Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 27 de enero de 2003
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Espectáculos
PapaBeto es un espacio abierto a toda propuesta y a músicos nacionales y extranjeros

La escena jazzística del DF no es tan débil como se presume: Betuco

Promover el género como una forma viva de cultura y ser un punto de rencuentro, unas de las metas de sus propietarios Además de música y cena, se ofrecerán clínicas y talleres

ERNESTO MARQUEZ ESPECIAL

En primer plano, dominando la escena, un reluciente piano de cola Yamaha; luego, distribuidas correctamente medio centenar de mesas en las que desde cualquier punto el público ve y escucha lo que musicalmente sucede en este lugar, PapaBeto, el nuevo espacio para el jazz en la ciudad de México que en opinión de muchos es algo así como un oasis en medio del páramo musical en que se ha convertido ésta, una de las regiones más pobladas del mundo.

Creado a iniciativa del guitarrista sinaloense Roberto Arballo, Betuco, y de la promotora cultural de origen japonés Yuko Fujimo, PapaBeto nace con el objetivo claro de promover el jazz como forma viva de cultura en una época en que conceder rango vital a la cultura es tanto como hacer mención a algo innecesario o presuntamente delictivo.

"Para nosotros es más que poner en riesgo nuestro patrimonio, es una manera de dar aliento a un proceso necesario para el crecimiento de un espectro, el jazzístico, en el que hay mucho interés pero poco apoyo. PapaBeto es un sueño, una invención, fruto de un espíritu aventurero, en este caso alentado por la escena jazzística que, según nosotros, no es tan débil como se presume", declaran los propietarios.

Desde el principio, los ahora propietarios de PapaBeto plantearon el propósito clarividente de un lugar en el que se dieran las mejores expresiones jazzísticas en las condiciones técnicas y ambientales para que el público disfrutara del quehacer de los músicos locales y los provenientes de otras latitudes.

"Ahora que lo tenemos -augura Betuco- podremos materializar muchos proyectos. Pero lo cierto es que desde hoy es un espacio abierto a toda propuesta dentro del jazz."

Con una larga trayectoria como instrumentista e impulsor de innumerables proyectos musicales, Betuco siente que éste "es el lugar que tanto anhelábamos músicos y diletantes del jazz". Reflexión que comparte Yuko que, tras su experiencia como promotora cultural, ve consolidadas sus aspiraciones.

Desde su inauguración, el pasado martes, una de las cosas que se ha venido comentando en favor de PapaBeto es la colocación del escenario y el sistema de audio a prueba de traumas auditivos. "Se nota que quien lo maneja es un músico", expresó Ricardo Ortiz, jazzmaníaco y productor de radio. "Aquí se privilegia a la música, lo que significa una enorme garantía para quien venga al lugar.

"Eso es algo en lo que siempre pensamos -cuenta Yuko-. Con lo vivido y sufrido en otros espacios no podíamos incurrir en esa falla que ha sido una constante en los lugares de jazz. Antes de rentar el local revisamos todas las posibilidades, pero más las acústicas. No podíamos decidir si antes no estábamos seguros de que lo expuesto musicalmente tuviera las mejores condiciones."

Este proyecto, en opinión de Yuko, recoge la experiencia del Arcano, lugar dedicado al jazz y otros géneros musicales que funcionó por cerca de nueve años en Coyoacán, hasta que obligado por la delegación tuvo que cerrar.

Lugar habitual de reunión

"Después que cerró vivimos una especie de frustración y orfandad ya que los músicos carecían de un sitio donde proyectar su arte y nosotros del lugar habitual de reunión. Fue cuando me nació la idea de abrir un local en el que se dieran de nuevo estos encuentros. Lo platiqué con mucha gente, pero fue Betuco quien más se entusiasmó y juntos empezamos a tramar el dónde y el cómo. Así nos dimos a la tarea de buscar apoyos como el de Yamaha, empresa con la que hicimos un buen arreglo en la compra del equipo electrónico. Todo lo demás ha salido de nuestros ahorros."

Evocando la experiencia del Arcano, relata: "Pensando en ello y a fin de evitar futuros contratiempos y garantizar, en ese sentido, la permanencia del lugar, hemos acatado y cumplido con todos los requerimientos y especificaciones de las autoridades delegacionales. Incluso, en la elección del inmueble, cuidamos mucho que no estuviera en una área residencial para evitar los clásicos reclamos de los vecinos por aquello del ruido".

Ahora falta que el público asista, comenta Betuco, y para que eso suceda se tienen que hacer más dinámicos aspectos como la promoción.

"Tratamos de hacerlo lo mejor posible. Seguramente hay muchas cosas por corregir y estaría bien que la gente nos hiciera sus comentarios con el propósito de ir mejorando", precisa Yuko. "Practicamente nuestro compromiso es el que todo aquel que llegue a PapaBeto se sienta cómodo. Abrimos a partir de las siete de la noche con servicio de cena; el primer set musical empieza a las 21 horas y el segundo a las 22:30. De tal manera que quien desee escuchar jazz, cenar y llegar temprano a casa tendrá esa posibilidad. Para aquellos que quieran quedarse más tarde tendremos los affter hours o jams obligados en toda jornada jazzística.

Compartir experiencias

PapaBeto será también aula de formación: habrá clínicas y talleres dictados por los músicos del lugar o invitados exprofeso. "Queremos que los músicos compartan sus experiencias con los jóvenes talentos o público en general que gusten saber más acerca de técnicas, expresiones o tendencias. Vamos a hablar con escuelas en las que se enseña jazz, como Fermatta; la Superior de Música, con el maestro Téllez, la Nacional de Música de la UNAM, y el Centro Nacional de las Artes para intercambios y que los chavos puedan tocar en PapaBeto. Esa labor será de ida y vuelta, ya que nuestro deseo es comprometernos con los músicos y sus proyectos, y que ellos se comprometan con el lugar".

La noche inaugural, el escenario de PapaBeto fue un espacio gravitacional de intangibles vibraciones con algunos de los mejores exponentes del jazz en México: las cantantes Elizabeth Meza, Iraida Noriega y Patricia Carrión, así como los instrumentistas Víctor Patrón, Enrique Nery (piano), Salvador Marchand, Tony Cárdenas (batería), Jaco González y Diego Marotto (saxofonistas), Cristóbal López (guitarra), Agustín Bernal (contrabajo), Aarón Cruz (bajo) fueron los encargados de "bautizar" con su arte al recién nacido.

Todos lo allí presentes expresaron su beneplácito y los mejores deseos para que este lugar sea el punto de encuentro y rencuentro de almas y voluntades amasadas en sonidos emocionalmente compartidos.

Ubicado en Villalongín 196, casi esquina con Circuito Interior, en la colonia Cuauhtémoc, PapaBeto abre de jueves a sábados a las siete de la noche, con dos funciones cada día, y una función especial los domingos.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
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