Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 7 de septiembre de 2002
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Mundo
A UN AÑO DEL 11-S

Ayer, sesión especial del Congreso para conmemorar aniversario de los atentados

Políticos de Estados Unidos usan imágenes de los ataques para ganar posiciones en año electoral

"Como nuestra libertad llegó con un alto precio, no tenemos intención de permitir que se desvanezca", dice Cheney

El tema de la "seguridad nacional" pasa a segundo plano

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Nueva York, 6 de septiembre. Trescientos legisladores federales llegaron esta mañana a Nueva York para participar en una sesión especial del Congreso y realizar así lo que es sólo uno de los muchos actos conmemorativos programados por el primer aniversario del 11 de septiembre, que tienen como propósito declarado recordar esos terribles atentados, pero también otro no comentado: usar las imágenes y eventos con fines políticos en medio de un ciclo electoral nacional.

Aunque hay una pesada agenda legislativa pendiente en Washington -desde la aprobación del próximo presupuesto federal, hasta el debate de una próxima guerra contra Irak-, los políticos estadunidenses dedicarán mucho tiempo la próxima semana a participar en actos enfocados al aniversario del 11 de septiembre.

Después de esta sesión especial, en Nueva York, los legisladores realizarán otra en Washington para conmemorar este aniversario el próximo miércoles. El presidente George W. Bush hablará en el Pentágono, visitará el sitio donde se estrelló uno de los aviones secuestrados en Pennsylvania y culminará su peregrinaje en Nueva York ese mismo día.

El acto de hoy estuvo rodeado de historia patriótica. Fue realizado en un viejo edificio, en la zona sur de Manhattan, la parte más vieja de Nueva York. Ahí, en Federal Hall, la legislatura federal sesionó por primera vez hace 200 años, y también se realizó la toma de posesión del primer presidente de este país, George Washington, en 1789.

Este viernes, legislador tras legislador, elogió "la valentía, el sacrificio y la labor" que esta ciudad demostró el pasado año. Empezaron el acto coreando el juramento de lealtad, cantaron el himno nacional y concluyeron, tomándose las manos, cantando la patriótica melodía Dios bendiga a América.

"Como nación nacida en revolución, sabemos que nuestra libertad llegó con un alto precio. No tenemos ninguna intención de permitir que se desvanezca", declaró el vicepresidente Dick Cheney en uno de varios discursos en el podio, ante legisladores y representantes de los medios. "Hemos sido una nación en guerra, llamada una vez más a defender nuestra libertad y nuestras vidas, y a salvar a la humanidad del peor de los horrores."

Este acto, difundido por televisión a escala nacional, era uno que ningún político importante podía perderse. Los líderes demócratas y republicanos del Congreso tomaron el micrófono, y cuando todos los legisladores acudieron al sitio donde estaban las Torres Gemelas, uno por uno -los 300- colocaron una corona de flores. Fue un acto lo necesariamente lento para que un fotógrafo capturara el momento.

El presidente Bush ha declarado el 11 de septiembre como el "día de los patriotas", y el primer aniversario se marca justo en medio del ciclo de comicios legislativos nacionales. La elección, en noviembre, determinará cuál de los dos partidos controlará cada una de las cámaras del Congreso. En medio de sus campañas y las de sus colegas, este acto no podía desperdiciarse. Además, nadie importante deseaba que su ausencia se prestase a acusaciones de poco patriotismo.

Pero el aniversario brinda un desafío algo delicado para los políticos estadunidenses. Habrá una cobertura incesante de todos los actos de esta semana y, naturalmente, todo político desea tomar ventaja de esto. Pero al mismo tiempo, nadie desea ser presentado como un oportunista buscando capitalizar el aniversario de la tragedia. "En esta gran lucha de fe no hay republicanos, no hay demócratas, sólo hay estadunidenses. Ninguno de nosotros, no importa que tan largo vivamos o que más deje marca en nuestros tiempos, jamás olvidará el 11 de septiembre", declaró el representante Richard Gephardt, líder de la minoría demócrata de la Cámara baja, en uno de los discursos dedicados a la unidad nacional.

Aunque Gephardt y sus colegas se reunieron en el mismo sitio donde el primer Congreso ratificó la Carta de Derechos, que garantiza las libertades básicas en este país, nadie se atrevió a repetir las críticas de que estos mismos derechos han sido erosionados por las políticas del gobierno de Bush en respuesta al 11 de septiembre.

Los legisladores estuvieron acompañados por decenas de figuras políticas locales y estatales, entre ellos el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, el gobernador George Pataki y el candidato demócrata a ese puesto. También estaba presente el ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, cuyo comportamiento ante los ataques lo convirtieron en una figura de perfil nacional cuyo apoyo es anhelado por todo candidato republicano en este país.

De hecho, el 11 de septiembre elevó a Giuliani a niveles estratosféricos en el ámbito político nacional. Una encuesta reciente de la revista Time registró que Giuliani es más popular que el presidente Bush y casi al mismo nivel que el político nacional de mayor aprobación en este momento, el secretario de Estado Colin Powell.

"Esto está más allá del politiqueo. Tenemos que hacer lo correcto para la seguridad de este país. El politiqueo no tiene nada que ver con esto", declaró a la CNN el líder republicano de la Cámara baja, Dennis Hastert. Pero pocos creen este tipo de afirmaciones. Los políticos están atentos a las encuestas, y entienden que al aproximarse las elecciones de noviembre los temas que resulten ser el enfoque central podrán determinar los resultados. Los republicanos saben que si el enfoque nacional es la economía y los escándalos empresariales, no será positivo para ellos -apenas una mayoría de los encuestados cree que Bush y su partido están manejando bien la economía.

Pero si el enfoque es la guerra y la defensa nacional, los demócratas podrían verse en problemas: una abrumadora mayoría -casi 90 por ciento- piensa que Bush está manejando bien la guerra contra el "terrorismo".

Cómo y quién maneje mejor las imágenes de la próxima semana será, inevitablemente, parte del juego político en este país. Para muchos que estarán en las pantallas, radios y periódicos a lo largo de esta semana, las banderas, las Torres Gemelas, los himnos patrióticos y los votos serán parte de un panorama que tiene, entre otras cosas, fines político-electorales.

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