Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 28 de noviembre de 2002
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Economía

Cuestiona el gobierno de México las ''inequitativas'' y ''discrecionales'' reglas anunciadas

Discriminatoria, la apertura de EU a los camiones mexicanos

Se presentan obstáculos adicionales en seguros e impuestos, indican la SCT y Economía

El memorándum del presidente estadunidense no es más que una declaración: transportistas

VICTOR CARDOSO

El gobierno de México cuestionó la forma en que Estados Unidos pretende levantar la moratoria unilateral impuesta desde 1995 para la prestación de servicios transfronterizos de autotransporte de carga y pasaje. Consideró que a pesar de constituir un ''esfuerzo importante'', las reglas de la apertura contienen elementos discriminatorios y discrecionales y por tanto resulta una apertura inequitativa para los camioneros mexicanos.

En tanto, la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) consideró que el memorándum del presidente Bush para abrir el territorio estadunidense a los vehículos mexicanos ''no es más que una muestra de buena voluntad''.

Tras conocer la decisión del presidente Bush de iniciar el proceso de apertura en el autotransporte, las secretarías de Comunicaciones y Transportes (SCT) y de Economía (SE) emitieron un comunicado conjunto en el que manifiestan que ''el gobierno mexicano reitera que las reglas de apertura establecidas por Estados Unidos contienen elementos discriminatorios y discrecionales, en tanto no se aplican en igual medida a autotransportistas de Estados Unidos y Canadá. Insiste en que la solución a la controversia debe ser mutuamente convenida entre las partes, según lo estipulado en los artículos 2018 y 2019 del TLCAN. Asimismo considera que se presentan obstáculos adicionales en materia de seguros e impuestos estatales, entre otros, que se interponen a una apertura fronteriza efectiva''.

Desde ese punto de vista el gobierno mexicano reiteró que el proceso de apertura al autotransporte debe cumplir con tres objetivos principales: facilitar el comercio trilateral y los flujos crecientes de tráfico transfronterizo; salvaguardar la integridad del TLCAN y sus principios de equidad y reciprocidad, y garantizar una competencia justa y equitativa entre transportistas.

Escepticismo camionero

El director general de la Canacar, José Refugio Muñoz López, explicó que será ''imposible'' que los camiones mexicanos entren a Estados Unidos porque se mantienen las reglas ''discriminatorias y restrictivas'' establecidas por el Congreso de ese país en materia de seguridad, auditorías y seguros para vehículos y carga.

Tras cinco años de bloqueo unilateral, en diciembre de 2001 el presidente Bush decidió acatar las disposiciones del TLCAN en materia de autotransporte. Sin embargo, en abril de ese año el Congreso estadunidense emitió diversas disposiciones para autorizar al gobierno el presupuesto solicitado para realizar las inspecciones de empresas, camiones y choferes mexicanos, tanto en las carreteras de su país como en las instalaciones de las compañías en territorio de México. ''Y eso no ha cambiado'', afirmó Muñoz López.

Ante esa situación dijo que el gobierno mexicano debe mantener su postura de condicionar la apertura al autotransporte a tratamiento de equidad y de nacionales, así como hacer uso de sus facultades para convocar a un nuevo panel de controversias en el TLCAN, porque se impone una barrera no arancelaria al libre acceso al mercado estadunidense.

Como ejemplo de esas barreras no arancelarias está la exigencia -''discriminatoria''- de que los camiones mexicanos porten un certificado de la normatividad de fabricación establecida en Estados Unidos, la cual no existe en México; también la obligación de contratar seguros en Estados Unidos para chofer, vehículo y carga, pero las aseguradoras sólo están dispuestas a otorgar la cobertura con el aval o mediante contrato de una empresa estadunidense y que las empresas mexicanas estén dispuestas a aceptar que se les realicen auditorías en sus instalaciones en territorio nacional.

Por tanto, ''igual que en noviembre de 1995, cuando debió liberalizarse el autotransporte entre los dos países, el memorándum emitido ayer por el presidente Bush sigue siendo no más que una declaración'', concluyó Muñoz López.

Flota mexicana

Según cálculos de la Canacar sólo 20 por ciento de los 140 mil tractocamiones que conforman la flota de carga de México estarían en posibilidades de competir en el mercado estadunidense y en su mayoría pertenecen a las grandes firmas exportadoras.

Datos de la SCT indican que existen en el país 9 mil 250 empresas, de las cuales 7 mil están dedicadas al transporte de carga; 900 de transporte de pasaje y mil 200 a servicios de turismo.

En caso de abrirse la frontera para que ingresen los camiones de Estados Unidos, representaría una severa competencia para 83 mil personas físicas o pequeños empresarios conocidos como hombre-camión, que operan vehículos obsoletos, con un promedio de antigüedad de 16 años.


En qué consistió la presunta apertura al transporte

Washington, 27 de noviembre. Esta mañana el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, presuntamente había allanado el camino para que camiones mexicanos comiencen a circular por Estados Unidos, tal como establece el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

El secretario estadunidense de Transporte, Norman Mineta, ordenó, por instrucciones de la Casa Blanca, revisar las 130 solicitudes de empresas mexicanas de camiones de carga y autobuses que quieren operar en Estados Unidos.

''El presidente Bush ha cumplido con su promesa de abrir la frontera al tránsito internacional de camiones y servicios de autobuses regulares fronterizos. Esto ayudará a aumentar el comercio entre nuestros países'', declaró Mineta.

Bush decidió eliminar añejos obstáculos que habían impedido a los camiones mexicanos operar libremente en Estados Unidos, pero la decisión llega casi un año después de que dijera que deseaba que los camiones mexicanos ingresaran a las carreteras estadunidenses, en cumplimiento de una cláusula del tratado comercial.

Sin embargo, los camiones y autobuses mexicanos no circularán por las carreteras de Estados Unidos hasta que el Departamento de Transporte revise las solicitudes de las distintas empresas y les conceda permiso.

''Los vehículos y conductores mexicanos deben cumplir los mismos estándares que los operadores estadunidenses'', afirmó Mineta.

Dave Longo, un portavoz del Departamento de Transporte, dijo que los primeros camiones mexicanos podrían ingresar a las carreteras del país vecino ''en un mes más o menos''.

La decisión de Bush también se produce tras las conversaciones del secretario de Estado, Colin Powell, con el presidente mexicano Vicente Fox, en las que se habló de inmigración y otras cuestiones binacionales.

El año pasado, 63 mil camiones mexicanos cruzaron la frontera e hicieron 4.5 millones de cruces, según las autoridades.

Los camiones mexicanos obtuvieron, en forma teórica, el pleno acceso a las carreteras estadunidenses a partir de 2000, según lo establecido en el TLCAN. Sin embargo, el Congreso demoró su entrada en dos ocasiones por temores relacionados con la seguridad y ante la presión de grupos sindicales.

Un panel de arbitraje falló en 2000 que Estados Unidos estaba violando el TLCAN al negarse a cumplir esa cláusula, pero también autorizó a los estadunidenses a imponer medidas de seguridad.

Hasta la fecha, los camiones mexicanos están restringidos a una zona comercial de 32 kilómetros en los estados fronterizos de Estados Unidos, donde cargan sus productos en camiones estadunidenses que los trasladan a otros lugares.

AGENCIAS

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