Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 16 de diciembre de 2002
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Política
ENTREVISTA /TEODORO PALOMINO, INTEGRANTE DE LA CNTE

Elba Esther Gordillo padece "trauma de la ilegitimidad"

"A LOS PUESTOS QUE HA OCUPADO LLEG0 TRAS UNA CADENA DE TRAICIONES"

El ascenso de Gordillo Morales como secretaria general del SNTE, en 1989, ocurre en medio de condiciones de polarización; el gobierno la impone y ella traiciona finalmente a su ex protector y mentor político y sindical, Carlos Jonguitud

JENARO VILLAMIL

El problema central de la profesora Elba Esther Gordillo es "el trauma por su falta de legitimidad. Ella lo traduce en un problema de misoginia en su contra, pero en realidad su historia representa la expresión más concentrada del machismo-feminismo", explica Teodoro Palomino, integrante de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y uno de los principales críticos y promotores de la comparecencia de la secretaria general del PRI ante la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado.

Viejo conocido y crítico de Elba Esther, desde su época como profesora en Ciudad Nezahualcóyotl y el inicio de su carrera sindical en la zona nueve, Palomino reconstruye, a partir de la reciente entrevista que realizó La Jornada con la ex dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), su ascenso en la sección 36 del valle de México y su problema de falta de legitimidad en cada uno de los puestos a los cuales llegó "en una larga cadena de traiciones".

Palomino recuerda que en 1977 Elba Esther Gordillo llegó a ser secretaria general de la sección 36, como resultado de una "imposición" de Carlos Jonguitud, entonces hombre fuerte del magisterio, ante la polarización de los dos candidatos institucionales: Adalberto Pérez Quintero, a quien le reclamaron que su plaza magisterial estuviera en Ciudad Juárez y no en el estado de México, y Carlos Anaya, posición de los inspectores de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

"Estos dos personajes se pelean durante el congreso seccional en San Juan Teotihuacán. El núcleo de delegados democráticos éramos no más de 10, entre los que se encontraban el profesor Ramón Couho. Ganamos en el pleno nuestras demandas, que eran 100 por ciento de incremento salarial, escalafón horizontal, mejores condiciones en escuelas y la rezonificación del sobresueldo a 100 por ciento. En el pleito entre Pérez Quintero y Anaya nosotros ganamos las posiciones", rememora Palomino.

palomino_ramirez_13A las 10 de la noche, una llamada de Jonguitud propone como candidata alterna a Elba Esther Gordillo, quien se había desempeñado como secretaria de Promoción Económica en la sección. "Con menos de 50 votos, de un total de 120 delegados, la nombran secretaria general. El repudio es generalizado. Eduardo Rosas, que venía en representación de la dirección nacional del SNTE, hace uso del micrófono y echa para atrás también las demandas que nosotros habíamos ganado. En ese momento le toman la protesta a Gordillo, y Jonguitud lo que hace es ajustar cuentas por medio de ella con los dos grupos perdedores", explica Palomino.

Al ser cuestionado sobre el origen "disidente" de Elba Esther, Palomino recuerda que ella proviene de la "disidencia institucional" dentro de Vanguardia Revolucionaria. Señala que ella participó en la zona nueve de la sección 36, con un grupo de profesores democráticos de tendencias trostkistas, encabezados por Armando Sánchez. Sin embargo, también los traiciona. "Ella, posteriormente, como secretaria general de la sección, los persigue. Su disidencia interna es ante la imposibilidad de acceder al enorme reparto del pastel de corrupción que Vanguardia manejó durante años.

"Ella fue abiertamente represora en la sección 36 porque persiguió a los grupos de Adalberto Pérez Quintero y de Carlos Anaya: a sus seguidores los cambió de lugar, les negó sus derechos escalafonarios. Muchos de ellos se montaron en el movimiento democrático, a finales de los setenta y principios de los ochenta. Por eso fue tan explosivo el movimiento magisterial en el estado de México", destaca Palomino.

El disidente magisterial recuerda que en la época de Elba Esther como dirigente de la sección 36 se rompen los acuerdos con la disidencia e impone a sus incondicionales, entre ellos a Tomás Montealegre Corichi y a Leonardo González Valera, quien era "su chofer" y después la releva en el mando de la sección 36.

