Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 8 de septiembre de 2002
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Cultura
El videoasta exhibió la instalación Hover y ofreció una conferencia en Vidarte

La televisión se come el tejido social: Sarkisian

Los mexicanos Miguel Mendoza y Neyeri Avalos reciben galardones en el encuentro

RENATO RAVELO

El valor de las historias se perdió en el proceso de hacer noticias, sostuvo el videoasta Peter Sarkisian en la conferencia previa a la clausura del festival Vidarte 2002, en el que se premiaron a los mexicanos Miguel Mendoza y Neyeri Avalos en multimedia y video, respectivamente. "El arte es el único lugar donde podemos entrar y no decir mentiras", opinó el creador estadunidense.

Kepler Mysterium cosmographicum es el título de la propuesta multimedia de Mendoza. En esta categoría también se premió El hablador: terra de barreja, de Marcelo Dematei y María Laura Piaggio, de Argentina; Fruck zhiten-funky chicken, de Héctor Mora, de Colombia, y 6 propostas para o proximo milenio, de Gian Zelada, de Brasil. El jurado estuvo integrado por Kathy Brew, Diana Domingues y Benjamín Weil.

En la categoría de video, En mi menor se tituló el trabajo de Avalos. También ganaron Hostage: the bachar tapes, de Wallid Ra'ad y Souheil Bachar; Pálida Vanesa Pérvida, de Carlos Eduardo Nogueira, de Brasil, y Serie inmóviles, de Angela María Osorio Rojas. El jurado fue Roberta Guerra, Andrea Di Castro y Shannon Kelly, el cual decidió entregar tres menciones a Georgina Morales , Brooke Alfaro y Federico Mercuri, de México, Panamá y Argentina, respectivamente.

Sarkisian exhibió en el Vidarte una de las instalaciones de mayor repercusión en el público: en un cuarto totalmente oscuro se proyectaban sobre los lados de un cubo las imágenes correspondientes a lo que uno inmediatamente identifica como una madre y su hijo, a través de cinco cámaras. El video los muestra atrapados en el cubo, desnudos, y si uno se mueve alrededor puede ver a la madre y su hijo por arriba, por detrás, de costado. Uno ve cómo se mueven y poco a poco se adaptan a la situación tensa, que supone estar enclaustrados, hasta incluso llegar al juego de ternura.

Sarkisian asegura que su trabajo va en contra del video, porque no permite la retroalimentación: ''la televisión se come el tejido social. La experiencia lo mas crucial que produce es la retroalimentación, en tanto la información no puede mediar la experiencia''.

El artista se siente más inclinado a concebir su obra en términos de escultura: ''que se queden con algo de mi obra. Un muro que muestra un cuadro, una foto que aparece en una revista tienen un marco y no ofrecen una experiencia, son solamente una referencia".

La instalación del cubo, Hover es su nombre, es en sí una experiencia. Con timidez, los jóvenes, el público mayoritario en el acto que se realizó en el edificio de correos, se acercan a esas posibilidades de ver en tamaño real al niño y la mujer que uno supone familiares. El trabajo de Sarkisian, consistirá en hacer que el evento artístico que sucede, contagie la sensación de que todo es posible: la belleza y el caos.

El artista tiene el privilegio de elegir sus preguntas, opina Sarkisian, "no tiene una agenda que seguir sino que sigue la energía. La honestidad es universal pero la verdad puede ser distinta de uno a otro. Un papá ve una obra de Picasso y dice eso lo puede hacer mi hijo de seis años, y claro que lo puede hacer porque un niño de esa edad pinta honestamente. Lo sorprendente es que un hombre de 60 años pueda pintar con la honestidad de un niño de 6 años".

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