Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 25 de enero de 2003
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Política
Los fondos, para reparación y reconstrucción de casas, arribarían la próxima semana

Aún no llegan a Colima recursos de la Federación; anuncian $150 millones

El sismo destruyó en forma total 2 mil viviendas; 8 mil, con daños de distinta magnitud

VERONICA GONZALEZ Y ALONSO URRUTIA CORRESPONSAL Y ENVIADO

Colima, Col., 24 de enero. El gobernador Fernando Moreno Peña informó que el gobierno federal aportará 150 millones de pesos para iniciar las tareas de reparación y reconstrucción de las más de 10 mil viviendas dañadas por el sismo del martes pasado en seis de los 10 municipios del estado.

Por otra parte, aunque la ayuda humanitaria está fluyendo hacia los albergues, muchas personas se inconformaron porque el comité directivo estatal del Partido Revolucionario Institucional organizó tres centros de acopio de despensas para entregarlas a los damnificados. Los quejosos consideran que el apoyo debe llegar a quienes más lo necesitan, sin tintes partidistas.

En tanto, el mandatario agregó que solicitó a las autoridades federales que esta entidad sea declarada zona de desastre, ya que hasta el momento sólo los municipios de Colima, Villa de Alvarez, Coquimatlán, Tecomán, Armería e Ixtlahuacán tienen esa clasificación. Según el mandatario, también fueron dañadas viviendas de Manzanillo, Minatitlán, Cuauhtémoc y Comala, por lo que requieren apoyos para su reparación.

Aunque los fondos federales no han comenzado a fluir, se espera que lleguen a partir de la próxima semana, pues este sábado el gobernador entregará personalmente a la secretaria de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota, el padrón de viviendas dañadas por el sismo. De acuerdo con datos preliminares, al menos 2 mil casas quedaron totalmente destruidas y tendrán que ser demolidas; otras 8 mil presentan daños de diferente magnitud.

Este sábado estará en Colima el secretario de Educación, Reyes Tamez Guerra, para conocer el estado físico de los inmuebles educativos de nivel básico y de la Universidad de Colima, que según su rector, Carlos Salazar Silva, presenta algunos daños en el viejo edificio que alberga el Instituto Universitario de Bellas Artes, el laboratorio de la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias y el edificio de servicios estudiantiles del campus Coquimatlán.

Por instrucciones del gobernador, el próximo lunes se reanudarán las clases en todo el estado y sólo aquellas que representen riesgo para los estudiantes permanecerán cerradas. Asimismo, por instrucciones del rector, la universidad comenzará el semestre el 3 de febrero, como se tenía programado antes del sismo.

En los dos días anteriores Moreno Peña ha sostenido reuniones con los damnificados para informarles cómo llegarán los apoyos federales para reparación y reconstrucción de las viviendas dañadas.

"El gobierno no construirá ni reconstruirá viviendas. Serán ustedes mismos quienes lo hagan, con sus propias manos, con la ayuda de los programas de empleo temporal, que servirán para levantar las casas y emplear a los damnificados", la mayoría de escasos recursos económicos.

El gobernador también ha tenido encuentros con el sector salud. Anoche dio el banderazo de salida a cinco brigadas de vigilancia sanitaria que llegaron de la ciudad de México para aplicar un plan emergente de prevención y monitoreo, con el objetivo de evitar brotes de enfermedades.

Previamente el secretario de Salud de la entidad, Christian Torres Ortiz, dio a conocer el operativo preventivo y de control sanitario que se establecerá en estos días para atender la emergencia. El plan contempla, entre otras acciones, la realización de consultas médicas en los municipios afectados, la distribución gratuita de fármacos, la vigilancia sanitaria de los alimentos y monitoreo y cloración del agua.

De acuerdo con los reportes oficiales, hasta ayer se entregaron 5 mil 211 cobertores, 448 colchonetas, 2 mil botellas de agua, mil 63 litros de leche, 6 mil 312 sobres de leche y 50 catres.

Por otro lado, el secretario de Turismo estatal, Miguel de la Madrid Andrade, anunció una campaña publicitaria para atraer visitantes, ya que Manzanillo, principal polo turístico, no sufrió daños y la infraestructura hotelera se encuentra en buenas condiciones, mientras que las líneas aéreas operan con normalidad.

A su vez, el presidente del comité directivo estatal del Partido de la Revolución Democrática, René Díaz Mendoza, informó que debido a los daños causados por el terremoto, la toma de protesta de su candidato a la gubernatura, Jesús Orozco Alfaro, programada para el próximo domingo, se suspendió hasta nuevo aviso.


En Tecomán se agravan viejos padecimientos

La crisis de Armería se acentuará tras el terremoto, prevé la alcaldesa

VERONICA GONZALEZ Y ALONSO URRUTIA CORRESPONSAL Y ENVIADO

Armeria, Col., 24 de enero. A Beatriz Insunza Burciaga, alcaldesa de Armería, no le cuadran ya las cuentas, pues en cuanto a víctimas el municipio salió limpio, pero le inquietan los daños a 70 por ciento de las viviendas -totales, graves o parciales-, pues las finanzas, de por sí maltrechas desde antes del 21 de enero, no le darán "más que para esperar otro milagro".

