Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 21 de noviembre de 2002
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Mundo

Asegura que los insubordinados han recibido dinero de empresarios venezolanos

Militar retira su apoyo a oficiales implicados en el golpe contra Chávez

Dispersó la Guardia Nacional protesta opositora que pretendía llegar al Congreso Nacional

PL, AFP Y DPA

Caracas, 20 de noviembre. El capitán Pedro Sánchez Bolívar, quien se había unido a los 14 oficiales insubordinados en la Plaza Francia de esta capital, anunció su separación y denunció que fue engañado, ya que el grupo está armado y en complot para desestabilizar el país con miras a que las fuerzas armadas tomen el control político.

Aseguró que sus integrantes han recibido dinero en grandes cantidades de los empresarios venezolanos, que han usado en su provecho personal, y están unidos con la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) para impulsar un paro general que derive en desorden, violencia y muerte, aun cuando no tenga éxito.

Explicó que decidió abandonar a los militares -implicados en el golpe del 11 de abril y atrincherados desde hace un mes en la Plaza Francia-, al conocer que en el sótano de ese lugar se guardan numerosas armas con miras a un plan violento diseñado por ellos.

Contrariamente a la invitación que le hicieron de buscar una salida democrática y pacífica a la crisis, dijo que el líder del grupo militar, general Enrique Medina, tiene un pacto con el dirigente de la CTV, Carlos Ortega, justamente para desestabilizar el país con un paro que genere violencia.

El objetivo, dijo Sánchez Bolívar, es lograr que las fuerzas armadas asuman el control político después de lograrse la desestabilización. En ese contexto, informó que Medina le pidió el pasado día 14 que distribuyera panfletos subversivos en el Fuerte Tiuna, la principal sede militar caraqueña.

Del mismo modo, le pidió que estudiara la posibilidad de lanzar una granada en las instalaciones de la tercera división de infantería y preparar un atentado contra la vida de un ex gobernante, que no identificó, para culpar de esto al gobierno.

En ese contexto, el capitán exhortó a sus compañeros a que eviten involucrarse en aventuras golpistas y terroristas, que sólo conducirán al derramamiento de sangre.

El líder de la CTV, Carlos Ortega, declaró por su parte que aspira a sumar a los militares, a los grupos empresariales y a los sectores políticos y partidistas para convocar a la huelga general por tiempo indefinido para forzar la renuncia del presidente Hugo Chávez.

El mandatario desestimó toda posibilidad de éxito de una eventual huelga nacional por tiempo indefinido en su contra; dijo que la recolección de firmas de la oposición para adelantar un referéndum sobre su permanencia en el poder presenta "vicios", y que un proceso de referéndum conlleva sus tiempos, acorde con la Cosntitución.

Por su lado, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, calificó hoy de "sumamente importante" que se haya celebrado una reunión entre funcionarios del gobierno de Chávez y las autoridades locales en torno a la intervención central de la Policía Metropolitana.

La decisión del gobierno de intervenir militarmente desde el sábado a la Policía Metropolitana desató una oleada de protestas de los sectores opositores, una de cuyas marchas fue dispersada la víspera con gas lacrimógeno por el ejército y la Guardia Nacional.

Incluso, los soldados también dispersaron a decenas de simpatiznates del gobierno que querían acercarse a la marcha opositora para enfrentarla con piedras, botellas y palos. Los opositores querían dirigirse al Congreso Nacional, mientras que los chavistas gritaban que "no pasarán" y otras consignas como "sucios asesinos".

Los líderes de la oposición, que han apelado al Tribunal Superior de Justicia contra la intervención, bajo el alegato de que es ilegal, se inconformaron porque la medida le quitó el control de la Policía Metropolitana al alcalde opositor Alfredo Peña.

El presidente Chávez calificó de "necesaria" la intervención de su gobierno del cuerpo policial local, al apuntar que se trata de una medida constitucional, válida y legal, que consideró debió haberse llevado a cabo desde hace tiempo.

Acusó también que "aquí en Caracas hay escuadrones de la muerte de la policía" y sostuvo que policías metropolitanos cambiaban balines de plástico por balines de plomo con sal para evitar la cicatrización de las heridas. Chávez aseguró que más de 90 por ciento de los caraqueños apoya la presencia de la Guardia Nacional "porque ha devuelto la normalidad y la paz a los ciudadanos", al referirse a la salida a las calles de ese cuerpo para evitar nuevos desórdenes.

En tanto, el Tribunal Supremo de Justicia instó a Chávez a promulgar la ley electoral que el mandtario envió al Congreso de regreso. Al mismo tiempo, una sala constitucional de ese tribunal hizo lugar a un amparo parcial contra la Ley de Tierras, que permite al Estado recuperar terrenos sin pagar indemnizaciones.

Por su lado Estados Unidos instó a Venezuela a evitar la violencia "a toda costa". Asimismo destacó, por medio del vocero del Departamento de Estado, Philip Reeker, la necesidad de encontrar una salida a la crisis política venezolana mediante el diálogo, y reiteró su apoyo a las gestiones que realiza César Gaviria.

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