Cuando asesinan a Misael Núñez Acosta, González Valera era el secretario general de la sección y Elba Esteher influía sobre las decisiones de la 36.

Palomino recuerda que durante el plantón de finales de 1980, antes de que sucediera el crimen de Misael Núñez, una comisión de los disidentes fue citada en el hotel Casa del Naranjo, en la colonia Santa María la Ribera de la ciudad de México. "Nos citan a negociar en un cuarto de hotel. Cuando entramos, los asistentes eran Ramón Martínez Martín (entonces secretario general del SNTE), Alberto Miranda Castro (quien después lo sustituye en el mando de la sección) y Elba Esther, con un vestido amarillo, en pose de maja", describe. En la comisión disidente estaban el propio Palomino y estuvo Misael Núñez.

"Misael y Elba Esther siempre tuvieron una relación de confrontación, como la de todos nosotros", indica Palomino, aunque admite que Núñez Acosta no formaba parte de la lucha magisterial disidente desde su inicio. Su labor estaba más relacionada con la gestión social y posteriormente se incorpora a las movilizaciones.

"En esa reunión nos imponen una solución para suspender el plantón: ampliar a cinco carteras el comité seccional para que nos integráramos. Al mismo tiempo, desde la Secretaría de Gobernación nos amenazan diciendo que hay más de 10 mil actas de abandono de empleo contra los maestros disidentes. Tuvimos que aceptar y, en la práctica, actuamos como dos comités".

Entre los cinco disidentes que aceptan integrarse a la dirección de González Valera estaban el propio Palomino, Germán Aguilar, José González Figueroa, Galdino Marín López y Juan José Altamirano. "Los vanguardistas organizaron grupos que todas las noches nos gritaban 'hueseros, hueseros'", reconoce Palomino.

En esas condiciones de división en la sección 36 -una de las más grandes del país, con cerca de 45 mil afiliados- se produce el crimen de Misael Núñez. Elba Esther, en la entrevista con La Jornada, publicada el pasado 13 de diciembre, recuerda que ella estaba convaleciente de una enfermedad y sugiere que Palomino y otros integrantes de la CNTE querían negociar con Jonguitud el cambio de la dirección seccional.

Al recordar el origen de su ascenso, Palomino desmiente que Elba Esther Gordillo fuera una mujer "riquilla" desde la época en que fue dirigente de la sección 36. Tenía sólo un carro y un chofer, aportados por el propio sindicato. "Su gran salto económico se da cuando es nombrada delegada en la Gustavo A. Madero, en la ciudad de México. Entre sus colaboradores estuvieron Carlos Salomón y Roberto Albores", este último posteriormente director de la Central de Abastos y gobernador interino de Chiapas.

Palomino subraya que el ascenso de Gordillo Morales como secretaria general del SNTE, en 1989, ocurre en una forma muy similar a su ascenso en la sección 36: en medio de condiciones de polarización, el gobierno la impone y ella traiciona finalmente a su ex protector y mentor político y sindical, Carlos Jonguitud.

El interés de cooptar a la disidencia del SNTE se vuelve a repetir en ese escenario. "La última vez que nos vimos -recuerda Palomino- fue en 1991. Ella me dice 'hay un puesto para ti' y hay la posibilidad de que regreses. Le rechacé su oferta. Nosotros no estábamos por cargos. Después, vía telefónica nos comienzan a acosar para que aceptemos, pero ninguno de los que participamos en la lucha del estado de México nos integramos".

La gran fortuna de Gordillo se acrecienta a partir de entonces, no antes. Hace referencia a la historia de la herencia de su abuelo millonario que vendía ilegalmente alcohol en Chiapas. Palomino explica: "alguien que acepta ser rica con dinero de procedencia ilícita está asumiendo que es limpiadora de herencias. Es lo mismo que sucede con el blanqueo de dinero".

Para el dirigente magisterial, en el origen de su fortuna también se trasluce el "trauma de la ilegitimidad" de Elba Esther Gordillo. "Tiene un problema de historicidad. Por más que quiera replantear su biografía, todos sabemos que a la sección 36, a la secretaría general del SNTE y a la Confederación Nacional de Organizaciones Populares llegó como resultado de una imposición, sin legitimidad".

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