Guadalajara, 5 de
octubre.- Una alianza entre los Estados débiles y la sociedad
civil que permita encontrar alternativas a la globalización de
los grandes corporativos y a las recetas militaristas, es la propuesta
que lanzan Lucía Rayas y Joanna Kerr, en la víspera de
la clausura del Noveno Foro Internacional de la Asociación para
los Derechos de la Mujer y el Desarrollo (AWID por sus siglas en inglés).
En exclusiva para Triple Jornada, la presidenta y la directora ejecutiva
de la AWID, precisan que las mujeres lo que están planteando
es una alternativa a la globalización que acentúa las
inequidades, buscando que "sean los proyectos sociales, los proyectos
de derechos humanos, de igualdad, de justicia, los que tomen la primacía".
Critican además a los fundamentalismos religiosos y ponen como
ejemplo al Vaticano, que tiene presencia y peso como si fuera un Estado
en las Naciones Unidas, con derecho a presentar propuestas para limitar
derechos a las mujeres, "cuando solo gobierna hombres, ¿cómo
se atreven?". El siguiente es el texto de dicha entrevista.
Triple Jornada: Aquí se ha planteado exigir espacios
en los organismos financieros internacionales, pedirles cuentas, pero
han faltado los cómos, ¿cuáles serían?
Kerr: Creemos que el primer punto es plantearle un reto
a las instituciones multilaterales de financiamiento, el FMI, la OMC,
el BM, son instituciones que no tienen ninguna transparencia y no han
permitido la participación de las mujeres ni de la sociedad civil.
Nuestras demandas son que las organizaciones se vuelvan más transparentes
y democráticas, de manera que las mujeres puedan jugar un papel
en la toma de decisiones de esas organizaciones.
La segunda propuesta, el reto tiene que ver con el Estado, gran parte
del debate en torno a la globalización se refiere al Estado y
la debilidad que adquiere cada día más. La mayor parte
del movimiento de mujeres no cree que esto es verdadero.
El Estado todavía juega un papel importante en la decisión
de las políticas sociales y económicas que siguen, entonces
el tema también es hacer que los gobiernos se responsabilicen
de sus contradicciones, por ejemplo dicen una cosa frente a una instancia,
por ejemplo en la Comisión de Derechos Humanos, pero cuando están
en otra instancia como el FMI, dicen una cosa diferente respecto del
mismo tema.
El papel de nosotras es hacer que los gobiernos rindan cuentas respecto
de estas contradicciones en las que incurren. El reto que presentamos
a los gobiernos es que tengan coherencia en sus políticas. El
reto que lanzamos a los gobiernos es que el contenido y las propuestas
de sus políticas, tengan como fundamento derechos humanos para
todos y todas.
Otro de los retos es el de la unilateralidad con que se están
tomando decisiones en este momento, cuando el gobierno de Estados Unidos
(EU) tiene muchísimo poder y están manejando, digamos,
las agendas internacionales todas, en términos de derechos humanos,
de las mujeres, de los niños, tomando decisiones de militarización.
Claro, el tema es que todo esto lo están planteando los EU como
la forma de "asegurar la seguridad humana", que es como un
concepto específico, entonces el reto es plantear otras maneras
de pensar en la seguridad humana con fundamento en la equidad y en la
igualdad. Hay otras formas de resolver conflictos que no incluyen el
exterminio por las vías militares a los países que nos
representan conflicto o problema.
TJ: ¿Cómo aterrizar la propuesta de que
puedan intervenir en los organismos financieros internacionales, porque
hasta donde sé ustedes siempre han estado al pendiente de esas
políticas, pero sin embargo no les abren esas rutas, ¿cómo
le van a hacer?
Kerr: Cualquier cambio en las instituciones requiere
de cambios al interior de las instituciones y de presión desde
afuera. Hay gente dentro de estas instituciones que quiere que haya
cambios a favor de los derechos de las mujeres, debemos prestarles ayuda
en el sentido de hacer la investigación y tener las cifras y
los datos precisos, que ellos y ellas a su vez, puedan compartir con
sus colegas, para empezar a cambiar las opiniones.
