Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 17 de marzo de 2003
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Política

Organizaciones y gobierno intercambiarán propuestas

Se inicia hoy la etapa final hacia un acuerdo agrario

Cambios al TLCAN, centro del plan de las agrupaciones

ANGELICA ENCISO L.

El gobierno federal no logró romper la unidad del movimiento campesino y este lunes El campo no aguanta más, la Confederación Nacional Campesina (CNC), El Barzón y el Congreso Agrario Permanente (CAP) entregarán al Ejecutivo su propuesta conjunta de Acuerdo Nacional para el Campo, cuyos ejes centrales son la revisión del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), soberanía alimentaria y medidas de emergencia para el agro.

Las cuatro grandes agrupaciones destacaron que llegan unidas a la negociación política, última fase del proceso, y que buscan un cambio radical de la política agropecuaria y no sólo medidas adicionales a los programas que actualmente se aplican.

Sin embargo, Alfonso Ramírez Cuéllar, líder de El Barzón, expresó su preocupación por que Javier Usabiaga, secretario de Agricultura, en la reunión del viernes de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) cambió el nombre de Acuerdo Nacional para el Campo por el de pacto nacional de productividad y desarrollo de la sociedad rural. Esto, puntualizó, significaría que sólo se trata de cambiar la denominación al actual blindaje agroalimentario con el fin de mantener la misma política.

El Acuerdo Nacional fue considerado como la meta del diálogo entre las organizaciones campesinas y el gobierno federal, al cual se prevé llegar al terminar la negociación política y después de cuatro semanas de mesas de trabajo, en las que se presentaron 2 mil ponencias.

Este lunes por la tarde las agrupaciones entregarán su propuesta a los secretarios de Agricultura, Economía y Gobernación, y éstos a su vez presentarán la suya a las organizaciones con el fin de empezar formalmente la última fase que se prevé concluirá a finales de mes.

Víctor Suárez, vocero de El campo no aguanta más -integrado por 12 organizaciones-, sostuvo que en esta fase se tendrá que llegar a acuerdos esenciales para un cambio de política hacia el campo y un nuevo trato con la sociedad rural. "Las agrupaciones llegamos fuertes, unidas a este proceso de negociaciones. El gobierno no pudo dividirnos, corromper o amedrentar a los grupos. Tenemos una sola posición para negociar y con el respaldo de organizaciones regionales de todo el país", indicó.

El gobierno, apuntó, deberá decidir entre defraudar al movimiento campesino, la opinión pública y la sociedad en general o sentar las bases para un cambio de política. Precisó que los ejes de la negociación son la soberanía alimentaria con la participación de los campesinos, revisión del capítulo agropecuario del TLCAN y el establecimiento de medidas de emergencia para atender de inmediato la crítica situación en el agro.

Aseguró que las agrupaciones no están por el todo o nada, "en lo que estamos claros es en que tiene que haber acuerdos de fondo, porque si esto no ocurre no se firmará un acuerdo, sino una simulación de acuerdo".

Por su parte, Ramírez Cuéllar precisó que en la reunión de hoy, además de la propuesta de acuerdo de las organizaciones, al Ejecutivo se le entregará la que elaboró la Asociación Nacional de Secretarios de Desarrollo Rural; en la sesión el gobierno presentará la suya y sólo haría falta la del Congreso de la Unión, al que apremiaron a que "juegue un papel más propositivo, no es posible que continúe al margen".

Para el dirigente de la CNC, Heladio Ramírez López, el debate entre el gobierno y las organizaciones "no es sólo un ejercicio intelectual o ideológico, sino la supervivencia del agro mexicano y su consolidación como proveedor de alimentos y sustento de los demás sectores económicos nacionales".

Agregó que "estamos ante una encrucijada de vida o muerte del agrarismo mexicano: la recuperación y el fortalecimiento de los ejidos y de la pequeña propiedad, o la renuncia a nuestro proyecto de nación". Señaló que "sólo habrá solución trascendente y duradera cuando quede muy clara la opción preferencial del Estado por los más pobres y marginados del campo, especialmente por los pueblos indios, los recolectores del desierto, la gente sin tierra, los jornaleros agrícolas, las mujeres y los mayores".

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