EL CAMPO ANTE EL TLCAN
Aplica México salvaguarda a importaciones de pierna y muslo de pollo de EU
Dan protección al sector avícola
El tratado comercial no ha fallado; existen mecanismos de defensa, dice la UNA
ANGELICA ENCISO, MIRIAM POSADA Y CAROLINA GOMEZ
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no ha fallado, porque a pesar de que no se ha dado una relación de reciprocidad, se han utilizado instrumentos como la salvaguarda a las importaciones estadunidenses de pierna y muslo de pollo -que a partir de este año entrarían a México sin arancel-, y con esto se protegerán los 120 mil empleos del sector, sostuvo César de Anda Molina, dirigente de la Unión Nacional de Avicultores (UNA).
Destacó que el TLCAN ofrece mecanismos para solucionar diferencias, y resaltó que el Diario Oficial de la Federación haya publicado ayer la salvaguarda bilateral provisional para pierna y muslo de pollo provenientes de Estados Unidos.
A su vez, el secretario de Economía, Fernando Canales, dijo que la salvaguarda de 98.8 por ciento a las importaciones de pierna y muslo de pollo procedentes de Estados Unidos es una decisión negociada entre productores mexicanos y estadunidenses, y será renovada si las condiciones lo demandan. El propósito es proteger los miles de empleos del sector y contribuir al saneamiento de la industria avícola nacional.
En conferencia de prensa, De Anda Molina puntualizó que el campo requiere un trato especial y diferente al que se da a otras actividades y aseveró que el TLCAN no es el origen de los problemas, sino "un factor más".
El TLCAN, agregó, ha dado crecimiento al sector, "vemos oportunidades crecientes de exportación y la avicultura no queda fuera", aunque las importaciones han sido mayores. Dijo que la industria busca exportar, porque "es injusto que hasta ahora sólo recibamos productos y no hayamos podido vender".
De Anda señaló que en Estados Unidos la población sólo consume la pechuga de pollo, y con esa venta los productores de ese país ya cubrieron sus costos de producción y el resto del producto es desecho y lo exportan a México a precios muy bajos, lo que representa una competencia desleal para la avicultura nacional.
El subsecretario de Normatividad, Inversión Extranjera y Prácticas Comerciales Internacionales, Juan Antonio García Villa, negó que Estados Unidos pueda aplicar una sanción como respuesta a la aplicación de la salvaguarda, porque como parte de la negociación los productores estadunidenses podrán introducir a México casi 50 mil toneladas de pierna y muslo de pollo a manera de compensación.
Explicó que se determinó aplicar la salvaguarda porque los avicultores mexicanos se encuentran en una situación crítica, y en caso de reducir el arancel de 49 a cero por ciento a partir de este año los daños serían sumamente graves. Consideró que sólo en 2003 se produciría una caída en los ingresos de avicultores de 56 por ciento, las ventas se reducirían 40 y el precio de venta caería 26 por ciento.
García Villa dijo que la investigación para definir la temporalidad de esta salvaguarda concluirá en seis meses, como establece el decreto, y entonces se determinará si dura tres o cinco años, como lo solicitaron los avicultores, porque "no se trata de protegerlos a ultranza, sino de darles tiempo suficiente para que sean competitivos".
Enfatizó que la aplicación de la salvaguarda es el primer paso en la utilización de éste y otros instrumentos legales del TLCAN y de la Organización Mundial de Comercio, y refrendó la postura oficial de no renegociar el capítulo agropecuario del tratado.
Rechazó que la aplicación del TLCAN haya sido un factor de desequilibrio para el campo y otros sectores productivos, porque la balanza comercial entre México y Estados Unidos había sido deficitaria, y a partir de 1995 el país "ha registrado un superávit en el intercambio comercial, que para 2003 se estima en 30 mil millones de dólares".
César de Anda señaló que la tendencia de crecimiento de la avicultura es de 5 por ciento anual, y si bien esto no se reflejará en una mayor generación de empleos, se espera mantener más de 120 mil empleos directos, y con los compromisos de ajuste e inversión habrá crecimiento de 2 por ciento.
Con el propósito de prepararse para la competencia, el sector deberá invertir en nuevas tecnologías, reconvertir las granjas, hacer nuevas plantas de procesamiento de pollo y de valor agregado de carne, indicó. Se calcula que los avicultores deberán invertir casi 10 por ciento del valor de facturación de la industria, que es de unos 200 millones de dólares al año.
