Nulos apoyos económicos para investigadores, dice

Este año, desafortunado para la ciencia mexicana: René Drucker

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

Como un año desafortunado para la ciencia mexicana, catalogó a 2002 el coordinador de Investigación Científica de la UNAM, René Drucker Colín, y señaló que los investigadores no vieron beneficio alguno de los mil millones de pesos que a última hora aprobó el Congreso de la Unión para este año.

Para el director del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), Rafael Loyola, este año fue de resultados "disparejos" porque el Conacyt dispuso de recursos adicionales, pero otras instituciones tuvieron reducciones importantes.

Científicos que acudieron a la inauguración de la Feria de Ciencia y Tecnología, en el Palacio Legislativo de San Lázaro, señalaron que este año tuvieron problemas económicos y manifestaron su preocupación sobre el siguiente, una vez que se anunció que habrá un presupuesto austero.

Drucker consideró que en caso de aprobar más recursos para la ciencia, los diputados deberían "etiquetarlos" para que una parte se destine a la ciencia básica y no haya posibilidad de gastar el dinero en otros asuntos.

"Los diputados deben etiquetar una parte del aumento y destinarlo a la ciencia básica, porque es fundamental para la generación del conocimiento."

Señaló que al Conacyt le ha faltado elaborar un plan de desarrollo realista y menos extenso que el Programa Especial de Ciencia y Tecnología, para que los diputados se den cuenta de que vale la pena invertir en el sector y, sobre todo, en hacer crecer la planta de investigadores.

Al hacer un balance de este año que está por concluir, consideró que fue "desafortunado", porque no ha habido apoyos económicos para los científicos. Explicó que muestra de ello es que la convocatoria para apoyar proyectos de investigación salió con cinco meses de retraso, lo que ha provocado un ambiente de incertidumbre en la comunidad científica.

En opinión del científico, está administración se está tardando mucho tiempo en dar resultados aunque reconoció que ha hecho una buena labor de cabildeo al llevar la ciencia a la Cámara de Diputados.

Por su parte, Loyola refirió que 2000 fue un año "disparejo", porque hubo sectores que se beneficiaron mucho con las reasignaciones presupuestales, tal fue el caso del Conacyt, que pudo incrementar los recursos para los programas de becas y posgrado.

No ocurrió lo mismo con los centros SEP-Conacyt que tuvieron un presupuesto inferior al de 2001, en algunos casos en 4 por ciento. Señaló que de última hora el director del Conacyt, Jaime Parada, les otorgó 200 millones de pesos más, pero esa cantidad resultó insuficiente.

Lo peor de todo, dijo, es que centros como el CIESAS, que consiguieron recursos externos, "están siendo castigados" porque, como ya tienen sus propios ingresos, el gobierno no les da más dinero.