme iraquí: "Irak no se desarmará mientras Saddam Hussein mantenga el poder". Y afirmó que esta acción se realiza en nombre de la paz y la seguridad mundiales, al subrayar que "la seguridad del mundo requiere el desarme de Saddam Hussein ahora".

Bush reiteró todas las acusaciones que la Casa Blanca ha hecho contra Hussein, incluyendo que mantiene armas de destrucción masiva, alberga a "terroristas, incluyendo operativos de Al Qaeda", y tiene un "profundo odio" a Estados Unidos y sus aliados. Insistió en que Estados Unidos y otros países "no hicieron nada para invitar esta amenaza", pero ahora se debe actuar contra ella antes de que sea demasiado tarde.

Al anunciar su intención de realizar la guerra contra Irak, Bush invitó al éxodo de todo extranjero en ese país. "Por su propia seguridad, todos los nacionales extranjeros, incluyendo periodistas e inspectores, deberían abandonar Irak de inmediato", declaró.

Exhortó a los militares iraquíes a no luchar por "un régimen moribundo", y advirtió que Estados Unidos castigará a todas las unidades militares que destruyan campos petroleros o intenten usar armas de destrucción masiva. "Los crímenes de guerra serán perseguidos", sostuvo.

Aunque el apoyo público a la acción militar se ha elevado en Estados Unidos, según las encuestas, Bush aún enfrenta amplia oposición a su guerra unilateral en este país. Hoy, familiares de algunas de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 fueron arrestados al protestar contra la guerra frente al Capitolio. "Nosotros y otros ciudadanos a lo largo de Estados Unidos tenemos que hacer todo lo que se pueda para detener esta guerra", declaró Rita Lasar, de 71 años de edad, cuyo hermano murió en las Torres Gemelas del World Trade Center.

Más de 50 personas fueron detenidas en Washington, otras 40 frente a la ONU y 50 más en San Francisco al comenzar una serie de acciones de desobediencia civil que ha sido lanzada en respuesta al ultimátum de Bush.

A la vez, las encuestas registran inquietud entre los estadunidenses por el fracaso de la Casa Blanca en conseguir el apoyo de la ONU. El líder demócrata del Senado, Tom Daschle, criticó este lunes al gobierno de Bush por fallar en obtener amplio apoyo internacional, pero fuentes del Congreso dicen que aun así esperan que "abrumadoras mayorías" aprobarán la guerra en los próximos días.

Operativo especial de seguridad

Bush dedicó buena parte de su discurso a explicar la amenaza que, insistió, representa Hussein para su país, y advirtió que se tomarán medidas para proteger a Estados Unidos. Por lo pronto, el gobierno federal anunció la aplicación de un plan de seguridad nacional llamado Operación Escudo de Libertad, que incluirá mayores medidas de protección de la infraestructura, las fronteras y los puertos.

Bush se refirió insistentemente esta noche a los aliados que se sumarán a la acción militar de Estados Unidos, pero funcionarios de la Casa Blanca reconocieron que hay menos de los que desearía el presidente.

El primer ministro de Canadá, Jean Chrétien, anunció esta noche que su país no se integrará a esta acción militar y aun el líder del aliado más cercano a Estados Unidos, Gran Bretaña, enfrenta una rebelión tal vez sin precedente de su propio partido contra la participación en la campaña bélica, ya que no cuenta con el apoyo explícito del Consejo de Seguridad.

Una y otra vez Bush declaró que esta guerra se realizará en nombre de la paz. Pero al parecer, la mayoría de los países del mundo no está convencida. Pero insistió: "somos un pueblo pacífico, pero no frágil, y no seremos intimidados por malhechores y matones. Si nuestro enemigo está ahí para atacarnos, ellos y todos los que los asistan enfrentarán consecuencias espantosas".

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