Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 19 de febrero de 2003
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Economía

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

EU, entre la aversión al riesgo y la obsesión belicista del junior

El G-7 sólo puede calmar a los mercados dando una imagen de unidad que no tiene

LOS COSTOS ECONOMICO Y de credibilidad asociados a los atentados del 11 de septiembre de 2001 y a los fraudes contables de las grandes trasnacionales podrían ser insignificantes si se comparan con el que tendrían que cubrir las empresas, los inversionistas y las ya de por sí debilitadas economías del planeta si la obsesión guerrera del presidente Bush se materializa.

AUN NO COMIENZA la "etapa física" de la guerra contra Irak y los efectos negativos de la "etapa previa" ya se sienten en todas partes: inestabilidad de los petroprecios, reducción del intercambio comercial, pronósticos económicos a la baja, "nerviosismo" cambiario y "temor", mucho "temor" en los principales mercados financieros internacionales

DE ACUERDO CON EL balance oficial, los ataques del 11 de septiembre de 2001 no sólo afectaron el índice de confianza de y hacia el poderío de Estados Unidos, sino que tuvieron un costo económico específico. La correduría Ernst and Young calculó que la pérdida por la destrucción de inmuebles en la llamada zona cero de Manhattan se aproximó a 13 mil millones de dólares, mientras las primas que las aseguradoras debieron cubrir fluctuaron entre 35 mil y 50 mil millones de dólares. Al mismo tiempo, al cierre de la primera semana de operación bursátil en Wall Street el índice Dow Jones se desplomó 15 por ciento, el Standard and Poor's 500 lo hizo 12 por ciento y el Nasdaq 16 por ciento.

A LO ANTERIOR SE SUMO -desde finales de 2001- la incontenible ola de fraudes contables de grandes empresas trasnacionales, que desplomaron los precarios niveles de credibilidad en la economía estadunidense, limitaron la capacidad de recuperación de los mercados bursátiles y se llevaron entre las patas el futuro de millones de pequeños ahorradores que habían confiado en sus instituciones. En esa interminable lista aparecieron Enron, Xerox, Tyco, WorldCom y Adelphia Communications, entre otras. La quiebra de Enron -la mayor en la historia empresarial de Estados Unidos- motivó que se "evaporaran" alrededor de 70 mil millones de dólares de valor bursátil en la compañía, eliminó 5 mil 500 empleos e hizo perder a los trabajadores más de mil millones de dólares comprometidos en sus planes de jubilación.

EN LO POLITICO, económico y social, Estados Unidos no ha podido recuperarse de los eventos descritos, pero su insensible gobierno dedica todo el tiempo y todos los recursos no para superar la crisis de confianza y credibilidad, ni mucho menos para salir del hoyo, sino para retroalimentar la obsesión guerrera de Bush.

LOS MILLONES DE manifestantes pacifistas que han salido a las calles de las principales ciudades del mundo -las estadunidenses incluidas- para gritar un sonoro NO a la guerra, no han "convencido" al presidente Marlboro para que abandone su esfuerzo de muerte. Algunos especialistas, sin embargo, consideran que otro tipo de manifestaciones y exigencias, asociado con un lenguaje apropiado -el único que entendería- podrían "sensibilizar" al inquilino de la Casa Blanca y "convencerlo" de que cambie de actitud.

EN ESTE SENTIDO, EL banco de inversión Merrill Lynch divulgó ayer los resultados -citados por la agencia Reuters- de su encuesta mensual entre los administradores de multimillonarios fondos mundiales de inversión y, entre otros elementos, subraya que dichos responsables "muestran un temor mayor al impacto que podría tener una guerra contra Irak en los mercados financieros que el que mostraron tras los atentados de 2001 en Estados Unidos... La gente es más adversa al riesgo ahora que después del 11 de septiembre de 2001). Este sondeo muestra una aversión generalizada al riesgo".

LA INCERTIDUMBRE SOBRE una guerra de Estados Unidos contra Irak ha dominado los mercados financieros, agudizando las caídas en los principales indicadores bursátiles, presionando a la baja los rendimientos de los bonos e impulsado al alza el precio del oro y de otras inversiones seguras, de fácil realización.

EL SONDEO DE MERRILL Lynch fue realizado entre 308 compañías de administración de fondos de inversión, que en conjunto manejan activos por 714 mil millones de dólares. La mayoría de los encuestados reconocieron que han fortalecido sus estrategias para evitar riesgos, toda vez que no quieren "nuevas sorpresas". El indicador respectivo resultó mayor que el registrado después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

OBVIAMENTE, LOS administradores de fondos no son los únicos "nerviosos" en este momento: Los ministros de finanzas de los siete países más ricos del mundo (G-7) analizarán el lamentable estado de la economía mundial y los riesgos adicionales de una potencial guerra contra Irak cuando se reúnan el sábado en París, aunque no hay por qué esperar milagros. "Puesto que los jefes de gobierno del grupo están divididos políticamente sobre si es necesaria la guerra que Washington desea librar contra Bagdad, los economistas creen que lo máximo que podrán hacer los ministros de finanzas es tratar de dar una imagen de unidad que brinde calma a los nerviosos mercados financieros", señala un despacho de Reuters.

LOS MINISTROS DE finanzas del G-7 se reunieron en Nueva York en enero de 1991, días antes de que George Bush padre desatara la primera guerra del Golfo Pérsico, y emitieron un comunicado en el que dijeron que el crecimiento económico era lento, pero que debía recuperarse al ir transcurriendo el año. A ello le siguió una guerra rápida de seis semanas y también la recesión económica. Tomó varios años para que Estados Unidos volviera al camino saludable y más tiempo para gran parte de la economía de Europa. Hoy, el mundo está en manos del junior.

Las rebanadas del pastel:


AAA CHAMBA EN trasnacionales "felices": Walt Disney, McDonald's y Toys R Us han sido acusadas de promover la explotación laboral en las fábricas de juguetes existentes en el sur de China. Según el último informe del Comité Cristiano Industrial de Hong Kong, "decenas de miles de empleados de las fábricas de juguetes de la provincia de Guangdong trabajan 16 horas diarias, siete días a la semana, por un sueldo inferior a 40 dólares mensuales", de acuerdo con un despacho de la agencia Efe.

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