Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 11 de octubre de 2002
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Política

El senador panista enfrentó al Presidente para criticar la decisión "sin consenso"

Ilegítimas, las modificaciones de Fox a la Ley de Radio y Televisión, advierte Corral Jurado

Se trata de la mayor renuncia de gobierno alguno a los derechos del Estado, agregó

ANDREA BECERRIL, GEORGINA SALDIERNA, JOSE ANTONIO ROMAN Y CIRO PEREZ

Cuando el presidente Vicente Fox se disponía a abandonar el patio del viejo recinto del Senado en Xicoténcatl después de entregar la Medalla Belisario Domínguez, el legislador panista Javier Corral Jurado se le plantó enfrente y le expresó tajante su protesta por la decisión tomada la madrugada de ayer en Gobernación de firmar una nueva normatividad que disminuye drásticamente el "tiempo ofícial" que radio y televisión debían ceder al Estado como pago en especie de sus impuestos desde la época de Gustavo Díaz Ordaz.

Fox se veía sorprendido ante la actitud decidida del presidente de la Comisión de Comunicaciones, quien le entregó un documento escrito a mano en el que expresa preocupación por ese acuerdo con los concesionarios de radio y televisión, "que puede ser legal, pero no legítimo, ya que no tiene el consenso de la sociedad".

En entrevista posterior, Corral expresó que se trata de "una profunda deslealtad a los principios históricos del Partido Acción Nacional (PAN)" y lamentó que un acuerdo de tal repercusión para el país se haya tomado en la madrugada, "casi en lo oscurito", aunque "es entendible de Santiago Creel, un hombre que está más colocado en la idea de la sucesión que en la transición política y la democracia".

La plática con Fox no duró más de tres minutos, pero fue notorio el reclamo de Corral y de inmediato el coordinador Diego Fernández de Cevallos se le acercó para preguntarle por qué había increpado "al Presidente de la República". Porque es el día de Belisario Domínguez, le respondió Corral.

La escena parecía inusual porque a esa hora la mayoría de los senadores desconocían ese acuerdo de Creel con los concesionarios. Ni priístas ni perredistas estaban enterados y por eso extrañó la escena del panista.

"Esto clausura la mesa de diálogo para la reforma de la legislación de medios de comunicación, obliga al Congreso a resarcir esa cesión, que significa una reducción dramática de los tiempos que el Estado tiene en su poder en radio y tv", agregó Corral.

El legislador blanquiazul insistió: "Nada de buen augurio puede ser algo pactado en la madrugada, podría decir incluso que es la mayor renuncia que gobierno alguno ha hecho de los derechos del Estado mexicano". Señaló que aunque se pretenda manejar "como un asunto de democratización de los tiempos oficiales, no es así, ya que reduce de 12.5 por ciento a 1.25 por ciento el espacio que tiene derecho a usar en los medios electrónicos".

El acuerdo de Creel con los concesionarios, dijo, incluye la abrogación del decreto de 1969, mediante el cual los radiodifusores y dueños de televisoras se comprometieron a integrar 12.5 por ciento de derechos del Estado en la programación total.

Lo que se requiere ahora, dijo, es que el Congreso entre a reparar ese acuerdo que repite viejas historias entre concesionarios y gobiernos y "echa abajo la mesa de diálogo para la reforma de los medios de comunicación, en la que estábamos trabajando desde hace más de un año". Todo indica, agregó, que Creel "nos estaba jugando con el dedo en la boca y todo era puro cuento".

Después, Fernández de Cevallos dijo que no conocía el acuerdo, aunque consideró que "es facultad del Ejecutivo" y planteó que más importante que el número de horas en radio y televisión para el Estado, es "la calidad de esos minutos".

Mientras, en la Cámara de Diputados el anuncio generó posiciones encontradas. Panistas y perredistas criticaron la determinación, mientras el PRI se manifestó de acuerdo.

Por el PRD, el diputado Uuc-kib Espadas calificó como retrógrada, unilateral y arbitraria la medida y puntualizó que los tiempos oficiales en radio y televisión pertenecen al Estado. No son del gobierno ni pertenecen a Fox, subrayó.

Para el vicecoordinador del grupo parlamentario del PRD, la determinación gubernamental es una clara muestra de que Vicente Fox pretende darle continuidad a la vieja alianza de complicidades que ha existido entre el gobierno y los concesionarios de la radio y la televisión. Prefiere seguir con las reglas no escritas, que gobernar con transparencia, agregó. El legislador se pronunció en contra de seguir favoreciendo a esta industria, ahora con la reducción del tiempo asignado a la difusión de las acciones de gobierno.

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