De los 32 millones de pesos que tiene de presupuesto anual sólo 4.5 millones tiene medianamente disponibles para atender la emergencia. Las deudas ahogan al ayuntamiento y anticipan un futuro difícil, ya que el gobierno municipal ve acercarse la creciente demanda social que traerá la secuela del sismo.

Con su población dedicada mayoritariamente a la recolecta de limón, el cataclismo les llegó justo cuando la crisis del sector azotaba con fuerza y desplomaba los niveles de empleo. "No hay limones, no hay trabajo", resume Insunza.

En el albergue de la escuela Revolución, Rafaela Calderón es una de esas mujeres golpeadas por el campo y el temblor: "Ya desde antes no hallábamos qué hacer, no había limones que cortar y ahora esto".

Veinticinco pesos por caja que, en tiempos de escasez, representa andar todo el día pepenando los frutos para lograr juntar una caja: "No da. Por eso mi marido anda por allá en Tecomán con su guitarra para ver si con la cantada completamos para alimentar a las seis criaturas". La cosa no le va mejor en tiempos de abundancia, cuando los coyotes concentran la bonanza, pues entonces el precio por caja es tan sólo de 10 pesos.

Dora Alicia Valenzuela y Elías López Pérez informan en el mismo albergue que sus casas no tienen daños, pero están en ese sitio porque Protección Civil de Colima evacuó el balneario de Cuyutlán, por donde viven, desde el miércoles pasado, un día después del sismo.

"Nos dijeron que se podía salir el mar y que era mejor que nos viniéramos. Ahora no queremos regresar tan rápido, porque el mar se oye bien feo cuando tiembla. Se nos figura que se va a levantar una ola muy grande y que nos va a llevar", expresa Elías López, albañil.

El miedo de ambos tiene una razón histórica: en 1936 un terremoto que se generó en otra parte del planeta provocó un maremoto que intempestivamente arrasó con casas y personas.

Aquí en Armería hay operaciones conjuntas entre el Ejército y la Marina, que han asignado hombres para acelerar la limpieza de escombros, pues a diferencia de Villa de Alvarez, aquí sí están desperdigados por todo el territorio.

En el parque de la colonia San José, en el municipio contiguo de Tecomán, también de los ayuntamientos más pobres del estado, decenas de mujeres aguardan el inicio de las consultas públicas del hospital ambulante de la Universidad Autónoma de Guadalajara.

Los días pasan, pero la calma no llega aún a este pueblo costero, de los más sacudidos por el temblor, cuyo epicentro estuvo muy cerca de aquí.

Hay quienes algunos viejos padecimientos les han brotado con más fuerza, como Estela Alvarez, cuyos ataques epilépticos le han dado más seguido, a pesar de mantenerse con medicamento.

Junto con el equipo de 50 personas procedentes de Guadalajara llegaron cuatro sicólogas para buscar que la gente salga de la ansiedad intensa dejada por la tragedia.

Yuridia Gutiérrez, sicóloga en jefe del hospital ambulante, anticipa las terapias: catarsis, desahogo pleno de la angustia y de los sentimientos de culpa que deja, en los casos de pérdidas humanas, un terremoto de semejantes magnitudes.


Autoridades jaliscienses reportan 229 viviendas dañadas por el sismo del martes

Emergencia en 4 municipios de Jalisco

Damnificados de Zapotitlán exigen al gobernador entregue ayuda prometida

CAYETANO FRIAS, ERNESTO MARTINEZ Y JESUS NARVAEZ CORRESPONSALES

La Coordinación General de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación declaró en condición de emergencia cuatro municipios de Jalisco -Zapotitlán, Tolimán, Tonila y Pihuamo- afectados por el sismo del pasado martes. Con ello, podrán acceder a los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) para atender las necesidades de la población que incluyen, entre otras, alimentación y albergue temporal.

Mientras, en Zapotitlán, Jalisco, el gobernador Francisco Ramírez Acuña informó que la cifra de localidades afectadas en el estado llegó a 54, con daños estimados en 78.4 millones de pesos, aunque aclaró que todavía son datos preliminares, porque falta realizar peritajes en otras poblaciones.

Al escuchar el reporte de los daños causados por el sismo del martes pasado, la secretaria de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota, quien también visitó Michoacán y municipios de Jalisco como el de Tolimán, anunció que el gobierno federal canalizará 20 millones de pesos a más tardar el lunes próximo, para poder iniciar los trabajos de reconstrucción.

Ante unas 200 personas, precisó que 10 millones de pesos serán para la reconstrucción de vivienda, mientras que el resto serán para el programa temporal de empleo.

