Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 2 de enero de 2003
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Política

Se prevé que Juan N. Silva Meza sea designado en votación dividida

La SCJN elige hoy nuevo presidente

El ministro mantedría una política de cambio con bajo perfil en el Poder Judicial

JESUS ARANDA

Los 11 ministros que integran la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) elegirán hoy a su presidente en sesión pública en la que, de no suceder algo extraordinario, Juan N. Silva Meza será electo por votación dividida.

Será la primera vez que el presidente de la Corte sea electo "sin que haya línea del Ejecutivo", ni que "los dados estén cargados a favor de un ministro" -como ocurrió en enero del 2002, cuando era de todos conocido que Genaro Góngora Pimentel sería quien presidiría el rumbo del Poder Judicial-. En esta ocasión los dos principales candidatos, Silva y Guillermo Ortiz I. Mayagoitia, llegan a la sesión del pleno en igualdad de circunstancias, sin haber hecho campaña abiertamente y con el reconocimiento de propios y extraños.

Sin embargo, de acuerdo con información obtenida en el máximo tribunal, el cabildeo a favor de Silva Meza le permitiría obtener el respaldo mayoritario de sus colegas por encima de Ortiz Mayagotia, a quien se considera como el jurista más completo de los once ministros y a quien nadie escatima méritos profesionales para ser el presidente número 64 en la historia de la SCJN desde 1825.

Aun cuando oficialmente Góngora Pimentel deja su cargo hoy, la sesión será presidida por el ministro decano Juventino V. Castro y Castro, quien abrirá oficialmente el pleno.

Primero se procederá a una votación secreta en la que cada uno de los ministros sufragará por quien considere el idóneo.

En ocasiones anteriores ningún ministro ha obtenido la mayoría de seis votos que se requiere, por lo que los dos que hayan recibido el mayor número de sufragios pasarán a una segunda ronda. Se prevé que Silva y Mayagoitia serán los que avancen.

A principios de diciembre los ministros integrantes de cada sala (cada una cuenta con cinco ministros; Silva es presidente de la primera y Mayagoita integra la segunda) se habían alineado con su compañero. Esto dejaba en manos de Góngora Pimentel el voto decisivo.

Los últimos días del año permitieron que los integrantes de la primera sala -Olga Sánchez Cordero, Juventino V. Castro, José de Jesús Gudiño Pelayo y Humberto Román Palacios-, lograran un voto de sus compañeros de la "otra" sala.

De ser así, se estima que Vicente Aguinaco Alemán, Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Mariano Azuela Güitrón o Juan Díaz Romero votarían por Silva en lugar de Mayagoitia, con lo que el voto de Góngora no sería el decisorio.

Diferencias entre los principales candidatos

Aunque Silva Meza (13/09/44) es mayor tres años que Mayagoitia, fuentes de la Corte consideraron que representa el "justo medio" entre la apertura que tuvo el Poder Judicial de la Federación bajo el mandato de Góngora (1998-2002) y el "regreso" a los tiempos en los que este poder se mantenía alejado de los reflectores políticos y los actores sociales.

Según los informantes, Silva mantendría una política de cambio en la judicatura federal con un "bajo perfil" hacia fuera, pero intenso en sus modificaciones internas; mientras que personal cercano a Mayagoitia reconoce que no se ha distinguido por impulsar cambios en la Corte, tribunales y juzgados.

Personal del máximo tribunal que conoce a Silva Meza afirma que la mayor virtud de éste es dar mayor valor a la justicia que a la legalidad; es decir, cuando tiene conocimiento de un asunto falla de acuerdo con su convicción de lo que es justo y después viene la valoración jurídica para que "cuadre" la sentencia.

Mientras que en el caso de Mayagotia se destaca porque estudia cada asunto de manera meticulosa y se preocupa porque se respeten la técnica jurídica y el derecho como tal.

A pesar de que ambos son reconocidos entre jueces y magistrados, en su momento Silva Meza generó controversia cuando le tocó resolver la situación legal de los magistrados Gilberto Arredondo Vera y Eugenio Zamudio Alemán, quienes fueron acusados de los delitos de cohecho y contra la administración de la justicia, cuando dictaminaron auto de libertad a favor de Alejandro Braun Díaz, El Chacal, quien inicialmente había sido encontrado culpable del secuestro, tortura y asesinato de la menor Merle Yuridia Mondáin Segura, ocurrido en Acapulco en agosto de 1987.

Cuando la sentencia fue objeto de apelación y Silva Meza fue asignado a revisarla, no sólo la confirmó, sino que les aplicó la sentencia máxima posible.

Las diferencias entre los dos ministros respecto a lo justo y lo que jurídicamente procede quedaron de manifiesto con la resolución de dos de los asuntos más importantes que atendió la Corte en 2002: la constitucionalidad del artículo 334, fracción tercera del Código Penal del Distrito Federal, que establece que no se aplicará sanción por el delito de aborto, en el caso de alteraciones genéticas o congénitas o que pongan en riesgo la sobrevivencia del producto. El otro caso fue la resolución de las 321 controversias constitucionales en materia indígena.

En el primero asunto, Silva planteó que el aborto tenía que verse desde una perspectiva social y la llamada Ley Robles no pretendía legalizar el aborto ni fomentar su práctica, sino hacer respetar tres garantías individuales esenciales: el derecho a la maternidad libre, el derecho a la salud y el derecho de la víctima del delito.

Mayagoitia, por su parte, insistió en que la Constitución preserva ante todo "el derecho a la vida", y, al igual que sus compañeros que votaron con la minoría, alertó sobre el riesgo de que la referida legislación fuera el preludio para la legalización del aborto.

En el segundo caso, en el que el máximo tribunal determinó la improcedencia de las controversias constitucionales, Silva votó con la minoría y se pronunció porque la Corte "entrara al fondo del asunto".

En este tema. Mayagoitia votó por el desechamiento de los asuntos.

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