Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 30 de diciembre de 2002
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Sociedad y Justicia
Al año se presentan de 17 a 19 mil; despido injustificado, entre las principales causas

Desde hace una década no disminuye el número de demandas ante la JFCA

Según cifras oficiales, en 2002 únicamente estallaron 43 huelgas del ámbito federal

FABIOLA MARTINEZ

En el año que concluye sólo estallaron en el país 43 huelgas del ámbito federal. Es la cifra más baja en décadas respecto al número de emplazamientos.

Sin embargo, la "paz laboral" con que el gobierno foxista promueve la inversión se contrapone con el número de conflictos individuales, que desde hace una década permanece casi en el mismo nivel: de 17 a 19 mil demandas por año.

Es decir, la mayoría de los sindicatos ha negociado acuerdos para evitar huelgas, pero en las empresas persisten violaciones a la Ley Federal del Trabajo, situación que genera anualmente miles de quejas, en particular por despido injustificado y para exigir pagos por incapacidad permanente, pensión jubilatoria y diferencias en salario.

En 1999, por ejemplo, los tribunales laborales recibieron 19 mil 407 demandas particulares de trabajadores. Esta cifra bajó a 17 mil 919 en 2000 y para este año se espera una cifra similar al periodo anterior, toda vez que hasta septiembre -último dato disponible- se habían acumulado cerca de 15 mil.

De esa cantidad 3 mil 841 querellas son por despido injustificado, 4 mil 780 por incapacidad permanente y 2 mil 842 están ubicadas en el rango de "otras causas". No obstante, a ese panorama se agregarían miles que no son llevadas a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), porque los trabajadores temen comenzar una demanda que se prolongue por tiempo indefinido e implique elevados costos por la contratación de un abogado y otros derivados del cúmulo de trámites y audiencias.

Respecto a los conflictos de carácter colectivo, cifras de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) señalan que de diciembre de 2000 a la fecha se recibieron poco más de 14 mil emplazamientos a huelga, de los que sólo estallaron 82.

La estadística de la dependencia se basa en un comparativo de sexenios anteriores. En el periodo de los ex presidentes Miguel de la Madrid hubo 451 paros, con Carlos Salinas 274 y con Ernesto Zedillo 154, por lo que las 82 huelgas en el gobierno foxista son presentadas en documentos oficiales como un "logro" de la actual administración.

El titular de la STPS, Carlos Abascal, explica que el nivel mínimo de conflictos colectivos es consecuencia del "diálogo y la concertación" en las relaciones obrero-patronales, uno de los bastiones de la llamada nueva cultura laboral.

En la última conferencia de prensa de este año aseguró que el bajo nivel de paros se debe a la resolución de conflictos por la vía del diálogo.

"Me parece que formular juicios así de simples, como que la paz laboral está prendida con hilos, por el miedo de los trabajadores a perder su empleo, es injuriar a los trabajadores. Es decirles que por cobardía no rompen la paz laboral ni ejercen su derecho de huelga. Ese lenguaje es del siglo antepasado", aseguró.

Para Abascal, según se lee en Los ejes de la nueva cultura laboral, es necesario evitar los conflictos a través del diálogo y la concertación, "métodos idóneos para que las relaciones obrero-patronales se desarrollen en un clima de armonía. La resolución de controversias ha de sustentarse en los valores fundamentales de justicia, equidad y diálogo".

Lo cierto es que cada año disminuye el número de estallamientos de jurisdicción federal. En estados como Nuevo León (cuna del llamado sindicalismo blanco), desde 1989 sólo se han registrado ocho huelgas del ámbito federal. Incluso el último movimiento ocurrió en 1997.

La curva descendente en el indicador en cuestión se observa también en entidades tradicionalmente portadoras del mayor número de conflictos -por el número de trabajadores y empresas instaladas-, tales como estado de México y Distrito Federal.

No obstante, las causales para estallar una huelga persisten. La mayoría son abanderadas por sindicatos como herramienta de presión para obligar al patrón a revisar o firmar un contrato de trabajo, aunque por esta causa también los empleadores son objeto de extorsión por los "dueños" de sindicatos simulados que lucran con esta posibilidad.

En segundo término está la huelga por violación a contratos colectivos. En la mayoría de estos casos los emplazamientos son presentados por líderes sindicales para alegar desequilibrio económico entre los factores de la producción.

Sin embargo, el recuento estadístico es contundente: cada año disminuye el número de huelgas y, en consecuencia, poco a poco queda a raya el ejercicio de este derecho, bastión de la lucha obrera impulsada desde el siglo pasado para exigir mejores condiciones de trabajo, incluidos beneficios básicos como descanso dominical, salario mínimo, jornada de ocho horas y la posibilidad de que los trabajadores se asocien en sindicatos.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
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