Las cifras del gobierno estatal volvieron a chocar con las presentadas por los ayuntamientos, porque aquel reportó sólo 229 viviendas con destrucción total en los 54 municipios afectados.

Sin embargo, Rogelio Alvarez González y René Durán Venegas, alcaldes de Zapotitlán y Tolimán, respectivamente, precisaron ante la funcionaria federal que en el primer municipio había 262 casas destruidas, y en el segundo 150.

El balance oficial señala que son 54 municipios los afectados por el sismo, el fallecimiento de dos personas, hay 10 mil damnificados y se contabilizaron mil 461 viviendas con daños estructurales, 229 de ellas destruidas totalmente.

El gobierno estatal estimó que para reconstrucción y reparación de las 229 viviendas se necesitan 14 millones de pesos.

Cuando Ramírez Acuña y Vázquez Mota llegaron a Zapotitlán fueron recibidos con gritos solicitando ayuda, además de pancartas exigiendo al gobernador que cumpliera con hacer llegar los apoyos a los verdaderos afectados.

Por la mañana, en el municipio michoacano de Coahuayana, Vázquez Mota anunció que se destinarán cinco millones de pesos a la reconstrucción de las comunidades dañadas en esa región.

En compañía del gobernador Lázaro Cárdenas Batel, Josefina Vázquez Mota indicó que tres millones de pesos se aplicarán en la reconstrucción de las viviendas dañadas y otros dos en un programa de empleo temporal emergente.

En total en siete comunidades resultaron dañadas 129 viviendas.


Llaman a emprender un movimiento nacional de "autoconstrucción" de casas

Las víctimas de los terremotos siempre son los pobres, afirma experto sismólogo

Los cambios tienen que ser hechos por la sociedad, porque "el gobierno no lo hará"

KARINA AVILES

El experto sismólogo Cinna Lomnitz, estableció que los terromotos no son los que matan sino los edificios y la vulnerabilidad acumulada. Los temblores como los del pasado día 21 o el del 85 van a seguir repitiéndose, pero las desgracias ocurren porque la gente no vive en lugares seguros.

"¿Quiénes son esas personas que mueren? Pues son los pobres que no pudieron construir una casa un tantito más resistente. Esa gente no debió haber muerto", subrayó.

Lomnitz dijo que urge emprender una acción nacional para acabar de una vez por todas con el riesgo sísmico. En ese sentido, planteó la puesta en marcha de un "movimiento de autoconstrucción" de vivienda, que además de todo contribuiría a reactivar la economía. "Claro que cuesta dinero, pero para eso es, para gastarlo en proteger la vida de los ciudadanos".

El investigador emérito del Instituto de Geofísica de la UNAM y Premio Nacional de Ciencias, sentenció: "Ya basta de echarle la culpa a los sismos como si éstos fueran los responsables de los fallecimientos de las personas. La gente que murió en el temblor de Colima falleció por el simple y sencillo hecho de no tener una vivienda que resistiera".

Entrevistado en el contexto de la presentación del libro Los sismos en la historia de México, volumen II, de la autora Virginia García Acosta, el científico recordó que el 30 de enero de 1973 ocurrió en Colima un temblor similar al del pasado martes, sólo que aquél fue de una magnitud menor, es decir de 7.3 grados y no ocasionó muertes.

En ese sentido, explicó: "Los sismos se repiten y vuelven a ocurrir una y otra vez y en el mismo lugar. No es cierto que no sepamos predecirlos. Lo que no sabemos predecir es la fecha en que éstos ocurrirán. Pero podemos afirmar con el ciento por ciento de certeza que se va a seguir repitiendo el sismo de Colima y vamos a tener otro 85. Se presentarán más sismos de magnitud siete o más".

El gobierno no "va a hacer nunca" cambios para hacer más segura la vivienda, así que "somos nosotros" quienes tenemos que realizarlo, aunque claro está que el aparato gubernamental tendría que apoyar, expresó. "Nosotros tenemos que tomar conciencia de que hay que forzar las cosas, si nadie le dice al gobierno ¡hágalo!, no lo va a hacer".

Durante la presentación de la obra de García Acosta, el director del Instituto de Ingeniería de la UNAM, Francisco Sánchez Sesma, destacó que es muy probable que muchas de las personas que murieron en Colima hubieran resistido si sus viviendas "hubieran tenido un poquito de amarres, columnas, varillas".

La investigadora del Instituto de Investigaciones Antropológicas, Linda Manzanilla, destacó la importancia del libro Los sismos en la historia de México, volumen II, ya que permite reflexionar sobre las respuestas sociales frente a estos fenómenos y proporciona un marco conceptual para el análisis de los movimientos telúricos.

La autora de la obra, la historiadora Virginia García Acosta, explicó que el primer tomo hace referencia al material localizado en las fuentes históricas desde la época prehispánica hasta principios del siglo XX, el segundo tomo hace una lectura de este material por científicos sociales y, en un tercer tomo se hará una interpretación del material por los sismólogos. 

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