Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 13 de noviembre de 2002
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Espectáculos

El roquero derrochó música por más de dos horas y 30 rolas que interpretó

Tras accidentada gira, Charly García volvió a cautivar a sus fans en Salón 21

CHAVA ROCK

Impresionante. Charly lo hizo una vez más: cautivó. El joven músico de apenas 51 octubres le sigue dando al rock una razón de ser. Pleonasmos: Charly-loco, Charly-genio, Charly-músico, Charly-roquero. Charly-es-Charly.

Pocos músicos latinos vienen a México con las ganas de morirse sobre el escenario. Charly es uno de esos contadísimos casos. Ahora que el pibe vino a darlo todo, precisamente ahora recibió un mal pago.

Prensa dura, exigente. Conciertos semivacíos. Gira cancelada. Es decir, como canta el propio Charly, "nos siguen pegando abajo". Cuando los golpes son abajo, muy abajo, es porque quizá se está arriba, muy arriba.

Así llegó Charly a México, muy arriba, a la siniestra del padre. En un principio se había programado una gira nacional: tocaría en Morelia, Puebla, Guadalajara, y cerraría en el Bulldog, en la capital mexicana. Todas las fechas se cancelaron. Sólo ofreció dos conciertos en el Salón 21, donde el grupo de seguridad contratado, llamado SOS, se portó en forma prepotente con varios fans, a los que golpeó.

Lo dejé todo por esta soledad

La pasada vez que Charly estuvo en tan tequilera tierra dio un memorable concierto en el Zócalo capitalino, acompañado por Mercedes Sosa. Un día antes tocó en el teatro Metropólitan. En la prueba de sonido de aquella tarde corrió por todo el teatro mientras cantaba; al llegar el momento del concierto sólo aguantó 40 minutos y se encerró en su camerino para salir directo al hotel. Esta es la razón por la que algunos fans temían que el argentino hiciera lo mismo, por ello no acudieron a las tocadas programadas y la gira se canceló abruptamente.

Charly llegó ahora con otro ánimo, con el ingenio y el humor por delante. En la conferencia anterior al concierto fue tranquilo, habló del rock actual en Argentina, de su nuevo disco, de la música.

La noche del viernes pasado ofreció el primero de dos conciertos. Rezo por vos abrió el toquín, rola compuesta con Luis Alberto Spinetta y que Charly escogió para que un puñado de 400 personas se arremolinaran frente al escenario, una gran mayoría de argentinos que vibraron con el tema del mítico artista.

Rodeado de teclados, tres a los lados y uno al frente, Charly se erguía desde el centro para dar vida a sus temas. Desde el principio se entendía que las cosas irían bien, pues el músico, al ver que el teclado de enfrente se tambaleaba, optó por darle un puntapié y tirarlo del escenario. Sus asistentes corrieron a reparar el daño. Charly ya estaba endemoniado, clavado en rolas como Dinosaurios, Cerca de la Revolución, Nos siguen pegando abajo (pecado mortal)... obras que lo han encumbrado y que rebasan por mucho sus excentricidades musicales. Porque incluso rolas como la nueva Tu vicio dicencharly_garciareuters2 mucho más que el suceso de aventarse de un quinto piso o tocar en la casa del ex presidente Menem (1999).

Rocío para un público sensible

Promesas sobre el bidet, No me dejan salir, Influencia, Parte de la religión, Yendo de la cama al living rociaron a un público sensible, que no quería perder ningún movimiento del flaco tecladista, quien salió al campo de batalla a matar o morir. Así como los cubanos saben que cuando Fidel Castro viste de militar hablará fuerte, de igual modo los roqueros sabemos que cuando Charly viste su pantalón a rayas negras y blancas su actuación será, por decir lo menos, memorable.

Velada fantástica. La cita fue a las nueve y media, diez de la noche. Charly antes había tocado dos horas en la prueba de sonido. Javi (quien fuera músico de La Revolución de Emiliano Zapata) no pudo abrir el concierto porque se tronó la planta de luz que ocuparía; esto hizo que Charly empezara la noche del viernes y terminara en las primeras horas del sábado. La noche se hizo día y nadie quería que se marchara el de bigote semicano, quien a mitad del espectáculo se metió algo por la nariz y algunos abajo del escenario siguieron su ejemplo. El rosario de canciones fue de casi 30 rolas, más de dos horas de música, con un corto intermedio.

Lamentablemente esta supuesta gira fue muy accidentada, como lo ha sido la vida del músico, tan es así, que el segundo concierto estuvo a punto de suspenderse, pues el promotor (el que contrató a Charly García) tuvo grandes pérdidas económicas y le salía más barato cancelar la segunda fecha que pagar nuevamente la producción del concierto. Sin embargo, Charly quiso tocar, y de su bolsillo (según cuenta Eric Neville, representante de la disquera del músico) pagó la producción para dar otro toquín.

SOS

Enrique Velasco, jefe de la compañía SOS, encargada de resguardar la seguridad en el Salón 21 en los conciertos de Charly García, al ser entrevistado informó: "Un grupo de fanáticos del músico argentino quería entrar al camerino, como no se les permitió el acceso los fanáticos comenzaron a insultar a los elementos de seguridad; de las procacidades pasaron a la agresión física, lanzando botellazos; al repeler la agresión un joven resultó con una torcedura de pierna. Además las supuestas fallas técnicas por las que se retrasó el concierto no existieron, pues Charly García se subió a hacer la prueba de sonido a las 22 horas y no dejó que pasara la gente".

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