Debemos encontrar a las personas con quienes compartamos el lenguaje
de la OMC, el FMI y el BM. Paralelamente debe haber presión desde
afuera, presión constante, sonante. Cada vez más mujeres
están teniendo parte de esta discusión, teniendo reuniones
sobre el tema en sus países, para luego llevar ese diálogo
a las oficinas de sus instancias que están todas en Washington,
EU.
TJ: Sobre la debilidad del Estado, evidentemente la
provocan las políticas que aplican esas instituciones financieras.
¿cómo un Estado débil puede resistir y ser responsable,
como ustedes lo plantean, de algo que no está en sus manos?
Kerr: Los Estados débiles deben trabajar con
la sociedad civil fortalecida, que presenta alternativas. Las mujeres
que provienen de los países con economías fuertes, tienen
una responsabilidad acentuada en el sentido de ejercer presión
sobre sus gobiernos para modificar estas políticas.
TJ: ¿Cómo interpretan el caso de Brasil,
que es paradigmático, porque está siendo presionado por
esas instituciones financieras y asustando con que si gana Lula (Luiz
Inacio Lula da Silva, candidato del Partido de los Trabajadores) puede
haber catástrofe?
Rayas: En Brasil ha habido un movimiento muy importante
de los grupos de la sociedad civil para presentar proyectos alternativos
en temas, por ejemplo, de presupuesto, que es fundamental, que con un
presupuesto que considere las alternativas de la sociedad civil no hay
manera de designar los fondos verticalmente, sin considerar las necesidades
que expresa la propia sociedad civil.
Creo que Brasil es un caso super interesante en ese sentido, porque
sí hay una incorporación de la sociedad civil en las instancias
de gobierno desde que cayó la dictadura y eso se ha estado transformando
en un movimiento positivo. Respecto de Lula, también hay que
decir que sigue siendo un candidatazo, sigue siendo del PT, pero Lula
tampoco es el mismo Lula que se presentó a las elecciones hace
dos términos.
No, Lula ha cambiado muchísimo, ha cambiado desde su aspecto
hasta la manera en la que habla. En cierto sentido se puede decir como
que ha entrado un poco al carro de la negociación internacional
de otra manera. Si bien sí creo que es una acción popular,
no es el mismo proyecto socialista o socialdemócrata, más
bien socialdemócrata, que tuvo en algún momento.
TJ: ¿Por qué reinventar la globalización,
cuando hay algunos pensadores que han dicho que ya se canceló
como opción?
Rayas: Nunca hemos oído de alguien que diga que
ya es el fin de la globalización.
TJ: Como opción de mercado, por los pobres que
ha dejado, ¿Por qué reinventar algo que no funcionó?
Kerr: Lo que queremos reinventar es otro tipo de globalización
que no esté encabezado por los fondos corporativos, porque en
este momento lo que pasa es que es la agenda corporativa la que está
conduciendo la globalización. De eso se trata, de retar a esos
liderazgos, que la globalización no tiene manera de ir para atrás,
la globalización ha estado con nosotros desde hace muchísimo
tiempo, es más bien el tipo de globalización que ahora
acentúa las inequidades, lo que estamos reinventando para darle
la vuelta y que sean los proyectos sociales, los proyectos de derechos
humanos, de igualdad, de justicia, los que tomen la primacía.
La idea de que la sociedad civil organizada está en contra de
la globalización no es correcta, en realidad la sociedad civil
sí cree en el comercio, el comercio existió desde hace
miles de años. El problema es el tipo de comercio que ha primado
en todo el mundo, que es el comercio que solamente beneficia a las corporaciones
y a ciertos países en detrimento del status de vida de la mayor
parte de la gente, y de muchos países como países y de
clases también.
TJ: ¿Querrían agregar algo?
