Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 13 de marzo de 2003
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Política

ASTILLERO

Julio Hernández López

La desgracia de un fallo en favor

Bernalejo y el riesgo de más violencia en el país
Narcotráfico y madera, tras el conflicto

El gobierno federal se hace el desentendido

A LOS EJIDATARIOS zacatecanos de Bernalejo de la Sierra lo peor que pudo pasarles fue que una autoridad federal legítima resolviera en su favor en un litigio contra indígenas tepehuanos duranguenses. Si una sala del Tribunal Unitario Agrario no hubiese emitido el pasado 20 de febrero una resolución que les reconocía el derecho a seguir en sus tierras, los mencionados ejidatarios y sus familias no habrían sufrido el asalto multitudinario y la expulsión por la fuerza que en su contra cometieron los presuntos perdedores (que en los hechos, hoy, son los ganadores: posesionados como están del ejido, intocados a pesar de haber agredido a los zacatecanos, al extremo de pretender quemarlos dentro de una parroquia en la que se habían refugiado, pretendiendo "comprar" la tierra invadida a los desalojados, resguardados en su invasión por soldados y policías federales que sólo tienen órdenes de no hacer nada).

PERO SUCEDIO LO QUE en este México al revés no debería suceder: que los órganos institucionales encargados de dirimir conflictos agrarios les dieron la razón, y que conforme al tal estado de derecho ellos habrían sido facultados para seguir en sus tierras. Ahora duermen en albergues provisionales que el gobierno de Zacatecas habilitó y sufren el recuerdo, sobre todo los niños, de la violencia ejercida en su contra el lunes pasado por centenares de duranguenses que los echaron de su comunidad.

EN ALGUN LUGAR de Estados Unidos, mientras tanto, el ex presidente Ernesto Zedillo duerme tranquilo. Casi seis años atrás, el 25 de junio de 1997, hizo publicar el decreto expropiatorio con el que pretendía entregar a priístas duranguenses el paraje zacatecano pleno de riqueza maderera (agotada en el lado duranguense), de orégano y de tierras propicias por su clima y su orografía para el cultivo de drogas (puro priísta distinguido participó en el enjuague: aparte del doctor Zedillo, el entonces gobernador, Maximiliano Silerio Esparza, a quien la fortuna le sonrió con fuerza durante su administración, convirtiéndolo en un millonario campesino nailon, y el mandatario zacatecano, Arturo Romo Gutiérrez, prototipos ambos, Silerio y Romo, del estilo sectorial tricolor de repartirse el poder). Los tepehuanos, o los intereses comerciales tras ellos, pretendían quedarse con 5 mil hectáreas de suelo zacatecano, a pesar de que ellos tienen 300 mil hectáreas, arguyendo derechos históricos sobre la región, a los que Zedillo cedió alegre pero ilegalmente, según fue determinado en febrero del presente año por el citado Tribunal Unitario Agrario.

PERO TAMBIEN CONVALECE en paz el actual presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Vicente Fox Quesada, garante constitucional del pacto federal que entre otras cosas implica el respeto a las divisiones territoriales de las entidades coaligadas, y la obligación de hacer cumplir las leyes y las resoluciones emitidas por las autoridades competentes. El gobierno federal ve pasar el enfrentamiento entre duranguenses y zacatecanos como si fuera una película que estuvieran exhibiendo en un cine ajeno (Creel encabeza en Bucareli cumbres cuyos acuerdos luego no se cumplen). En todo caso, ha destacado testigos de lujo: soldados y policías "preventivos" federales, y ha enviado a un funcionario de relleno, Florencio Salazar Adame, titular de una comisión de quién sabe qué, para que termine diciendo que él sólo sabe que no sabe nada y que si los zacatecanos no quieren que los duranguenses los invadan, pues que manden a su policía a agarrar a balazos a los tepehuanos.

EL FONDO DEL conflicto rebasa, desde luego, la visión con que el gobierno federal pretende abordarlo (la filosofía del "Ƒy yo por qué?", el quirófano como atenuante de abulias). El narcotráfico y la deforestación están tras lo que a simple vista parece ser un enfrentamiento entre ejidatarios zacatecanos pobres e indígenas duranguenses igualmente pobres (el actual gobernador de Durango es Angel Sergio Guerrero Mier, afamado especialista en alquimia electoral; otro priísta interesado en la apropiación de Bernalejo es Carlos Herrera Araluce, ex presidente municipal de Gómez Palacio, cacique de la Región Lagunera al que insistentemente se ha relacionado en medios de comunicación con el negocio de la droga).

PERO, ADEMAS, BERNALEJO (llamado así en recuerdo de Heraclio Bernal, el bandolero sinaloense generoso al que corridos y películas inmortalizaron) puede ser el punto de quiebre quenino_pfp desencadene la violencia latente que hay en cuando menos otros 400 puntos de la República, donde grupos en litigio no están dispuestos a respetar resoluciones agrarias oficiales y, por el contrario, desean tomar los asuntos en sus manos y adjudicarse por sí mismos lo que creen les corresponde o lo que intereses comerciales o de narcotráfico les ordenan. El camino de la violencia para impedir decisiones oficiales o resoluciones judiciales está más que abonado, de San Salvador Atenco al cerro del Chiquihuite. Ahora, en Bernalejo, los enviados del gobierno federal han descubierto una genialidad para resolver problemas: que los invasores compren la tierra invadida a los dueños legales. Ingobernabilidad, indolencia, ignorancia y frivolidad en un coctel que con gusto bebería el mismísimo Antonio López de Santa Anna.

ASTILLAS: SUFRE EL AUTOR de las presentes hernias columnísticas porque, en su infinita ignorancia, no sabe cómo se puede estar descansando plenamente sobre la espalda a unas cuantas horas de una delicada operación en la columna vertebral... En cambio, le reconforta la sabiduría del doctor Héctor Peón Vidales, quien intervino quirúrgicamente al presidente Fox y que ayer dijo que, debido a la obligada convalecencia del hombre de las botas (por cierto, Ƒseguirá usándolas?) no podrá asistir a Nueva York en estos días venideros (ni siquiera porque hubiera alguna sesión crucial de las Naciones Unidas, acota este curandero con título). Otro dato interesante es que, según reveló el doctor Peón, desde hace tiempo el presidente Fox tomaba analgésicos y antinflamatorios (ninguno de los cuales se llama Prozac, como algunos depresivos llegaban a sugerir)... John Castricone, jefe de inteligencia de la FBI en El Paso, Texas, dice que el cártel de Juárez, dirigido por Vicente Carrillo Fuentes, cada día tiene "más fuerza", y que no sufre tantos embates policiacos como las organizaciones de Tijuana y del Golfo, dirigidas, respectivamente, por los Arellano Félix y por Osiel Cárdenas. El funcionario, según Afp, "consideró extraño que se combata al narcotráfico en México sin que se conozcan acciones contra el cártel de Juárez"...

Fax: 5605-2099 [email protected]

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