Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 17 de febrero de 2003
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Política

ASTILLERO

Julio Hernández López

El mandado y el mandil

Los riesgos de convertir lo doméstico en público
ƑFaltas a la esposa o críticas políticas?

EL SABADO DE LA magna protesta globalizada, el Presidente de México fue al mercado capitalino de San Juan a hacer el mandado para preparar una paella en su cabaña de Los Pinos. La excursión gastronómica formó parte del paquete de proselitismo electoral de fin de semana que al parecer sostendrá Vicente Fox en tanto llegan las elecciones intermedias de julio (y que ayer incluyó misa y comida en territorio del estado de México, donde el PRI y el Partido Verde Ecologista estaban realizando una irresponsable encuesta electorera respecto a la pena de muerte, contra la cual el propio Fox quiso manifestarse en contra). Por fortuna, en el paseo propagandístico sabatino no le acompañó su esposa, la señora Marta, sino el coordinador de asuntos de comunicación social de la Presidencia, Rodolfo Elizondo, presumiendo de sapiencia en el cocinar, aunque el otro acompañante, Francisco Ortiz, encargado de la imagen presidencial, le adjudicaba en broma el rango de pinche. (Nótese la confesión expresa de que esos juegos populacheros tienen como único propósito la difusión en los medios y el manejo de la imagen foxista, y por ello son los funcionarios del ramo los caballeros de compañía en esas escapadas escenográficas y no, en cambio, el secretario de Economía, "Fernández" Clariond, o el de Agricultura, Ajovier USAbiaga.)

POR FORTUNA, SE decía líneas arriba, la señora Marta no acompañó ese sábado al Presidente, pues de otra manera la dama habría escuchado una protesta sintomática de viva voz, que da cuenta de los riesgos que corre el Presidente de México cuando permite que su esposa se constituya sin legitimidad jurídica ni política en protagonista de andanzas polémicas libradas a cuenta del dinero público, del que cualquier miembro de la sociedad puede exigir cuentas y hacer crítica, retos y reclamos, incluso a veces desproporcionados, como los que un joven -aparentemente preparatoriano, mochila al hombro, cabeza rapada- le hizo esa mañana de mercado.

IR AL MANDADO NO debe tener una significación despectiva de orden machista, aunque el propio Fox, cuando era candidato al cargo que ahora ocupa, usó con absoluto desparpajo el término de "mandilón" para rebajar la figura de su principal adversario, Francisco Labastida Ochoa, quien aparecía en aquellos momentos demasiado sometido o condescendiente con la figura dominante o demasiado encimada de su esposa, mujer con títulos y vida universitaria propios, que reclamaba su espacio y respeto a su forma de pensar, aunque la coyuntura para hacerlo fuese derivada de la postulación política de su marido, al que el opositor guanajuatense de bota vaquera, gran corporalidad y verbo desatado acusaría de chaparro, mariquita y mandilón.

HOY, AQUELLOS REQUIEBROS independistas de María Teresa Uriarte de Labastida, por los que a su esposo le acomodaban declarativamente gran mandil, podrían parecer tiernos ronroneos domesticados, caricias intelectuales al yugo varonil. Marta Sahagún se ha convertido en un poder paralelo, en una copresidenta o, más bien, en una presidenta sustituta. El poder que va acumulando cada día, las alianzas de absoluto pragmatismo que ha hecho, la firma de los Legionarios de Cristo, que va tras cada uno de sus cheques políticos, el asalto a la educación pública que encabeza, y el uso de los recursos públicos para propósitos personales y grupales son datos mayores en la política mexicana, que de manera natural generan reacciones que ella por sí misma debe enfrentar y solucionar, sin escudarse en el discurso insincero de la filantropía, los buenos propósitos y la debilidad proveniente de ser "simplemente una mujer".

EL EPISODIO SABATINO del mercado San Juan destaca el entredicho en que puede ser puesto un Presidente de la República cuando critican o faltan al respeto a quien es su esposa, pero no por esa condición conyugal, sino por la valoración de las actividades políticas que realiza sin otra plataforma de legitimación que el tálamo. En La Jornada, Roberto Garduño narró que al final del día del mandado un joven le dijo al Presidente: "Fox, deberías sacar a tu mujer de las actividades nacionales". Garduño añadió: "Atónito, el Presidente (...) esbozó una sonrisa y le pidió a un miembro del Estado Mayor Presidencial, quien se le había echado encima al joven, que lo dejara. 'Es su opinión', expresó". En Reforma, Fernando Mayolo asentó el siguiente diálogo: -šDeberías sacar a tu mujer de los asuntos nacionales! šEsa mujer no merece lo que le has dado! -ƑQué, qué has dicho? -Es una mujer que no vale. -ƑQuién? -Tu mujer. -Mira, mira...- habría aguantado con gran prudencia Fox, al tiempo que abría más los ojos y echaba el cuello hacia atrás.

EL PRESIDENTE DE México debería tomar cuidadosa nota del turbador papel en que le coloca la dualidad de su esposa, la cual merece absoluto respeto en cuanto tal, pero de ninguna manera cuando actúa como factor político suprainstitucional, como maximato conyugal, como poder público fundado simplemente en una circunstancia íntima (de hecho, la voz pública ha respetado en lo general a las esposas de los presidentes, salvo el caso de Carmen Romano de López Portillo, cuyos excesos y escándalos parecían propios de los peores momentos de la Roma imperial). Vicente Fox Quesada, el hombre, está en pleno derecho de exigir respeto a su esposa pero, al mismo tiempo, el Presidente de México está obligado a respetar -como en esta ocasión lo hizo- las críticas y los ataques contra un personaje coestelar de la política presidencial que, como dirían los clásicos, si no quiere ver fantasmas, que no salga de noche.

ASTILLAS: VICTOR GARCIA LIZAMA, el negociante de la caridad que ha convertido las instituciones de asistencia pública en botín grupal y plataforma de politiquerías, ahora es punta de lanza de la familia González Torres para que se instalen Farmacias de Similares en Cuba. (La citada familia tiene presencias disímbolas: en la rectoría de la Universidad Iberoamericana, en el control del Partido Verde Ecologista, en las instituciones de asistencia pública y en negocios como las tales farmacias.) Para abrir camino, García Lizama ha pagado una página en Proceso para reproducir un artículo de loas a Fidel Castro, su gobierno y sus logros en materia de salud, en el que termina recomendando que se instalen las boticas de sus socios. Días atrás, Orbe, publicación del gobierno cubano, llevó en sus páginas publicidad del Nacional Monte de Piedad, dominado por García Lizama. Con tal de hacer negocios, la derecha clerical mexicana teletónica es capaz de todo.

Fax: 5605-2099 [email protected]

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