Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 18 de febrero de 2003
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Se evapora boicot de EU al vino francés

Productores descartan menos ventas; las amenazas, sólo ''reacción apasionada", dicen

AFP

Paris-Nueva York, 17 de febrero. La amenaza estadunidense de boicotear los vinos y las aguas minerales francesas, idea que tomó forma el miércoles pasado en la Cámara de Representantes, no preocupa demasiado a los empresarios del país europeo, que consideran que tales medidas son improbables y casi siempre ineficaces.

Hacer que paguen los productos franceses por la posición de París en torno al conflicto iraquí es la idea que flota desde hace tiempo en los ambientes políticos de Washington. De hecho, el presidente republicano de la Cámara de Representantes, Dennis Hastert, llegó a reclamar un proyecto de ley en este sentido.

En el restaurante neoyorquino Lentini han retirado de la carta los vinos franceses. Estas noticias no han alarmado demasiado a los exportadores galos de vinos y licores, a pesar de la importancia de las entregas a Estados Unidos. Francia envía vino a Estados Unidos por un valor de mil 500 millones de euros al año, según las cifras de la aduanas. Un monto que aumentará en el balance de 2002, dado que durante los 11 primeros meses de dicho año se alcanzaron mil 720 millones de euros, frente a mil 645 millones en 2001.

"En 2001 Francia exportó a todo el mundo vino y licores por valor de 7.5 mil millones de euros, es decir más de dos mil millones de botellas", explica Louis-Régis Affre, delegado general de la Federación de Exportadores de Vinos y Licores. Alrededor de 20 por ciento del total se exporta a Estados Unidos.

Según Affre, las amenazas de sanciones estadunidenses son sólo ''reacciones apasionadas y provocadoras, declaraciones intempestivas y políticas sin importancia''. Añade: ''El comercio no funciona con mecanismos tan simples y a menudo este tipo de amenazas son ineficaces".

Por ejemplo, en Washington el senador Hastert sugirió la idea de colocar ''una etiqueta de color naranja vivo" a las botellas de vino francés, añadiendo en un nota que ''podría haber sido aclarado con polvo de sangre de buey. Todo eso es inútil y, a la vez, técnicamente imposible'', asegura Affre, matizando que la aludida práctica está prohibida en la Unión Europea desde 1998 a causa del mal de las vacas locas.

''Independientemente de los avatares sociales y políticos, las relaciones comerciales entre Francia y Estadosvinos-camou-bc-jpg Unidos siempre han sido muy fluidas", concluye Affre, quien se muestra menos preocupado por eso que por ''la situación internacional y el estancamiento económico".

El presidente de la Unión de Bodegas Cosecheras, Yves Bénard, ''no notó nada especial en las exportaciones hacia Estados Unidos". "Por ahora, todo va bien", añade.

Tampoco están demasiado preocupados en el sector de las aguas minerales. ''Danone no se siente víctima de estas amenazas por una doble razón. Primero, porque fabricamos en Estados Unidos productos locales con la marca estadunidense Dannon desde 1942 y, en segundo lugar, porque nuestra única agua exportada a Estados Unidos, Evian, se distribuye bajo licencia de Coca-Cola", explican en el grupo.

En Nueva York, Enzo Lentini, un europeo que ha vivido en esa ciudad en los últimos 27 años, ha escogido un modo inusual de protesta política: retiró todos los vinos franceses de la carta de su restaurante para denunciar la actitud de París.

"Mi gesto no va arruinar a la economía francesa, sólo quería hacer una denuncia", explicó el italiano de 37 años, de Bari, quien hace 18 meses abrió Lentini en el sofisticado barrio del Upper East Side de Manhattan.

Lentini está particularmente disgustado por el trato dispensado a Turquía por Francia, Alemania y Bélgica, que han bloqueado el mecanismo de ayuda a Estambul en caso de guerra con Irak.

El italo-estadunidense ha decidido centrarse en los productos franceses para expresar su malestar, porque no puede "dejar de vender todo".

En el fondo de su bodega reposan, a la espera de tiempos mejores, botellas francesas de más de 350 dólares, como las Louis Latour de 1997.

Lentini comunicó su decisión discretamente a un amigo, y éste llamó a la popular sección Página 6 del tabloide New York Post.

El diario, propiedad del magnate australiano de la prensa Rupert Murdoch, conocido por su apoyo al gobierno del presidente George W. Bush, ha llevado a cabo en los últimos días una virulenta campaña contra París porque considera que ha traicionado a sus aliados.

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