Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 24 de diciembre de 2002
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Política
REPORTAJE /TRANSICION POLITICA EN MÉXICO

La STPS, reducto ultraderechista

Ex militantes de MURO y Yunque son hoy funcionarios públicos

Concebida como una entidad para lograr el equilibrio entre los "factores de la producción", la Secretaría del Trabajo se ha convertido, bajo la dirección de Carlos Abascal, en almácigo de líderes políticos provenientes de agrupaciones católicas y anticomunistas

ELIZABETH VELASCO

Grupos de extrema derecha con raíces históricas en la guerra cristera; semillero de líderes políticos, empresariales y de agrupaciones católicas y anticomunistas; opositores al carácter laico de la educación y promotores de dar mayor injerencia al clero en política, han tomado el poder desde la llegada de Vicente Fox a la Presidencia.

Los ideólogos del conservadurismo -mecenas de grupos vinculados al Opus Dei, Provida, la jerarquía católica, uniones de padres de familia y otros- dirigen secretarías de Estado, nutren de líderes al PAN y, desde el Congreso de la Unión, pugnan por aprobar reformas energéticas y laborales que favorezcan al capital extranjero y nacional.

De acuerdo con una investigación documental y diversos testimonios, la Secretaría del Trabajo (STPS), dirigida por Carlos María Abascal, constituye uno de los centros de reclutamiento de personajes provenientes de estos grupos que durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari tuvieron su periodo de anidación.

Además de Abascal, en esta corriente se inscribe Jorge Andrés Ocejo Moreno, presidente en los ochenta de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex); de la Comisión de Educación de esa central, organizadora de los encuentros entre el papa Juan Pablo II y los empresarios; legislador y secretario general del Partido Acción Nacional (PAN) de 1990 a 2002, miembro del consejo nacional panista desde 1988 y, a partir de abril de 2002, coordinador de asesores del titular de la STPS.

A ellos se suma Francisco X. Salazar Sáenz, ex senador potosino por el PAN, con una trayectoria de 20 años en la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF). Al frente de ésta en su estado natal apoyó en los setenta a César Nava Miranda, reconocido miembro del Movimiento Universitario de Renovadora Orientación (MURO), "ilustre" por su anticomunismo y métodos violentos en los sesenta.

El senador panista que en 2000 se expresó en tribuna en favor de la total prohibición del aborto, en enero de este año fue invitado a colaborar en la STPS como subsecretario de Previsión Social, en sustitución de Rafael Estrada Sámano.

Abascal ha incorporado a su equipo de colaboradores a ex directivos de Coparmex, central que encabezó como vicepresidente y presidente de 1993 a 1997. Sobresalen: María de las Mercedes Martínez, actual directora general del Registro de Asociaciones y Organizaciones Sindicales, y otros funcionarios de mandos medios.

Los vínculos de quienes desde la STPS trazan el rumbo en materia laboral se tejieron hace más de cuatro décadas en organizaciones empresariales, católicas, educativas y de extrema derecha (Edgar González Ruiz. La última cruzada. De los cristeros a Fox, Grijalbo, México. 2001)

Uno de los frutos que rindió el activismo de esos grupos fue la creación de Coparmex, sindicato patronal que inicia en el salinismo una fuerte campaña para exigir la reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT), la misma que reconocidos juristas y organizaciones sindicales (UNT, Fesebes, FSM, SME, y otras) denominan hoy como la "contrarreforma" laboral Abascal.

Ocejo dirigió la Coparmex de 1988 a 1991, luego de encabezar durante más de diez años un movimiento empresarial con miras a fundar un gremio patronal. Con Ocejo la Coparmex abrió brecha para las reformas a la Ley Federal del Trabajo prometidas en 1988 por Salinas de Gortari.

Varias propuestas ya se aplican en el mundo laboral; sólo falta formalizarlas mediante la iniciativa de reforma que a partir de julio de 2001 se elaboró bajo la dirección de Abascal.

Además de establecer más obstáculos al ejercicio de huelga y a la libertad y autonomía sindicales, esa iniciativa propone la "polivalencia" laboral que ha llevado a modificar los contratos colectivos -como el de Fonacot- para que los empleados realicen múltiples funciones; valida la contratación temporal bajo las figuras de "aprendiz" (en el país existió en 1930 y dio lugar a abusos laborales); a "prueba" y "en formación" (hoy llamada para la capacitación); la subrogación de servicios, con la cual se evade la cobertura de seguro social y prestaciones; aumentos al salario de acuerdo con la "productividad", así como máxima "flexibilidad" y "movilidad" laboral con el ajuste de la jornada de trabajo según las necesidades de las empresas.

Las propuestas de Ocejo impulsadas en los ochenta y noventa fueron bloquedas por las organizaciones obreras, en particular por el líder histórico de la CTM, Fidel Velázquez, situación por la cual no tuvieron éxito. Sin embargo, el corporativismo cetemista y del Congreso del Trabajo cedió al iniciarse los cambios, en julio de1995, cuando suscribió con Abascal, entonces dirigente de la Coparmex, el compromiso denominado Hacia una nueva cultura laboral, que dio inicio al proceso de flexibilización en el trabajo.

La nueva cultura laboral que impulsa la STPS contiene una serie de principios generales en lo que se sustenta: el "trabajo humano tiene un valor ético y trascendente"; el valor del trabajo debe asignarse por "la dignidad de la persona humana"; la "dignidad humana" está por encima de "sistemas económicos y administrativos"; la empresa es el sitio "mayoritario" del trabajo "donde confluyen trabajadores, directivos e inversionistas" que mediante "la solidaridad y su decidida participación favorecen la productividad".

Muchas de esas tesis son similares a las de la doctrina socialcristiana defendidas por la Unión Social de Empresarios Mexicanos (USEM) y el Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (Imdosoc), organizaciones dirigidas por Abascal y promovidas por agrupaciones de derecha.

La USEM fue creada en 1957 por el Secretariado Social Mexicano (institución impulsada por el Episcopado) para hacer frente al marxismo y a doctrinas "socializantes". Entre sus fundadores sobresale el empresario promotor de Bimbo y ex líder del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Lorenzo Servitje Serna. Este también patrocinó el Imdosoc, agrupación católica que durante los setenta fue apoyado por Desarrollo Humano Integral y Acción Ciudadana (DHIAC), impulsada por Jaime Aviña Zepeda, fundador del Comité Nacional Provida y ex diputado federal panista. Además de apoyar a esas instituciones, Aviña ha enarbolado la defensa de los intereses de la Coparmex.

Servitje Serna se distingue como prominente mecenas de otras agrupaciones como Yunque, organización de extrema derecha, anticomunista y violenta que en forma clandestina surge en los setenta de las cenizas de los mandos cristeros. Se le conoce también como promotor del boicot publicitario contra La Jornada y Canal 40 después de que se publicaron testimonios de abusos sexuales cometidos por Marcial Maciel, fundador de Legionarios de Cristo. Se vinculan a Yunque: Abascal, Ocejo, el presidente del CEN del PAN, Luis Felipe Bravo Mena, y unos 30 diputados panistas (Ricardo Fernández Candia, ex directivo de la Alianza Nacional para la Moral, y Marco Antonio Adame, ex presidente del grupo de derecha Testimonio y Esperanza, entre otros).

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