Los militares apoyaban a Soda Stereo y a nosotros
nos censuraban: Los Prisioneros
Tras 12 años de separación, la banda chilena
de rock más popular se reagrupó y promueve en México
disco doble de sus conciertos en el estadio Nacional
DE LA REDACCION
Después de Los Jaivas, Los Prisioneros es la banda
más popular e importante que ha dado Chile, país roquero
de apenas 15 millones de habitantes, de donde han salido grupos como Los
Tres, La Ley y Lucybell. Ahora, Los Prisioneros se ha reagrupado, lo cual
fue todo un suceso en su país, donde se planeó un concierto
en el estadio Nacional, pero ante la demanda de boletos se tuvo que abrir
otra fecha para que el último día de noviembre y el primer
día de diciembre del año pasado el grupo actuara ante 140
mil almas en dos memorables noches.
Los Prisioneros se formó en 1979 y se desintegró
en el 90, precisamente cuando tenían la fama a sus pies. Doce años
después regresa y de sus dos conciertos en el estadio Nacional resultó
un álbum doble que recientemente se editó en México
y que presenta estos días en una visita promocional.
En la siguiente plática, el trío chileno
recuerda la etapa en que Soda Stereo iba a Chile a tocar apoyado por los
militares, mientras ellos eran censurados por las autoridades. Jorge González,
voz y bajo de la banda, nos habla también de su problema con las
adicciones y su desintoxicación en Cuba, tema real que muchos roqueros
hipócritamente se niegan a hablar.
Rencor hacia los argentinos
-¿Qué les dice el nombre de Augusto Pinochet?
-Es una imagen paterna fantasiosa de Chile. Fue una persona
que comandaba el país a su gusto; que un militar comande un país
no es lo más recomendable. Es un mal que marcó a muchas generaciones.
Aunque aún hay leyes que él estableció y que continúan.
El cambio más importante es que ahora no matan a la gente por pensar
distinto, pero las leyes se mantienen tal cual, las reglas son las mismas.
-En una ocasión Gustavo Santaolalla (productor
argentino) comentó que mientras ustedes tocaban en foros clandestinos,
Soda Stereo se presentaba en los hoteles más lujosos de Chile. ¿Es
cierto?
-Sí. Soda Stereo fue un grupo muy apoyado por el
aparato militar en Chile, así como la movida argentina en general,
con excepción de rebeldes como Charly García. Esto hizo que
nosotros sintiéramos un poco de rencor hacia el rock argentino,
porque ¿qué había pasado con el discurso de libertad
y todo lo que maneja el rocanrol? Estos artistas se venían comportando
como cualquier otro artista fresa, tenían el acceso a la
televisión, al festival de Viña del Mar y nosotros no. Nos
relegaban.
"Sufrimos mucho la censura. Hubo un momento (a fines de
los años 80) en que íbamos a hacer una gran gira, era muy
ambiciosa porque tocaríamos en muchas ciudades. Finalmente terminamos
haciendo sólo tres conciertos, que fueron los de la campaña
para el No a Pinochet".
-Si era el grupo más popular de su país,
¿por qué se separaron?
-Por tontos. Eramos jóvenes e inexpertos. Nuestros
orígenes son humildes. También fue decepcionante que se nos
dificultara tanto seguir con nuestra carrera, que no se nos dejara tocar,
teníamos prohibiciones para hacerlo. Además de que no existe
el poder económico que hay ahora. No estaba MTV, que ahora hace
más fácil que un grupo se escuche fuera de su país.
Desintoxicación en Cuba
-Jorge, ¿es cierto que fuiste a Cuba a desintoxicarte,
a curarte de tus adicciones?
-Cuando nos separamos Los Prisioneros, una de las maneras
de llenar el vacío de no tocar con la banda fue dedicarme a tomar
mucho ácido, mucho LSD. De hecho, en mi primer disco solista hablo
de mucho enamoramiento y cosas suaves porque consumí una gran cantidad
de LSD. Todo lo ves lindo y alegre, pero es algo que no recomiendo a nadie,
porque luego viene el bajón que produce mucha paranoia.
"La cosa se complicó más cuando me fui a
vivir a Nueva York, aunque ahí me pude mantener más sano,
porque en esa ciudad hay mucho menos droga que en Latinoamérica.
Después regresé a Chile, a la casa de unos amigos, donde
había mucha droga y ahí me enganché más fuerte.
Claro, al poco rato me di cuenta que estaba en problemas; quise salir de
eso porque a mí no me resultaba hacer música drogado; he
leído que muchas estrellas del rock se drogaban y hacían
música, pero a mí no me resultó.
"En Cuba el proceso de desintoxicación es bueno,
porque a los doctores de allá lo que les interesa es curarte, porque
no va a ganar más o menos por curarte; no es como en las países
capitalistas, como Chile, que al doctor lo único que le interesa
es mantenerte enfermo porque así le pagarás más tiempo.
Claro que no se puede desintoxicar uno en una ciudad como Santiago de Chile,
en la que toda la energía se enfoca al consumo de cocaína,
a que trabajes muchas horas por mucho dinero y consigas mucho sexo. Por
eso es bueno desintoxicarte en Cuba, porque encuentras una manera diferente
de ver la vida."