Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 17 de septiembre de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Fotos del Día
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas
  >

Mundo
En una carta a Annan el gobierno iraquí dice buscar el retiro del embargo y respeto a su soberanía

Acepta Irak el regreso "sin condiciones" de los inspectores de armas de la ONU

Antes del anuncio, Arabia Saudita había permitido a EU el uso de su territorio en un eventual ataque

REUTERS Y AFP

Naciones Unidas, 16 de septiembre. Irak aceptó este lunes permitir el regreso "sin condiciones" de los inspectores de armas de la Organización de Naciones Unidas, informó el secretario general del organismo mundial, Kofi Annan. El anuncio ocurrió horas después de que Arabia Saudita dio luz verde a Estados Unidos para usar bases militares desde su territorio en un eventual ataque contra Bagdad, siempre y cuando sea autorizado por el organismo mundial.

"Puedo confirmarles que he recibido una carta de las autoridades iraquíes comunicando su decisión de permitir el regreso de los inspectores sin condiciones", informó Annan después de recibir una carta de manos del canciller iraquí, Naji Sabri.

En la misiva, el funcionario manifestó además el deseo de su gobierno para que esta decisión deje en claro que "Irak ya no posee armas de destrucción masiva y lograr una solución completa que incluya el levantamiento de las sanciones impuestas a su país, así como la puesta en práctica de otras previsiones de las resoluciones de la ONU, incluyendo la 687".

Dicha resolución fue firmada el 3 de abril de 1991 y establece un cese del fuego formal en el golfo Pérsico e impone a Irak las obligaciones de desmantelar maquinaria bélica y destinar parte de sus recursos petroleros al pago de indemnizaciones de guerra, y condiciona el retiro de las tropas aliadas -encabezadas por Estados Unidos- de la región a la destrucción bajo supervisión internacional de los misiles y armas químicas, biológicas y nucleares iraquíes.

El gobierno de Irak -continúa la misiva- reitera la importancia del compromiso de todos los estados miembros del Consejo de Seguridad y la ONU de respetar la soberanía, la integridad territorial y la independencia política de Irak, según lo estipulado en las resoluciones relevantes del Consejo de Seguridad y el artículo II de la Carta de Naciones Unidas.

Después de entregar la carta a Annan, el canciller iraquí declaró a periodistas: "Alcanzamos resultados satisfactorios y hay buenas noticias. El secretario general les anunciará las buenas nuevas".

El discurso del presidente estadunidense, George W. Bush, ante la Asamblea General de la ONU, "unificó a la comunidad internacional", informó Annan. "Casi todos los que hablaron ante la Asamblea General apremiaron a Irak a aceptar el retorno de los inspectores."

Annan rindió "un homenaje particular a todos los países de la Liga Arabe que ejercieron un papel clave en este asunto y agradeció (a su secretario general Amr Moussa) por sus esfuerzos consagrados a ayudar a convencer a Irak de autorizar el regreso de los inspectores.

"Transmitiré ahora la carta al Consejo de Seguridad que deberá decidir la próxima etapa", agregó Annan, quien recalcó que Hans Blix, jefe de los inspectores en desarme de la ONU, y su equipo, "están listos para continuar su trabajo".

Moussa, quien se encuentra en Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU, mantuvo el domingo una reunión de tres horas con Annan y Sabri. Según el diario árabe Al Hayat, los cancilleres árabes también se reunieron con el jefe de la diplomacia iraquí y le pidieron que anunciara a Bagdad que los árabes "quieren un retorno de los inspectores conforme a las resoluciones del Consejo de Seguridad, porque eso ayudaría a resolver la crisis".

Bush instó la semana pasada a la ONU a adoptar una posición dura ante Bagdad y advirtió que, si no lo hacía, Estados Unidos actuaría por su cuenta.

El lunes, el inesperado respaldo de Arabia Saudita a un ataque contra Bagdad bajo el consentimiento de la ONU, aumentó la presión sobre el gobierno de Saddam Hussein para que cumpliera con las resoluciones de la ONU sobre las inspecciones de armas.

En un sorpresivo cambio de posición, el canciller saudita, príncipe Saud al-Faisal, declaró a la cadena CNN que su país, la principal plataforma para el lanzamiento de la guerra del Golfo, en 1991, permitiría de nuevo el uso de bases en su territorio para atacar Irak.

Arabia Saudita, el principal aliado de Washington en la región del Golfo, había acordado previamente con otras naciones árabes oponerse a un ataque contra Irak.

Las declaraciones podrían llevar cierto alivio a las relaciones entre los dos países, dentro de la tensión surgida después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, una vez que se supo que 15 de los 19 aeropiratas involucrados eran sauditas.

Cuando CNN le preguntó si Riad permitiría el uso de sus bases en una campaña contra Irak, Al-Faisal respondió: "Si Naciones Unidas toma una decisión a través del Consejo de Seguridad de implementar una política de la ONU, cada país que ha firmado la carta de la ONU tiene que cumplirla".

Y este lunes un funcionario saudita indicó que el reino permitiría el uso de bases en su territorio para atacar a Irak, aunque aclaró que aprobaría una acción consensuada por la ONU, y no una acción unilateral de Estados Unidos.

Antes de conocerse la decisión de Irak de aceptar el regreso incondicional de los inspectores de armas de la ONU, Hussein presidió una reunión conjunta de la dirección del gobernante partido Baas y del gobierno, y examinó con los altos cargos iraquíes las amenazas estadunidenses de lanzar una ofensiva militar, informó la agencia oficial Ina.

La fuente señaló que los participantes en la reunión "discutieron sobre ciertas cuestiones políticas de actualidad" y no brindó más datos sobre el encuentro, presidido por Hussein.

Por otro lado, el gobierno de Francia expresó este lunes su "gran descontento" por el viaje que efectuaron tres diputados franceses a Irak. El vocero adjunto de la cancillería, Bernad Valero, calificó ese viaje de "iniciativa personal de algunos parlamentarios que no tiene la aprobación de las autoridades francesas".

Desaprueban viaje

En Bruselas, el primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, desaprobó el viaje y lo calificó de "iniciativa personal" sin relación con la política del gobierno de Jacques Chirac. "No es oficial y la desaprobamos", declaró.

Sin embargo, los diputados franceses que se encuentran en Bagdad se extrañaron de la polémica suscitada en su país y defendieron su visita al subrayar el carácter personal de la misión. "Creo que no hay lugar para la polémica. Nuestra visita está clara. Somos diputados, no representamos ni a la totalidad del Parlamento ni, por supuesto, al gobierno", declaró Thierry Mariani, diputado de la Unión para la Mayoría Presidencial (UMP derecha) de Raffarin y Chirac.

"Nos hemos reunido con responsables políticos (iraquíes) y les hemos comunicado nuestra opinión y la de la mayoría del pueblo francés, que no quiere una guerra y desea que los inspectores de la ONU regresen aquí", explicó.

Mariani y otros dos diputados de la UMP, Didier Julia y Eric Diard, viajaron a Bagdad, donde visitaron ayer una antigua instalación nuclear en Irak y pidieron que se autorice el retorno de los inspectores de armas.

Mientras, Siria rechazó el recurso de la fuerza para obligar a Irak a respetar las resoluciones del organismo mundial, destacando que Israel ignora "centenares" de esas decisiones, mientras Bagdad ya reconoció a Kuwait como Estado independiente.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año