Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 15 de diciembre de 2002
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Espectáculos
Presentó La cuchilla, su cuarto disco y el primero que ella no produce

Si ya no sorprendes dejas de hacer espectáculo: Astrid Hadad

La industria hace clones, "perdón pero no distingo entre Thalía y Paulina"

ARTURO CRUZ BARCENAS

La chetumalense Astrid Hadad presentó la noche del pasado miércoles el cuarto disco de su carrera, titulado La cuchilla, el cual contiene 10 temas que se suman al repertorio que la ha hecho la diosa del heavy nopal, la innovadora del folclor, la uyuyuy de lo exótico. El Gallo Centenario, sitio elegido para mostrar su nueva producción -ubicado en la calle República de Cuba-, estuvo a reventar. Cuando apareció encandiló a varios asistentes con los rayos de luz que despedía su vestido. La noche se llenó de sensualidad y ritmo.

Cantó todas las del nuevo cidí y otras clásicas que interpreta de vez en vez en La Bodega, de la colonia Condesa. Lo hizo, entre tragos de tequila, aplausos, gritos, risas, cerveza y unas bebidas que nadie supo cómo se llamaban (pero que eran gratis). Entre las piezas más gustadas se escucharon El charro morado, de Sergio Magaña; La mesera, de Esteban Navarrete; Lúdica mujer impúdica, de José de Molina, y Tiru liru lin, de Germán Valdés.

"Después de todo", 2002 fue positivo

En entrevista realizada en su camerino dijo que el año 2002 puede evaluarlo como "positivo, después de todo, pues ya se sabe que lo que no está en la tele no existe. No, muy bien, fue un año lleno de viajes y al fin logré sacar este disco, que pertenece a la disquera -Continental- y es el primero que yo no produzco".

-¿Implica otras reglas?

-Hubo libertad, pero sí hay que ajustarse. Las disqueras siempre tratan de abatir costos, pero me dieron libertad para hacer los arreglos, los cuales quedaron como yo quería. El cd se hizo entre gira y gira, entre trabajo y trabajo, porque desgraciadamente los que andamos en el underground no podemos dejar de trabajar nunca, ya que mucha gente depende de nosotros.

-¿Sigues en el circuito exterior (es decir, fuera de la industria)?

-Sí, soy una outsider. Todo lo que no está en la tele y no vende millones está en el underground. Eso es real, inevitable.

-¿Has mejorado la estética de tu espectáculo, la cuestión visual?

-En eso estoy. En el espectáculo que voy a presentar en La Bodega trato de hacer una retrospectiva de mi carrera. Mi lucha por superarme es constante. -No es tan fácil.

-¿Hay gente que se quedó con la Astrid de hace años?

-Ojalá no pase eso conmigo. Siempre quiero presentar cosas nuevas. Lo del heavy nopal ya está más que superado. Eso ha quedado demostrado en Lyon (Francia), en la bienal, donde hubo teatro lleno durante tres días; la gente que acudió es exigente y fue impresionante la respuesta; lo mismo ocurrió en Biarritz. Eso me da una idea de mi evolución.

Agregó que su nuevo disco tiene ciertas fórmulas comerciales.

-¿Fórmulas?

No sé, pero cuando escuchen el disco van a saber a qué me refiero. En La lúdica mujer impúdica hay un arreglo que es como cumbia norteña. Uno sabe que hay cosas que están en el gusto del público. Hay fórmulas, tonadas, que puedes hallar en lo que hace Alicia Villarreal, Los Tigres del Norte.

-¿Tus shows siguen sorprendiendo?

-Cuando ya no sorprendes no es espectáculo; se vuelve algo cotidiano.

-¿Perjudica la industria a los espectáculos?

-Creo que sí. Ahorita lo que (la industria) está haciendo eson copias, clones. Muy pocos se salvan. Perdón que lo diga, pero de pronto no distingo entre cantantes como Thalía o Paulina. Se visten igual. Shakira, aunque tiene buena voz, también se parece. No sé hasta dónde les dan libertad o si es que no tienen imaginación para poner otras cosas.

-¿Tú has copiado artísticamente a alguien? ¿Te has pirateado a alguien?

-Lo he intentado pero soy muy mala imitadora. Ese es mi problema, que nunca fui buena para imitar, aunque, por supuesto, no se trata de imitar, sino de elegir. Tengo mucho el espíritu de Tin Tan porque lo admiro muchísimo, y algo del estilo de Lucha Reyes, pero de eso a plagiarme algo, no.

"El colmo es plagiarse a uno mismo. Eso es lo que estoy intentando no hacer. Yo misma, en mis espectáculos, me digo que como ya no tuve más ideas, ahora hago una retrospectiva de mi carrera mientras se me ocurren otras cosas".

-La historia del arte es la historia del plagio...

-Pues sí. Creo que la lucha de un artista que se respete implica superarse a sí mismo. Lo más cómodo es quedarte con lo que tienes.

Los poderes femeninos

-El público que te sigue es crítico y no puedes engañarlo fácilmente.

-Exactamente. El show de enero será sobre diosas, sobre la diosa, porque me refiero a la vez al espíritu femenino creador y destructor, que fue la primera adoración que tuvieron los hombres, el primero que adoraron y que ha sido olvidado. Es traer un inconsciente colectivo sobre los poderes femeninos que está muy guardado.

-¿Sigues siendo la diosa de personas como Liliana Felipe?

-Hace mucho que no la veo. Sé que presentó un disco y ya iré a bajárselo.

-¿Te gustó cómo quedó tu disco?

-Sí, me divierte mucho. Ya sé que no me voy a ganar un Grammy, pero de todos modos éstos tampoco se los dan a lo mejor. Mis pretensiones tampoco son demasiadas. Puede servir para fiestas, cumpleaños, divorcios, velorios.

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