Anuncia movilizaciones y un plebiscito

Llama el grupo de los seis a protestas contra la dirigencia local perredista

RAUL LLANOS SAMANIEGO

Acompañados por un numeroso contingente de simpatizantes, los diputados locales del PRD conocidos como el grupo de los seis realizaron ayer un mitin a las puertas de su partido para exigir que se termine con el autoritarismo, el sectarismo y el patrimonialismo que pretende institucionalizarse en el sol azteca, y anunciaron que realizarán un plebiscito para que sean los militantes quienes digan si se van o se quedan, una "marcha de las 100 horas" en el Zócalo y una concentración, el martes próximo, a las puertas del Comité Ejecutivo Nacional.

Durante las más de dos horas que duró el acto, los asistentes lanzaron consignas en contra de René Bejarano, secretario particular de Andrés Manuel López Obrador, y de René Arce, jefe delegacional de Iztapalapa, a quienes acusaron de que por medio de "sus títeres" Víctor Hugo Círigio y Agustín Guerrero se han apoderado del partido.

En la concentración, Armando Quintero expresó que los seis legisladores acusados por el Comité Ejecutivo Estatal (CEE) -incluido él- de violar los estatutos, nunca han emitido un voto en contra del Gobierno del DF o sus políticas, "pero hay diputados y diputadas del grupo que hoy nos quiere sancionar, que sí han votado en contra del gobierno perredista, y contra ellos nunca se ha actuado". Puntualizó que tampoco se exigió castigo contra un ex diputado del PRD que aceptó la embajada en Ecuador durante el pasado gobierno priísta, como tampoco se hizo contra Ricardo Pascoe, quien fungió como embajador de México en Cuba.

Jaime Avila, miembro de la dirigencia local perredista, cuestionó por qué se dejó sin castigo a los ex diputados de Corriente de Izquierda Democrática (CID) que en la pasada legislatura estuvieron implicados en el caso de la leche Betty. "Estamos haciendo lo mismo que el PRI, estamos en una crisis y si seguimos así, a este partido se lo va a llevar la chingada", expresó, "pues hay grupos que sólo buscan chamba y dinero".

Frente a simpatizantes de varias delegaciones políticas, Gilberto Ensástiga expresó que en lugar de apoyar las políticas del GDF, la dirigencia capitalina decidió, por instrucciones de René Bejarano, "abrir una confrontación de incalculables consecuencias para el partido y nuestro gobierno", por lo que convocó a las bases a oponerse a esa visión autoritaria.

Clara Brugada añadió que si es necesario ir al CEN, al Zócalo o a cualquier otro lado para defender sus derechos, así se hará, pues "son unos cuantos" los que quieren expulsarlos. En el mismo sentido, Edgar Torres cuestionó la actitud de los dirigentes de la CID, quienes "con una chequera están sepultando los esfuerzos democratizadores de los perredistas". Bernardino Ramos convocó a los perredistas a no dar marcha atrás en la lucha por terminar no sólo con los vicios que asfixian a su partido sino con la ambición desmedida de Bejarano por quedarse con todas las candidaturas en la capital.

Al tomar la palabra, Carlos Gámiz, secretario de Organización del CEE, pidió terminar con la "democracia salvaje" que se quiere imponer; Graciela Rojas, quien presidió la Comisión de Garantías, calificó de "maniobra torpe y burda" la sanción contra Ensástiga y Ramos; Fernando Sánchez añadió que si se permite esa acción, "al rato todos serán sancionados por cualquier motivo". Sara Murúa, ex diputada, presentó documentos en los cuales se demuestra que la CID se alió con PRI y PAN en la legislatura pasada "y nadie hizo nada".

Por lo pronto, el grupo de los seis acudirá el martes al CEN para entregar las firmas de quienes se oponen al castigo contra los dos diputados.