Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 23 de enero de 2003
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Cultura
El escritor y poeta inauguró el coloquio sobre el centenario de esa novela

La trascendencia de Santa es un enigma, dice José Emilio Pacheco

Su conferencia magistral fue a contracorriente de los demás académicos en el Colmex

''Federico Gamboa escenifica lo que debe resumir y resume lo que debe escenificar''

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

El único mito que ha surgido de la literatura mexicana nació en una mala novela, primitiva, moralista, con fallas estructurales, descuidos del lenguaje, anfibologías, escrita con un estilo cortado y premioso: Santa. Alrededor de esta premisa giró la conferencia magistral de José Emilio Pacheco, ayer, durante la inauguración del coloquio Santa, Santa nuestra, organizado por El Colegio de México (Colmex) para conmemorar los cien años de la obra más conocida de Federico Gamboa (1864-1939).

pacheco_santa02El hecho de que, pese a sus deficiencias, la novela trascienda y tenga repercusiones hasta nuestros días, es un enigma para Pacheco. El poeta y apasionado estudioso de la literatura mexicana del siglo XIX, fue la voz discordante en la conmemoración entre cuyos asistentes -escritores y académicos- predominaba una opinión favorable a Santa. Pacheco recordó que era adolescente cuando intentó leerla por primera vez, motivado por un amigo que le dijo que se trataba de una novela ''terriblemente erótica". No había tal: ''Me decepcionó porque no le encontré nada erótico".

Tiempo después, en 1977, el historiador Enrique Florescano propuso a Pacheco y Carlos Monsiváis hacer un estudio de la novela mexicana en el siglo XIX. Entonces Pacheco se acercó a Santa con ojos distintos a los del adolescente que buscaba una experiencia erótica: la encontró ''horrible". Ahora, 25 años después, a propósito de su participación en el coloquio y ''ante la abrumadora superioridad" de quienes ven en Santa una buena novela, la leyó de nuevo: ''La experiencia me ha enseñado que los otros y las otras suelen tener razón, y como iba a exponer ante ustedes que sí saben, que sí conocen, que son especialistas en esto, decidí verla de otra manera, pero la novela me pareció aún más horrible. En ese sentido me aparto de la opinión más autorizada y generalizada de ustedes".

Carencia de rotundidad

Contrario a Rafael Olea Franco, académico del Colmex que participó en la sesión inaugural del coloquio, José Emilio Pacheco sostuvo que la novela de Federico Gamboa no sólo presentaba fallas estilísticas o estructurales: ''Creo que el gran problema narrativo, no sé cómo lo ven ustedes que sí saben, es que Gamboa escenifica lo que debía resumir y resume lo que debía escenificar. Me sigue desconcertando por qué escribía de esa forma si es fama que hablaba maravillosamente bien. Yo pensaría que el problema es su falta de familiaridad con las lecturas en español. Leía en inglés y en francés, idiomas que hablaba perfectamente bien".

Aunque se identifica a Santa como una novela naturalista, Pacheco señaló que la obra contradecía esa definición por su rebuscamiento. Recordó y suscribió la crítica hecha por Victoriano Salado Alvarez, contemporáneo de Gamboa: descuidos en el uso del lenguaje impasables en cualquier escritor, un estilo cortado, premioso, lleno de anfibologías y defectos, carente de rotundidad.

''Cuando dije que Santa era horrible -se remitió Pacheco a su crítica de 1977- por lo menos tuve precaución de decir que atacar a Santa era como pintarle bigotes a la Mona Lisa, uno iba a pasar y Santa iba a seguir ahí a pesar de todo. Tan indefenso como Gamboa en 1977, lo estoy yo en 2003. Nadie puede prever el contexto futuro."

José Emilio Pacheco también cuestionó los sesgos machistas y moralistas de la novela, donde se ve a la prostituta como representación de las fantasías masculinas, carente de deseo y libertad sexual propias, pero que, por otro lado, tiene que ser castigada: ''Gamboa condena y persigue a las prostitución y persigue a Santa, cuando se está dando un fenómeno que se va a repetir después con la Revolución en que la gente bien, los ricos de México, casan a sus hijos con los vencedores. Es realmente la venta de hijas, pero eso no se ve como prostitución, porque está sancionada por la sociedad. Por eso es tan extraño el triunfo de Santa''.

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