Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 23 de enero de 2003
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Fotos del Día
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas 
  

Economía

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Peso tambaleante

El tipo de cambio pone nervioso a Gil Díaz
Banamex pide definición al gobierno

A LOS NADA agradables, y para muchos infundados, bamboleos que sufre el tipo de cambio del peso, el Banco de México tácitamente respondió que las reservas internacionales del país no sólo están en el nivel más alto de su historia, sino que su acumulación se mantiene incólume.

AYER, EN SU punto más alto, el tipo de cambio del peso frente al dólar se ofreció a 11.05 unidades, mientras que el Banco de México informó que las reservas internacionales del país sobrepasan los 48 mil millones de dólares. La lógica, pues, sería que, con todo y libre flotación, el país contara con una divisa sólida, amparada por un impresionante volumen de reservas.

SIN EMBARGO NO ha sido así y la moneda mexicana se mantiene dando tumbos y, por tanto, poniéndole los pelos de punta a más de uno. El secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, ha dicho que "el peso se ha venido comportando como un espejo de la relación entre el dólar y el euro. Si el primero se deprecia respecto al euro, el peso se deprecia respecto al dólar...", aunque no todos comparten su análisis.

EN ESTE SENTIDO, Banamex -el otrora Banco Nacional de México, ahora de Citigroup-, por medio de su Departamento de Estudios Económicos, sostiene que "la elevada correlación del peso frente al dólar y del dólar con respecto del euro no tiene solidez conceptual ni tampoco en términos estadísticos de largo plazo. Creemos que al no estar justificado el movimiento de depreciación la paridad regrese (a un nivel inferior), pero no podemos soslayar que el mercado le ha dado solidez a la correlación en el corto plazo (...) Sería deseable que tal regreso del peso se dé independientemente de la suerte del dólar. Por ello, ayudaría un pronunciamiento de las autoridades financieras", aunque éstas han permanecido en silencio, salvo la no muy convincente versión oficial ofrecida por Gil Díaz.

EL DEPARTAMENTO DE Estudios Económicos de Banamex ha dado seguimiento al bamboleo del peso. En este sentido asegura que dicho movimiento se da en un entorno en el que "no hay evidencia de un deterioro relativo de la economía mexicana y donde, paradójicamente, mejora el balance de divisas del país; se cuenta con una menor vulnerabilidad ante el exterior y se fortalece la capacidad de pago, en dólares, del gobierno federal".

CITA, POR EJEMPLO, que la deuda externa del sector público ha disminuido y se ubica por debajo de los 80 mil millones de dólares; las reservas internacionales aumentan, lo que hace que el débito externo neto sea de sólo 30 mil millones, "nivel claramente bajo dado el tamaño de nuestra economía y del sector exportador". Adicionalmente, el petroprecio de la mezcla mexicana y las fuentes de ingreso en la balanza de pagos continúa siendo muy saludables.

ASIMISMO, EN 2002 la inversión extranjera directa sumó 13 mil 500 millones de dólares, monto favorable si se considera el entorno de estancamiento productivo de los pasados meses y el tamaño del déficit en cuenta corriente. Este último ha respondido a las condicionantes del ciclo económico, ha disminuido tanto en términos absolutos como relativos en la recesión, se mantiene en niveles bajos y crecientemente refleja la enorme vinculación productiva de nuestras manufacturas con las de nuestros socios del norte. "Como lo hemos sostenido en otras ocasiones, en estas circunstancias una devaluación no es estimulante de las exportaciones ni resulta amigable para el crecimiento interno".

LAS PREOCUPACIONES PARA el país, puntualiza Banamex, "derivan de un movimiento significativo y no justificado de la paridad; de un mayor riesgo inflacionario, dado el carácter tan abierto de nuestra economía; a que puede incidir adversamente en el proceso de formación de precios, incluidos los salarios, sobre todo si se presenta en épocas tan tempranas del año; y a que México reproduce la devaluación de un país -Estados Unidos- en la cual el tipo de cambio tiene un papel e incidencia totalmente distinto al nuestro. Además, las secuelas negativas sobre nuestro mercado interno no han desaparecido".

Y SI DE bamboleos se trata, qué mejor ejemplo que el aportado por Venezuela, en donde el gobierno de Hugo Chávez ordenó, a partir de ayer, el cierre del mercado cambiario por cinco días hábiles y la restricción de las operaciones de compra de dólares y las transferencias monetarias al exterior, con el propósito de atemperar la fuga de capitales que se observa.

EL ACUERDO OFICIAL, firmado por el Ministerio de Finanzas y el Banco Central de Venezuela, establece que las dos entidades dictarán, mediante convenio especial, "las normas relativas a la administración del régimen cambiario que se establezca", garantizando las operaciones necesarias para atender los pagos de deuda pública externa. Paralelamente, el gobierno de esa nación sudamericana decidió aplicar un recorte presupuestal (10 por ciento), prorrogar el impuesto a las transacciones bancarias y continuar con las operaciones de canje de deuda pública interna para suavizar sus pagos.

LAS MEDIDAS, DE acuerdo con un despacho de Reuters, buscan conjurar una inminente crisis fiscal, acarreada por la baja de los vitales ingresos petroleros a raíz del "paro nacional", promovido desde el pasado 2 de diciembre.

A LO LARGO DE los 52 días de dicho "paro", la divisa venezolana se ha depreciado en cerca de 30 por ciento frente al dólar y 46 por ciento en 2002. Reuters señala que una fuente del gobierno admitió que la "suerte del control de cambios creará un mercado negro, que distorsionará el precio del dólar y generará presiones inflacionarias extras".

DE NO HABER puesto en marcha las disposiciones cambiarias que se mencionan, las reservas internacionales venezolanas seguirían erosionándose. En diciembre de 2001 rondaban los 18 mil 500 millones de dólares y el 20 de enero de 2003 sobrepasaban -por muy poco- los 11 mil millones, una merma cercana a 40 por ciento, desplome aunado al del ingreso petrolero y al fortalecimiento de la fuga de capitales.

CON ESE RITMO, no hay economía que resista.

Las rebanadas del pastel:

EL GOBIERNO DEL presidente George W. Bush tardó en reconocerlo, pero felizmente ya explicó su objetivo guerrero contra Irak: "Si somos el poder de ocupación, la industria petrolera se mantendrá para el beneficio del pueblo iraquí y será operada para el beneficio del pueblo iraquí... Esa es una obligación legal que tendrá el poder de ocupación", dijo ayer el honesto y transparente secretario de Estado, Colin Powell.

[email protected]

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año