Respetable y no conocida, Mariana Norandi:

Espero que nadie se ponga el saco con mi opinión respecto al artículo que salió hoy en La Jornada.

La denominación rupestre rocanrolera del maese Rodrigo González me parece carente de identidad en cuanto a paleografía rocanrolera te refieres. Es tan pobre el rock mexicano, que tenemos que fabricarle un pedestal a una persona, insultar a los cromagñones, para buscarle un nicho en la historia a un personaje que carecía de los elementos mínimos para definirlo como compositor y cantautor. Si para ser mártir del rock se requiere ser desafinado, tocar la guitarra con dos o tres circulitos básicos, no saber un carajo de rima ni tener una idea de lo que se toca, entonces apunten a mi sobrino Pancho o a cualquier músico camionero (por lo menos son más afinados).

Quién sabe qué tipo de críticos de rock son los que mencionas en tu artículo. La única lógica en todo esto es la pobre y chafaldrana ubicación de nuestro desarrollo en la música roquera. Creo que existen mejores personajes que el tan mentado Rockdrigo (que Dios lo tenga en su gloria y no lo corran del paraíso. por desafinado).

Me parece, y de forma muy personal, que con esto nuestra música forma arritmia con el cangrejito playero. Total: segun ustedes, es lo mismo, se bende el vurro de doña Tecla. Total, es lo mismo, basta que se entienda.

PD. Es solamente crítica constructiva.