Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 23 de enero de 2003
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Cultura
Homenaje a toda una época en el festejo por el cincuentenario de ese teatro

Salvador Novo regresó a La Capilla y brindó por la pasión y el arte

Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe, entre otros, representaron una tertulia para recordar al poeta y dramaturgo Debemos evaluar su genio, dijo la creadora escénica

capilla_aniversarioMONICA MATEOS-VEGA

Del brazo de Dolores del Río, Salvador Novo volvió ayer al teatro La Capilla, su ''casa de trabajo". Ha pasado medio siglo desde que el poeta y dramaturgo puso ahí la primera piedra, pero la invención sigue floreciendo en cada rincón de la casona ubicada en el número 13 de la calle de Madrid, en Coyoacán: también cruzaron el umbral para celebrar el aniversario del foro María Félix y Jorge Negrete, Diego Rivera y sus dos Fridas, Pita Amor y Emilia Guiú.

Se trató no sólo del festejo por los 50 años de vida artística de ese lugar (La Jornada, 19/01/03), sino de un homenaje a toda una época, al estilo de la creadora escénica Jesusa Rodríguez, heredera del proyecto de Novo, quien en complicidad con Liliana Felipe, Ofelia Medina, Tito Vasconcelos, Alejandro Calva, Ana Francis, Cecilia Sotres, Marisol Gasé y Nora Huerta representaron una de las muchas tertulias en las que participó ahí el autor de La guerra de las gordas (1963).

Semana del Respeto a lo que Sea

Antes de comenzar la comida (cuyo menú incluyó platillos creados por el propio Novo), el escritor Carlos Monsiváis decretó la Semana del Respeto a lo que Sea. Acompañada por la periodista Elena Poniatowska, llegó Mariana Frenk, ''una joya de 104 kilates", dijo Jesusa en referencia a la edad de la traductora, quien aseveró:

capilla_aniversario04''Soy la única aquí que es una auténtica contemporánea de Los Contemporáneos."

También estuvieron presentes los alumnos consentidos de Novo, Rosa María Moreno y Héctor Gómez, el cual recordó que en La Capilla se reunían cada 28 de diciembre con su maestro para leer poemas ''serios y pelados. Nos hacíamos llamar Los Arpíos".

Gómez leyó los versos que más le gustaban a Novo: ''Desde que el huevo se me hinchó derecho/ tanto disminuyó mi donosura/ que paso rara vez del dicho al lecho./ No vale ya darme golpes de pecho/ pues esta menopáusica criatura/ privada de vigor sólo procura/ rendir al mingitorio su provecho".

Descubrir tesoros ocultos de Novo

Jesusa consideró que los 50 años de La Capilla representan ''un buen momento para revisar qué pasó con la figura de Novo en ese tiempo, pues fue muy satanizado por su amistad con Gustavo Díaz Ordaz. Hay quienes dicen que en 1968 Novo estuvo al lado del Díaz Ordaz; hay quienes dicen que no, que el poeta se deprimió mucho cuando se dio el malentendido y fue rechazado por los intelectuales de la época.

''Creo que hay que ver desde su brillantez a la figura de Salvador Novo, por su inteligencia y su nivel de reflexión, pues aportó a México lo que muy poca gente ha hecho. Por ejemplo, para el teatro Novo es un pilar importantísimo.

''Hay que deslindar su talento de sus errores, porque todos los hemos cometido. Hay que evaluar lo bello de Novo y su genio, el cual volcó a su país. Dejó muchos tesoros ocultos que hay que seguir descubriendo para verlos brillar otra vez."

frenk_poniatowskaAl festejo también acudieron familiares del poeta, admiradores de su obra y quien se ha encargado de preservar el espíritu de la casona de Madrid 13: Salvador López Antuñano, anfitrión de la reunión en la que estuvieron presentes, entre otros, el dramaturgo José Solé y la familia Pérez Jácome, ''propietarios del jardín de Salvador Novo, promotores entusiastas que fundaron la Asociación Civil de Amigos de Novo".

Poco antes de partir el pastel del cincuentenario, Héctor Gómez leyó otro poema predilecto de su mentor:

''Gracias señor, porque me diste un año en que ha brillado tu luz en mis ojos ciegos, gracias porque la fragua de tus juegos templó en acero el corazón de estaño, gracias por la aventura y por el daño, por la espina y la flor, porque tus ruegos redujeron mis pasos andariegos a la dulce quietud de tu rebaño, porque en mí floreció tu primavera, porque otoño maduró en mi espiga, el invierno guarece y atempera, y porque entre tus dones me bendiga, compendio de tu amor, la duradera felicidad de una sonrisa amiga."

La actriz Rosa María Moreno brindó: ''Por el amor y la pasión por el arte: ¡Salud por 50 años más!".

Y las copas de champaña chocaron en los aires mientras se escuchaba el vozarrón de Tito María Vasconcelos Félix: ''¡Nos vemos en 50 años, chicos!"

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