Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 21 de octubre de 2002
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Política
ASTILLERO

Julio Hernández López

El fantasma de las alianzas

El PRI del nuevo Madrazo y el PRD del pragmatismo, en busca de unidad

Candidaturas de usar y desechar

LOS DOS PRINCIPALES partidos de oposición están emplazados a definir si quieren aliarse. Tienen frente a sí a un gobierno tambaleante e impreciso, que continuamente les ofrece la oportunidad de conformar frentes comunes, ya sea respecto de temas legislativos específicos o en estrategias electorales contra la pretensión foxista de hacerse en 2003 del control de San Lázaro y de varias gubernaturas. Suficientes figuras hay en ambos bandos con disposición para tejer acuerdos: el senador Jesús Ortega y el gobernador Ricardo Monreal podrían ser algunos de los más notables desde el flanco del sol azteca, y en el plano tricolor ha sido el propio presidente priísta, Roberto Madrazo, quien ha lanzado directamente la invitación a unir fuerzas. Por si faltaran circunstancias propicias para esas pretensiones conciliadoras, el reciente enfrentamiento de gobernadores no panistas con Los Pinos, Bucareli y Hacienda ha potenciado la idea de las alianzas posibles.

CON LA INTENCION de abonar ese camino, Madrazo presentó este sábado, en dos actos, una ceremonia de presuntas purificaciones políticas. En primer lugar pronunció un discurso impactante por su alta dosis de cinismo: según el ex gobernador de Tabasco, él y su partido estarían deslindándose (por esa simple vía oral) de las políticas neoliberales y de los "vicios del pasado". A partir de ahora, decía el converso Madrazo, los priístas volverían a ser honestos, transparentes en sus cuentas, autocríticos y luchadores "al lado del pueblo". El nuevo profeta de la decencia lanzó así, ya liberado de sus culpas originales, una convocatoria "a las fuerzas políticas de origen y principios democratasociales a pactar una gran alianza para construir el nuevo modelo de desarrollo de la nación". Sus limpias palabras establecieron, además, que "ha llegado el momento de construir nuevas mayorías políticas".

Tan acelerado y profundo habría sido el cambio que sus palabras habrían producido, que el dirigente priísta se sintió facultado para caminar de la parte del Monumento a la Revolución donde había emitido su salvífica alocución conmemorativa de la muerte de Plutarco Elías Calles hacia otro punto del mismo sitio arquitectónico, en el que a su vez perredistas y familiares recordaban la fecha luctuosa del general Lázaro Cárdenas. El nuevo Madrazo pasó a tratar de saludar a la viuda del ex presidente Cárdenas, doña Amalia Solórzano, entre imprecaciones de quienes no entendían que estaban frente a un milagro tabasqueño de arrepentimiento y nueva vida y no frente al candidato a gobernador que derrochó millones de dólares en su campaña electoral y que luego dedicó el erario de su entidad para negocios al estilo hankista y para escaramuzas electorales de toda índole, incluyendo las relacionadas con la lucha interna priísta por la candidatura presidencial de 2000.

El mismo sábado, Rosario Robles enderezaba contra el presidente Fox críticas duras. Falto de visión de Estado, ambiguo, torpe e irresponsable sería el ocupante de Los Pinos, según la descripción hecha por la presidenta nacional perredista. Y, así como Madrazo había presumido de éxitos electorales ("La derecha pierde terreno y la revolución gana en las elecciones: el bien común no puede estar por encima de la justicia social", había dicho el priísta), la economista nacida en Coahuila dijo que su partido ha entrado "en el camino de un mejoramiento de su imagen política ante los ciudadanos". En Guerrero, por ejemplo, el PRD es la primera fuerza política, dijo. Aún más, según Robles, los perredistas serían "los únicos con la autoridad moral para regresarle la dimensión ética a la política".

LAS PALABRAS Y el diagnóstico de la presidenta nacional perredista habrán de someterse en lo inmediato a la prueba de la congruencia. En aras de ganar porcentajes de votación que les permitan aparentar crecimiento y fuerza (y, desde luego, participaciones económicas gubernamentales), el PRD ha estado dispuesto prácticamente a lo que sea, participando en alianzas casi siempre contraproducentes y muchas veces vergonzosas (recuérdese Nayarit con el ampliamente previsible Antonio Echavarría, o Cancún con el ex abogado de Arturo Durazo, Gastón Alegre, por citar dos ejemplos entre cientos). Pero no todo pertenece a ese pasado que se podría olvidar mediante el conjuro de un discurso oportuno al estilo Madrazo: ahora mismo el sol azteca acoge a José Guadarrama y su Frente Democrático Hidalguense para que presenten candidatos a diversas presidencias municipales de Hidalgo (Guadarrama posee un denso expediente relacionado con marrullerías electorales cuando se hizo cargo de la operación comicial del PRI en 2000, tarea ésta en la que, a decir de algunos de sus compañeros de equipo, habría dispuesto de parte de los fondos que desde Pemex habrían sido destinados a las andanzas mapacheriles de las que no quedaría ningún tipo de comprobantes de gastos; luego, el profesor electoral hidalguense fue visto en el entorno de la campaña de Lázaro Cárdenas Batel, lo que lo habría purificado para acercarse al perredismo). Y, en San Luis Potosí, las siglas del sol azteca podrían estar en camino de ser usadas (y luego desechadas) mediante una alianza antinatural con el principal empresario de la entidad, Miguel Valladares García, quien quiso ser candidato "de unidad" en el PRI, impulsado por el grupo del ex gobernador Horacio Sánchez Unzueta, y al no poder avanzar, por la firme oposición de los otros precandidatos priístas, que desean elecciones internas y no un dedazo disfrazado, se ha dedicado a explorar (apoyado en las relaciones en el PRD de la familia política de Sánchez Unzueta, casado con la hija del difunto doctor Salvador Nava Martínez) las posibilidades de alquilar el emblema perredista para competir en las elecciones locales del año venidero.

ALIARSE O NO aliarse son, pues, los pétalos de la margarita que priístas y perredistas deshojan. Les une el adversario común y les impulsa el sentido pragmático. Allí están el nuevo Madrazo, limpísimo y mejorado, y las ambiciones electorales más crudas: total, qué tanto es tantito.

Fax: 56 05 20 99 [email protected]

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