Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 15 de marzo de 2003
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Sociedad y Justicia
En Tamaulipas se han detectado asesinatos de mujeres con el mismo patrón

La pesadilla de Ciudad Juárez se extiende en la frontera norte

La impunidad propicia que el o los criminales amplíen la zona donde actúan La mayoría de las víctimas tenía entre 10 y 19 años Descarta perito que se trate de ritos narcosatánicos

JENARO VILLAMIL ENVIADO

Ciudad Juarez. La pesadilla de los asesinatos de mujeres en esta ciudad se ha extendido a otros estados de la frontera. En Tamaulipas, Olga Lidia Osorio López fue violada, ahorcada y su cadáver se encontró el 8 de enero, un día después de su desaparición, en la calle de Aldama, en Nuevo Laredo. Otras dos mujeres fueron asesinadas el año pasado en Ciudad Victoria. Sus cuerpos fueron incinerados y encontrados semidesnudos, semanas después, en lotes baldíos. Tal parece que esos sitios son los equivalentes a los ya tristemente célebres parajes Bravo, Lomas de Poleo, Cerro del Cristo Negro, ubicados en Ciudad Juárez.

Los crímenes reportan una mecánica muy similar. A decir del ex perito Oscar Máynez "estamos ante un patrón que puede conducirnos al mismo asesino o a un grupo de homicidas que opera en la frontera". El problema, subraya, es que mientras en Ciudad Juárez los delitos continúen impunes, los criminales pueden extenderse hacia otras ciudades.

De acuerdo con la agencia CIMAC, en Matamoros, Tamaulipas, en noviembre del año pasado, fue violada y asesinada una joven por varios hombres que no han sido detenidos. Olga Lidia Osorio López, cuyo cadáver fue encontrado en el centro de Nuevo Laredo, trabajaba en una papelería llamada Trini y estudiaba por las tardes en una escuela de computación.

En Chihuahua, destaca Irma Campos, dirigente del Grupo Ocho de Marzo, también se han registrado casos con patrones similares. En la Escuela Eco, de computación, desaparecieron tres jovencitas. Una de ellas apareció asesinada. A esa misma escuela de computación acudía una de las jóvenes que murió recientemente en Ciudad Juárez.

Estas "coincidencias" nadie las investiga. La séptima fiscal de Ciudad Juárez a cargo de los casos, Angela Talavera, ha desestimado todos los indicios. Además, cuenta con un equipo mínimo de investigadores y pocos recursos.

Los datos del Estudio de Género, patrocinado por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y el Grupo Ocho de Marzo, indican que de más de 260 asesinatos oficialmente registrados, 37 por ciento corresponde a mujeres de 15 a 19 años de edad; 13 por ciento, de 10 a 14 años de edad; entre 20 y 29 años, 23 por ciento, y de 30 a 39 años, 9 por ciento. Es decir, Entre los 10 y los 20 años de edad están más de 40 por ciento de las mujeres que han sido víctimas de los crímenes seriales.

Los especialistas y las organizaciones consultadas subrayan que la falta de compromiso de las autoridades estatales y la indiferencia del gobierno federal frente a la situación de emergencia en Ciudad Juárez, está alentando a los criminales a extender su radio de acción.

En noviembre de 2002, la directora ejecutiva del Fondo de Desarrollo de la Mujer de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Noeleen Heyzer, pidió detener de manera "inmediata" a los asesinos, y calificó como "insuficiente" la coordinación entre las diferentes instancias de gobierno de Ciudad Juárez, de Chihuahua y de México. "Si los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez no se detienen ahora, habría un gran descrédito para el país". Heyzer demandó a las empresas maquiladoras fronterizas que asuman su parte de responsabilidad en los asesinatos de mujeres, y pongan en marcha medidas de seguridad.

El 8 de marzo, el presidente de la República, Vicente Fox, desestimó la posibilidad de que el gobierno federal atrajera la investigación de los crímenes, lo cual generó una nueva ola de protestas entre las organizaciones defensoras de los derechos humanos y de las agrupaciones que han atendido a las madres de las víctimas.

Prácticamente todas las organizaciones internacionales han subrayado la necesidad de que exista una investigación precisa, coordinación con las autoridades ministeriales y han sido severas al enjuiciar la actuación no sólo del gobierno de Chihuahua sino de la administración federal. En 1998, la relatora de ejecuciones extrajudiciales, sumarias y arbitrarias, Asma Jahangir, subrayó que "los eventos en Ciudad Juárez constituyen el típico caso de crímenes basados en el género que se sostienen en la impunidad". El 8 de abril de 2002, Dato Param Coomarswamy, relator de la ONU, calificó de "absoluta ineficacia, incompetencia, indiferencia, insensibilidad y negligencia", la actuación de las policías encargadas de investigar los crímenes. Marta Altolaguirre, relatora de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, subrayó en su informe más reciente que hay mayor impunidad e ineficacia en la atención de los crímenes. En las semanas próximas se dará a conocer su informe.

Los arenales de la indiferencia

En un recorrido realizado por el sitio donde fueron localizados los recientes tres cuerpos de mujeres asesinadas, se observó una absoluta indiferencia y descuido por parte de las autoridades y de la empresa Pimsa, en cuyos terrenos de arenales fueron encontrados fortuitamente las jóvenes.

"Todavía andan en eso", fue la expresión de un hombre mayor de 60 años que vigila el acceso a estos terrenos, que se ubican en las faldas del Cerro del Cristo Negro, cuando se le platicó el objetivo del recorrido por el terreno.

A unos metros del hallazgo, aún se ven prendas, una bota negra de mujer entre rastros de otras ropas. Al fondo, en dos pequeñas cuevas sobre un montículo de arena se encuentran dibujados la figura de un diablo sonriente, de una estrella de cinco picos y la silueta de una Virgen de Guadalupe con un órgano sexual de varón.

En la prensa local se especuló que estas figuras demostraban que los asesinos presuntamente eran "narcosatánicos". El ex perito Oscar Máynez desestimó esta hipótesis a partir de las imágenes, porque los narcosatánicos siempre dibujan la estrella al revés, para simular unos cuernos de chivo, y nunca dejan rastros de diablos o elementos explícitos.

"Parte del ritual es eliminar las evidencias", abundó. "Tampoco creo que se trate de venta de órganos ni de videos snuff, porque con el interés que se ha generado a escala internacional por los crímenes de Ciudad Juárez, cualquier video que encontráramos con una mujer morena, del perfil de las asesinadas, nos conduciría de inmediato al rastro de los asesinos".

Por lo pronto, en los arenales que circundan prácticamente toda Ciudad Juárez crece la sospecha de que existen muchos más cuerpos abandonados a la intemperie, que la policía no tiene una búsqueda sistemática y que la lista de crímenes es mayor a la que se reconoce oficialmente.

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