Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 31 de diciembre de 2002
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Política

Marco Rascón

Desde la selva del Chiquihuite

Escandalizados por la presencia campesina en la Cámara de Diputados, ni los medios ni las cámaras, ni el gobierno ni los partidos protestaron o demandaron legalidad frente a la insurrección de Tv Azteca, levantada en armas en el Chiquihuite, bajo el lema "Nunca más una concesión sin nosotros".

El argumento de hacer respetar un contrato privado mediante el uso de la fuerza constituye un precedente para el orden constitucional. ƑSe imagina si ahora el cumplimiento o la interpretación de los contratos privados en México son con base en el que tiene más armamento? ƑSe resolverán ahora los divorcios sin la sentencia de un juez, dejando hijos y propiedades al juicio de los cónyuges?

La primera declaración del comando Azteca desde el Chiquihuite manifiesta en sus diez puntos la justificación de sus actos. Esto es mío, mío por diez años, y al reclamar la validez de su contrato con CNI, no necesita de juez alguno para su interpretación, sino sólo reclamarlo en asonada.

Extrañamente, el gobierno federal ni se inmutó, ni mandó tropas ni comandos de reacción rápida. Vio la insurrección de lo más natural, como cuando la gente decente se araña la cara, y no sólo eso, dejó que el canal, concesionado, cambiara de operación sin ningún trámite.

Muchos se desconcertaron al ver la proclama Azteca transmitida por medio de Canal 40. Con estupor fueron vistas las imágenes del subversivo programa La Academia, cuyo lema y enseñanza fundamental es la lucha por el derecho a la ociosidad y éste como garantía del rating.

Ante el "injusto" reparto de las concesiones de radio y televisión, la insurrección del Chiquihuite se ha levantado en armas y, ante la inexistencia de leyes y tribunales en México, apeló a la Corte Internacional de Arbitraje con sede en París, pues tiene derecho a 51 por ciento de las acciones de CNI (aclaramos que no es el Congreso Nacional Indígena, pues esos no tienen derecho a ninguna concesión). Por estas y otras razones, el comando Azteca reasume la operación de Canal 40 y sin necesidad de ninguna orden judicial, como va, desde las montañas del Chiquihuite...

En este bonito país la oligarquía mediática, que ha doblegado a la clase política y los poderes públicos, ha entrado en una nueva fase de disputarse las concesiones tomando instalaciones. Los argumentos sobre deudas millonarias, en momentos que recibirán casi 10 mil millones de pesos en pago por tiempos de transmisión de las campañas de los partidos, plantea el problema de fondo, y es que los mexicanos ahora pagamos porque nos insulten y se reproduzca la vida en escándalo.

La insurrección del Chiquihuite es consecuente con la producción del odio que vienen realizando los medios electrónicos con su política informativa, y que ha hecho de la libertad de expresión la contribución más sólida a la descomposición social y la violencia.

Gracias a los presupuestos públicos, filtrados a través de los partidos políticos y los gobiernos que pagan como protección, la oligarquía mediática se considera un poder más fuerte que el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial, lo cual demostró el levantamiento armado en el Chiquihuite y la toma de la señal de un canal privado.

El silencio gubernamental es asombroso y ratifica el clima de impunidad, donde ahora no sólo guardias blancas se extendieron en el campo mexicano contra los campesinos, sino también son legitimadas las guardias empresariales para imponer interpretaciones de contratos, tomar instalaciones y reclamar derechos sin órdenes judiciales. ƑPor qué el comando Azteca no publicó los datos de los fallos judiciales en su favor de los tribunales mexicanos? ƑLe faltó espacio o dinero en sus declaraciones?

El país se descompone y esta tendencia avanza más rápido por arriba que por abajo de la sociedad. Los nuevos grupos económicos, al haber tomado por asalto el gobierno de la República, consideran que sólo la ley del más fuerte debe regir los destinos del país y que todas las fuerzas del orden deben estar a su servicio.

Si en Chiapas el Ejército reaccionó en febrero de 1995 reclamando militarmente el territorio zapatista pactado en San Cristobal, ridículo hacen ahora las fuerzas armadas y todas las policias cuando un comando armado llega hasta la zona de antenas del Chiquihuite y toma las instalaciones de un canal en transmisión. ƑQuién reclama con autoridad moral orden, seguridad y legalidad en este país?

La atrofia nacional vio cambiarse la programación de Canal 40 y vio la ocupación con La Academia y los noticiarios de Tv Azteca, aclarando que eso era de ellos y punto. Los encapuchados del Chiquihuite habían logrado su propósito y nadie pensó en comisionados ni revisión de leyes ni en gestiones de pacificación, pues en esta ocasión los dueños del país habían realizado un acto de justicia propietaria, que revela el tamaño y la dimensión del país que tenemos.

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