Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 23 de enero de 2003
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Política

''Todas las viviendas serán reconstruidas, pero eso se lleva un tiempito'', dice a damnificados

Tintes partidistas en la visita de Fox a la zona afectada de Colima

El Ejecutivo estuvo en un velorio Búscale, recomendó a una anciana que no tenía dónde dormir

JUAN MANUEL VENEGAS ENVIADO

Colima, Col., 22 de enero. La señora Estela González Larios murió cuando una barda le cayó encima. Tenía 65 años y su vivienda es una de las más de mil que quedaron totalmente destruidas en esta ciudad por el sismo del pasado martes por la noche. Hoy fue velada por sus hijos en el pequeño estacionamiento de una casa prestada por algún vecino...

Fue ésta una de las primeras escenas que se encontró el presidente Vicente Fox al recorrer esta entidad, la más afectada por el temblor. Los seis hijos de la mujer lloran, protegen el féretro de la multitud que sigue el paso del mandatario. Le piden que los ayude para que la séptima de las hijas de doña Estela, que vive como indocumentada en Estados Unidos, pueda venir al funeral sin riesgo de perder su trabajo.

Fox se persigna. Guarda silencio por unos momentos y ofrece empezar ''a moverse'' para atender esa solicitud... pero les dice que no crean que va a ser fácil, porque mucho depende de las autoridades estadunidenses.

La negra noche del martes en Colima, sin embargo, tiene otras historias. Se repite la desgracia en boca de sus habitantes, que amanecieron hoy con varias calles del centro prácticamente en ruinas. Eso fue lo que vio el mandatario. Y a pesar de su llamado a los medios a no enviar mensajes de tragedia, las mismas cifras oficiales son reveladoras: alrededor de 30 mil damnificados; 21 muertos (aunque extraoficialmente son 28 y aún se remueven escombros); 10 mil casas afectadas, de las cuales ''unas mil'' quedaron totalmente destruidas, y cientos de personasfox-colima1 en las calles, algunas cuidando lo que quedó de sus pertenencias; otras, muchas, buscando un albergue temporal.

En el centro histórico de esta capital se habla de 16 manzanas ''seriamente afectadas''. Y ahí estuvo Fox, entre el polvo y decenas de mujeres y hombres pidiéndole ayuda: ''Aquí está su prueba de fuego, señor Presidente'', gritó un sujeto que se identificó como El Buitre, líder vecinal conocido por ese alias hasta por el gobernador Fernando Moreno Peña. ''Cálenme, cálenme'', le regresó el Ejecutivo.

Y es que más allá de este intercambio -con tufo partidista por el origen de El Buitre-, Fox ofreció a cuanto colimense se le acercó resolverles ''todo el problema'' y que ''toda la vivienda se les va a reponer''. Sólo les pidió ''un poquito de paciencia, pues los problemas no se solucionan de la noche a la mañana'', pero por lo pronto el caso es que los colimenses no esperaban eso, sino que alguien les dijera dónde van a pasar la noche, porque la queja fue constante: no hay albergues.

Moreno Peña salió con que no hacen falta, porque ''aquí en Colima la gente no está acostumbrada a eso... sino más bien buscan la casa de un amigo o de un familiar''. Eso dijo el mandatario estatal... pero las peticiones al Presidente desmintieron su pretencioso conocimiento de las ''costumbres''. Y a pesar de lo dicho por Moreno Peña, la gente esta noche sigue buscando dónde dormir.

El presidente Fox viajó a Colima acompañado por su esposa, Marta Sahagún, y los secretarios de la Defensa, Ricardo Clemente Vega García; de Marina, Marco Antonio Peyrot; de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota; de Turismo, Leticia Navarro, y al final se sumó el titular de Gobernación, Santiago Creel, quien llegó directo de Washington.

En Coquimatlán, Fox y esposa mantuvieron el mismo mensaje: ''Todas las viviendas'' se repondrán o, en su caso, se reconstruirán. Pidieron una y otra vez tiempo y paciencia. También solicitaban mantener la calma y no alarmarse. ''Hay que correr la voz... todas sus casas serán reconstruidas... juntos vamos a resolver el problema... pero reconstruir una casa lleva su tiempito''.

Fox se veía animoso, y a eso vino, ''a dar ánimos'' a la población, a manifestarle su solidaridad y a ofrecer que el problema es atendible. Que así será para todos. Marta Sahagún, en el mismo tono, dijo que entendían ''el sentido de la urgencia'' y que confiaran en el compromiso del Presidente.

''La ayuda va a llegar''

Pero para ese momento ya empezó a pesar en el ambiente el tema electoral. Ya en Colima, durante el velorio a doña Estela, alguien había gritado: ''Vivan los principios del PAN... viva Vicente Fox Quesada''.

De inmediato, el panegirista fue callado con insultos: ''Ya no andes aquí con mamadas; sí, esas son mamadas'', le dijeron sus coterráneos.

De vuelta al municipio de Coquimatlán, otra vez aparecieron esas voces partidistas. ''De aquí salieron recursos y apoyos para su campaña... ahora ayúdenos, señor Presidente'', exigió la señora Marta Estela Castorena Juárez.

Fox Quesada se molestó. No había que meter aquí las cuestiones partidistas; contuvo a la mujer, que seguía echando en cara su apoyo a la campaña foxista. ''Ya, no le des toques partidistas'', la paró en seco el mandatario.

En Tecomán, tercer municipio visitado por la comitiva presidencial, el titular del Ejecutivo federal advirtió el riesgo de la partidización del problema. Sobre todo, los panistas lo hicieron evidente. Y se ganaron el regaño de Vicente Fox:

''Por ahí escucho los gritos del Partido Acción Nacional... y de otros partidos'' políticos, pero esto no tiene nada que ver con las cuestiones electorales... para atender a los ciudadanos ''aquí estará el Ejército Mexicano para asegurar que las cosas se hagan como Dios manda'', advirtió ya molesto.

''Bueno... dame un beso''

Con esa advertencia siguió el recorrido de trabajo de Fox Quesada por Tecomán, donde posteriormente se encontró con una anciana que se quedó sin casa y buscaba dónde dormir...

-Pues búscale -le sugirió Fox.

-No hay albergues...

-Pues un vecino o algún familiar -recomendó el Presidente

-Pero es que estoy sola

-Bueno, ya. No se preocupe, déme un beso -y con eso Fox cortó el diálogo.

La de esta anciana es otra historia del martes negro de Colima. Tan sólo de las que se encontró aquí el Presidente de la República.

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