Entre enero y noviembre de 2002 el gobierno le transfirió $72 mil 476 millones
Banca, lastre para contribuyentes; baja participación en el mercado de créditos
El otorgamiento de préstamos del sistema, en el peor nivel en la pasada década
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
El sistema bancario mexicano, prácticamente dominado por empresas extranjeras, se mantiene como un lastre para los contribuyentes mexicanos, mientras redujo su participación en el mercado de crédito al nivel más bajo al menos en la pasada década, de acuerdo con informes oficiales.
Entre enero y noviembre de 2002, el gobierno federal transfirió recursos para financiar los programas de rescate bancario por 72 mil 476 millones de pesos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. A partir de este año comenzarán a vencer los pagarés emitidos por el gobierno como parte del saneamiento de las instituciones de crédito iniciado después de la crisis de 1995.
La posesión de esos pagarés, por los que el gobierno paga a los bancos una tasa de interés promedio similar a la de los Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes), ha permitido a las instituciones de crédito obtener ingresos y elevar sus ganancias sin necesidad de asumir el riesgo de conceder financiamiento. La intención del gobierno federal es renegociar la liquidación de esos pagarés y extender su vencimiento en el tiempo, lo que permitirá a los bancos seguir cobrando los intereses casi de manera indefinida, según han comentado algunas fuentes del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB).
Ante la ausencia de estímulos para asumir riesgo y elevar el nivel de crédito a la economía, puesto que sus ingresos se nutren principalmente de los intereses generados por los pagarés del rescate bancario, las instituciones financieras han perdido paulatinamente participación de mercado en el sistema.
De acuerdo con información del Banco de México, en 1994, un año antes de la crisis financiera, el crédito bancario representó 73 por ciento del total del financiamiento canalizado a la economía del país. El otro 27 por ciento era otorgado por instituciones financieras no bancarias, como las Sociedades Financieras de Objeto Limitado (Sofol), arrendadoras y afianzadoras, entre otras.
En 2002 la relación fue distinta: ese año, sólo 43.7 por ciento del crédito correspondió a la banca comercial (ya en propiedad de extranjeros, salvo Banorte) y 56.3 estuvo a cargo de instituciones financieras no bancarias.
"Las cifras del Banco de México indican que la demanda de crédito se ha mantenido razonablemente fuerte (después de la crisis de 1995) y que las fuentes alternativas de financiamiento han capitalizado las oportunidades dejadas abiertas por los bancos", comentaron Héctor Chávez y Rafael Camarena, analistas de Santander.
Como ejemplo de la pérdida de terreno de la banca en la oferta de crédito, la información del Banco de México detalla que en 1995 las instituciones bancarias formales concentraban la totalidad del financiamiento hipotecario en el país, mientras que ahora una quinta parte de ese mercado está en poder de las Sofol.
En el caso de las actividades industriales, en 1995 el sistema bancario privado proporcionaba 64 por ciento del crédito total a este sector, cifra que disminuyó a 38 por ciento el año pasado.
Repunte en el ramo de vivienda
La construcción y el financiamiento para la compra de vivienda se perfilan como dos de las actividades de mayor crecimiento en la economía en 2003, indicaron expertos bancarios, quienes advirtieron que existen condiciones de estabilidad financiera para esperar un aumento en los préstamos a este sector, castigado por la falta de crédito en los años recientes.
Según el Banco de México, el financiamiento de la banca privada a la compra de vivienda tuvo una contracción de 11 por ciento en términos reales en el pasado año. La escasez en este rubro contrasta con otros segmentos, como el de consumo, que en el mismo periodo registró un incremento de 30 por ciento, también en términos reales.
En el programa económico para 2003, el gobierno federal anticipó que la construcción de vivienda será una actividad considerada clave para impulsar el mercado interno y generar fuentes de empleo. Nuevos programas de la banca comercial que estarán vigentes a partir de este mes ofrecerán estímulos para el financiamiento y la compra de viviendas.
La Asociación de Banqueros de México (ABM) estimó que sus afiliados otorgarán 80 mil créditos hipotecarios entre 2003 y 2004. La suma, de concretarse, representará un avance respecto de los préstamos otorgados en los pasados dos años, que han sido alrededor de 20 mil.
Los nuevos programas bancarios, que incluyen la posibilidad de que instituciones privadas financien la compra de vivienda media por medio del Infonavit (ahora sólo hay crédito en este mecanismo para unidades con valor inferior a 490 mil pesos), harán más dinámica la construcción de vivienda y ello contribuirá a la generación de empleos, comentó al respecto la ABM.
En el primer trimestre de este año, la ABM y el Infonavit definirán los mecanismos para que entre en operación un programa, concretado en diciembre pasado, para impulsar una mayor generación de créditos para derechohabientes del instituto con ingresos medios. Ello permitirá que a través del organismo público la banca conceda préstamos para la adquisición de vivienda hasta con valor de 835 mil pesos.
"A pesar de la actual coyuntura económica, las tendencias son favorables para la demanda de vivienda en 2003", estimó el grupo financiero BBVA Bancomer. La opinión está sustentada en la reducción en las tasas de interés de referencia, ahora inferiores a 8 por ciento, cuando hace dos años eran de 18 por ciento, y a un incremento marginal en el poder de compra de los salarios promedios, ocurrido entre 2000 y 2002, de acuerdo con el intermediario financiero.
