Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 6 de enero de 2003
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Política

EL CAMPO ANTE EL TLCAN

Proviene del gobierno 40% de los ingresos del sector

Agricultores estadunidenses reciben hoy 80% más de subsidios que en 96

JUAN ANTONIO ZUÑIGA M.

Hoy día más de 40 por ciento de los ingresos netos de la agricultura de Estados Unidos provienen del gobierno federal de ese país bajo un esquema de apoyos directos que les permite a las grandes agroempresas inundar los mercados externos con precios hasta 46 por ciento por debajo de los costos de producción, revela un estudio del Institute for Food and Development Policy sobre la Ley Agrícola 2002 o Farm Bill.

Este proyecto de ley, firmado por el presidente George W. Bush el 13 de mayo de 2002, eleva a 248 mil 600 millones de dólares los subsidios a la agricultura estadunidense durante los próximos diez años, principalmente a ocho cultivos: algodón, trigo, maíz, soya, arroz, cebada, avena y sorgo. Ese monto significa un incremento de 80 por ciento comparado con la Ley Agrícola de 1996, señala.

El análisis es tajante en una de sus conclusiones sobre el impacto en los productores mexicanos que provocará el libre ingreso de productos agrícolas de los Estados Unidos al país: "no hay manera de que ellos puedan competir con los agronegocios estadunidenses que han sido subsidiados por el gobierno".

En términos anuales, los agricultores estadunidenses reciben 20 mil millones de dólares en subsidios directos por parte de su gobierno, cantidad 5.6 veces superior a la que integra el blindaje al campo, confeccionado por el gobierno mexicano en 2003 para atemperar el impacto de la libre importación de productos agrícolas procedentes de Estados Unidos.

Por cada dólar con que el gobierno mexicano protegerá este año a sus productores agrícolas, principalmente campesinos, el de Estados Unidos destinará 6.6 dólares para el mismo fin.

En aquel país sólo 2 por ciento de la población vive en el campo. De las 6 millones de granjas que había en la década de los treinta sobreviven menos de 2 millones porque "las pequeñas fincas han sido casi totalmente remplazadas por las grandes corporaciones agrícolas. Hoy día, 8 por ciento de las granjas representan 72 por ciento de las ventas, lo que se debe, en gran parte, a políticas muy similares a las que se enfatizan en esta ley", Farm Bill.

El estudio, elaborado por Anurdha Nittal y Peter Rosset, codirectores de los organismos estadunidenses Food First e Institute for Food Development Policy, apunta: "por medio del fortalecimiento de las herramientas y la autoridad de instituciones como el Banco Mundial, el FMI y los tratados de libre comercio, Estados Unidos abre mercados internacionales para sus exportaciones presionando a los países pobres para que desprotejan sus mercados eliminando subsidios y reduciendo tarifas".

Este tipo de mecanismos, afirma, "ha permitido que Estados Unidos inunde los mercados de otros países con su exceso de mercancías". Luego indica: "Ejemplos muy claros son los del maíz y los del trigo. Estados Unidos exporta maíz a un precio 20 por ciento y el trigo a un 46 por ciento por debajo del costo de producción. En consecuencia, los productores de maíz de otros países no pueden competir y han tenido que abandonar sus tierras". Inmediatamente después el estudio señala: " más de 80 por ciento de las personas pobres en México vive en el campo y más de 2 millones de ellos son agricultores de maíz".

En el marco de una desigual distribución de los subsidios gubernamentales en favor de los grandes agronegocios estadunidenses, la Ley Agrícola 2002 forma parte de la política diseñada desde los setenta por el gobierno estadunidense "para dotar de las herramientas necesarias a los gigantes del comercio de granos y cereales como Archer Daniels Midland y Cargill, y ayudarlos a capturar mercados alimenticios nacionales e internacionales", explica el estudio.

Por eso, precisa, "cada seis años nace una nueva ley agrícola diseñada para reducir los precios a los costos de producción o en ocasiones por debajo de ellos".

En el caso de la Ley Agrícola 2002, "la mayoría de los subsidios federales para el cultivo irán a terratenientes ricos, entre ellos a 14 de los diputados que escribieron la ley. Los subsidios se destinarán a corporaciones como Wesbaco (un conglomerado de productos de papel), a Chevron, a la compañía de seguros John Hancock y a personas cono Ted Turner, director ejecutivo de Time-Warner Entertainment; a Dan Donalson, corresponsal del canal ABC de la televisión estadunidense, y al multimillonario David Rockefeller, del Chase Manhattan Bank, pero no a los agricultores familiares", de Estados Unidos.

En el ámbito externo el impacto de esta ley -muy similar a las anteriores-"permitirá que Estados Unidos inunde los mercados a precios por debajo del costo de producción en el mercado mundial. Consecuentemente, los precios de los cultivos se depreciarán aún más, terminando así con los agricultores más débiles y obteniendo el efecto Robin Hood invertido. Esto es: robándole a las personas más pobres del mundo para enriquecer así a los agricultores estadunidenses".

Bajo esta perspectiva, parece que la eliminación de campesinos y agricultores mexicanos de esta actividad en su propio territorio sólo será cuestión de tiempo, de muy poco tiempo.

Con esta Ley Agrícola 2002 la situación previsible para los pequeños agricultores estadunidenses no es menos halagüeña. El estudio concluye: "al bajar los precios, los mercados se saturan de mercancías. La caída de los precios en el mercado crea la necesidad de utilizar subsidios para el agricultor, los cuales son ofrecidos solamente a los grandes agricultores. Los grandes terratenientes se enriquecen, ya que el precio de la tierra sube y las rentas también, y a los nuevos agricultores no les alcanza ni para comenzar una nueva cosecha.

"Así se crea una gran burbuja en la economía, que inevitablemente se revienta cuando los subsidios no son suficientes para compensar los precios tan bajos del mercado y los agricultores se quedan en la bancarrota. La verdad es que esta supuesta ventaja del libre comercio matará de hambre a nuestros agricultores."

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