Rayas: Podríamos hablar de las tendencias de
la globalización en el sentido de que las agendas que se imponen
en equis lugar, se tratan de globalizar. Por ejemplo, a partir de los
fundamentalismos religiosos, se ha intentado oprimir o frenar los avances
que hemos tenido las mujeres en términos de derechos sexuales
y reproductivos, que se expresan en las plataformas de muchas convenciones
y tratados internacionales y que ahora por efecto de estos fundamentalismos,
expresados tanto en las dos religiones en que más se concretan,
el catolicismo y el islamismo, y cómo están intentando
hacer tabla rasa de los derechos de las mujeres, los derechos reproductivos
y frenando a partir de unos valores que intentan imponer verticalmente.
Esa es otra manera en la que la globalización nos afecta. Eso
es como un ejemplo. En ese sentido, las mujeres sufrimos mucho más,
porque además el tema de los derechos reproductivos, la autonomía
en la toma de decisiones reproductivas es fundamental para el crecimiento
de las mujeres en todos los otros sentidos.
TJ: ¿Son de los flancos que tienen que cubrir
muy fuerte, sobre todo por la propaganda de las iglesias, sobre todo
la católica en Latinoamérica?
Rayas: Así es, en El Salvador, el viernes pasado
mandaron a los niños de las escuelas católicas, una carta
firmada por el arzobispo Lacalle pidiendo tres cosas: una, que no se
promueva el condón como una manera de protegerse contra el Sida,
porque el condón no sirve. Esa es una gran mentira, ya hemos
pasado por eso en México, hemos pasado por eso en otros lugares.
Que no se ratifique la Convención para la Eliminación
de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. En El
Salvador se pasó esa carta a los niños de las escuelas
católicas, porque va, dicen, contra de los valores de la familia
en la sociedad salvadoreña.
Y el tercer punto es que tampoco se ratifique la Convención de
los Derechos de la Niñez, porque en El Salvador hay suficientes
políticas, el mismo argumento que en Estados Unidos, suficientes
políticas públicas que protegen a la niñez. A los
niños y a las niñas se les pidió que se llevaran
esa carta y juntaran firmas para mandarlas al Congreso Nacional. Dígame
si eso no es un ejercicio de utilización, totalmente opresivo,
lleno de falsedades, que puede confundir muchísimo además
a una sociedad muy vulnerable como es la sociedad salvadoreña.
TJ: ¿Es el reflejo también de lo que se
hizo en Perú, no?
Rayas: En Perú, que se puso en rango constitucional
la prohibición del aborto, que es que unos pocos tomen decisiones
que afectan a todas las ciudadanas de ese país y a las familias.
Entonces, en realidad sí hay un movimiento globalizado de eliminar
las bases de los derechos de las mujeres y de los niños en el
caso de El Salvador.
TJ: Si nos situáramos en un punto, ¿qué
calificación de avance a la lucha por los derechos de las mujeres
le daríamos?
Rayas: ¿Sabe qué pasa? parte del tema
también es que hubo avances, ha habido muchos avances históricos
y en este momento hay un freno, por un cambio de gobierno en muchos
países. Cambió el gobierno de EU, cambió el gobierno
de México, cambió el gobierno de Colombia, cambiaron gobiernos
europeos, el gobierno de Canadá es conservador. En realidad lo
que estamos viendo es que hay una expresión del conservadurismo
en el poder que cambia la medida de interlocución con las mujeres,
que es un espacio que ya habíamos ganado y hay como un momento
en el que las fuerzas conservadoras se han fortalecido.
La pertenencia de El Vaticano como un Estado, con el mismo peso (de
otros) en las Naciones Unidas, que no gobierna mujeres el Vaticano,
¿cómo se atreve a hacer políticas, a presentar
intervenciones respecto de políticas, por ejemplo en el campo
de la reproducción, como Estado, cuando ni siquiera hay mujeres
en ese Estado?
Es lo que le digo, es una imposición de valores. Esto de El Salvador,
es una expresión de ellos. En Perú, se sabe que muchos
de los gobernantes pertenecen al Opus Dei, por ejemplo. Entonces ellos
también están globalizados en términos de su comunicación
y de sus estrategias de trabajo. Nosotras también, tenemos que
emprender acciones que nos fortalezcan.