Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 17 de febrero de 2003
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Política

Jorge Santibáñez Romellón*

Bardas inútiles que no impiden la inmigración

El presidente Bush insiste en su discurso de guerra y sobreprotección del territorio estadunidense. Mientras le siga representando una estrategia rentable desde el punto de vista político, nada ni nadie lo va a desviar de las fronteras sobrevigiladas, que algunos llaman inteligentes, de las declaraciones de guerra y de la creencia, bastante bien comprada por la sociedad estadunidense, de que todo lo que viene del exterior es potencialmente malo.

Esta lógica en un país como Estados Unidos, donde, a diferencia del nuestro, todas las declaraciones del presidente tienen expresión en el presupuesto fiscal y en los recursos que se asignan a cada una de las ideas expresadas por el jefe del Ejecutivo, va a tener, tarde que temprano, impactos negativos y costosos para México.

El presupuesto 2004 del presidente Bush asigna nada más y nada menos que 18 mil millones de dólares al área de fronteras del nuevo Departamento de Seguridad. Solamente para que usted tenga idea de lo que eso representa, baste recordar lo que los migrantes mexicanos envían a sus familias en remesas a México: cerca de 5 mil millones de dólares (no los 10 mil millones de dólares que le han hecho creer a nuestro Presidente), es decir, menos de la tercera parte de lo que los contribuyentes estadunidenses gastarán en cuidar su territorio de esos "enemigos" que les llegan del exterior.

Si tomamos en cuenta que la mayoría de esos "enemigos" son migrantes indocumentados mexicanos, quizá sería mejor negocio para Estados Unidos dar directamente ese dinero, o hasta menos, a los migrantes y sus familias y así no tendrían que desplazarse a ningún lado, no tendrían que comprar boletos de avión y pagar a los polleros, que tanto preocupan a nuestros vecinos.

Algunas cifras del presupuesto son altamente preocupantes. De entrada se creería que todos los rubros se incrementan; sin embargo, viendo las cosas en detalle, esa afirmación está lejos de ser cierta. El presupuesto en cuestión propone eliminar los fondos que antes se destinaban a los gobiernos estatales y locales para rembolsarles los gastos que efectuaban por el encarcelamiento de migrantes indocumentados. ƑCuánto tiempo cree usted que va a pasar para que los gobiernos de Texas o de California empiecen a culpar a los migrantes mexicanos de su déficit presupuestal?

Por desgracia, la visión del presidente Bush está perfectamente plasmada en su presupuesto: no hay interés en el desarrollo de la región. Por ejemplo, se destinan apenas 16 millones de dólares, misma cantidad que en 2002, para mejorar las condiciones económicas y de vivienda en las llamadas colonias. Se podría decir que por lo general el presupuesto que se propone en los rubros sociales se mantiene o se ve disminuido con respecto a 2003.

La propuesta presupuestal del presidente Bush no es buena noticia ni para la región fronteriza ni para México. No se invierte en el desarrollo de la región, de hecho ésta no se percibe como zona de desarrollo, sino como puerta de entrada peligrosa que hay que cuidar. Resulta una lástima que se ignoren datos concretos que muestran de manera contundente el potencial de desarrollo de la región y que se ignore el espacio de vida de más de 12 millones de personas (que serán 24 millones en 2020).

Por otro lado, está ampliamente demostrado que en la medida en que se incrementan los recursos para la vigilancia de las fronteras, uno de los renglones más impactados es la movilidad de la población, la local y la de los migrantes indocumentados, que de todas formas se van a Estados Unidos, solamente que ahora recurrirán cada vez más a polleros, que serán más caros y riesgosos, vivirán situaciones que pondrán en riesgo su vida, permanecerán más tiempo en Estados Unidos, separándose así de sus familias durante meses o años. Es decir, seguiremos en el juego en el que no se detiene a un solo terrorista, pero sí el desarrollo, y en esto todos pierden, ellos y nosotros.

El gobierno mexicano no puede hacer mucho por impedir esta avalancha de medidas que "protegerán" las fronteras de Estados Unidos, pero debe estar muy pendiente de los impactos en el desarrollo nacional y regional, y deberá alzar la voz, en forma clara y fuerte, ante nuestros vecinos, socios y "amigos".

* Presidente de El Colegio de la Frontera Norte

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