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"Derechización" del Parlamento de Mujeres denuncian integrantes del Movimiento Amplio de Mujeres
*En Ciudad Juárez las mujeres son asesinadas, "porque caen en la prostitución y los vicios": Consejo de ong´s del DF
* Finalmente se demandó que esa región se declare "zona prioritaria de seguridad pública"

 

Las integrantes de la Comisión Bicameral, Parlamento de Mujeres (CBPM), que sesiona cada año desde 1998, expresaron su "indignación" por las muertes de mujeres ocurridas en ciudad Juárez y solicitaron a las autoridades competentes del gobierno federal que esa región fronteriza sea considerada como "zona prioritaria de seguridad pública y se destinen los recursos necesarios para atender el problema".
Al concluir la quinta sesión -que duró dos días- en el Senado de la República, exigieron se investiguen de forma profunda los asesinatos y en voz de la senadora del Partido de la Revolución Democrática, María del Carmen Ramírez, se pidió detener ese "feminicidio" sobre el que las autoridades locales, estatales y federales aún no toman conciencia.
El encargado de inaugurar el acto de mujeres fue el presidente de la mesa directiva del Senado, Diego Fernández de Cevallos, quien recibió el repudio de organizaciones civiles feministas a través de rechiflas, por su negativa a otorgar cuotas de género y los aplausos de simpatizantes de la derecha.
Integrantes del movimiento amplio de mujeres, criticaron a ese nutrido grupo de personas, provenientes de organizaciones como la Asociación Nacional Cívica Femenina (Ancifem), la Red Voz de Mujer, Enlace (que promueve la abstinencia sexual), Unión Nacional de Padres de Familia, Provida, Movimiento Juvenil el Verdadero Amor Espera, entre otras, la cuales, durante la inauguración de dicha reunión anual, arrebataron la tribuna para expresar su postura en torno a su visión de lo que debe ser la mujer mexicana y en relación con los asesinatos de mujeres ocurridos en el norte del país.
Roxana Benavides, perteneciente a la agrupación denominada Consejo de Organizaciones no Gubernamentales del DF -que fue señalada por algunas feministas presentes como integrante de Ancifem-, luego de gritar, junto con otras mujeres que hubo "agandalle" y que la voz de unas cuantas no es la de "todo" el género femenino, tuvo el consentimiento de la senadora panista, presidenta de la Comisión de Equidad y Género del Senado, Susana Stephenson, para dirigirse a la concurrencia:
"En el país existen diferentes ideologías... nosotras no estamos en contra de los hombres, proponemos trabajar juntos y construir un México mejor. Hacen falta valores, por eso en Ciudad Juárez las mujeres son asesinadas, porque caen en la prostitución y los vicios y debemos evitarlo".
Gloria Chalé, de Diversa, subió entonces a la tribuna: "nos preocupa en extremo que el caso de los homicidios de Ciudad Juárez se vea con prejuicios. A las mujeres nos ponen como provocadoras. Ninguna mujer tiene por qué ser violentada y tampoco ningún grupo puede venir aquí a imponer su verdad absoluta.
"Lo que pasó hace unos momentos, fue una ruptura de los acuerdos. Las integrantes de Ancifem estuvieron de acuerdo, en una reunión previa, con la participación de cuatro mujeres representantes de distintos sectores": una sindicalista, una indígena, una jóven y una discapacitada, expresó Chalé en esto que parecía un elemento más para poner en riesgo la reunión a la que también asistieron legisladoras de los estados de la República y presidentas de institutos de las mujeres nacional y estatales.
Antes, el Movimiento Amplio de Mujeres (MAM) se había inconformado por la clara "falta de interlocución entre las legisladoras y la sociedad civil", por la "derechización" del evento, "provocada por la senadora Stephenson" y porque no fueron invitadas a participar en las reuniones preparatorias y se enteraron unas semanas antes, a través de la convocatoria difundida en los medios de comunicación, del inicio de la CBPM.
Llegaron incluso a sugerir un parlamento paralelo, ante la exclusión de que fueron objeto quienes en 1998 impulsaron la creación de esta instancia de diálogo y recepción de propuestas a favor del sexo femenino.
Finalmente llegaron a un acuerdo por medio del cual se amplío el número de participantes de la sociedad civil de 200 a 400 y se decidió incluir una quinta mesa de trabajo para que se encargara de la elaboración de un reglamento. Aquí, las posiciones fueron opuestas entre las "conservadoras" y las "progresistas"; las segundas proponían la creación de un consejo consultivo en el que participara ampliamente la sociedad civil y las primeras rechazaban esa propuesta ya que argumentaban que ello menguaría la participación de las legisladoras. Como no se llegó a una resolución, quedó pendiente la constitución de una comisión de trabajo que estaría compuesta por 10 representantes de organismos no gubernamentales, la cual tendrá el encargo que elaborar el reglamento de la comisión bicameral para regular la convocatoria, sus contenidos y procedimientos.
Las otras mesas de trabajo abordaron temas como la equidad de género en la política social y económica; derechos políticos, cultura cívica, ciudadanía y reforma legislativa; instrumentos internacionales en materia de equidad y género y la violencia y sus expresiones.
La polémica se volvió a levantar cuando se discutieron los temas de salud, familia, medios de comunicación y acceso a la información en la mesa uno, donde se presentaron más de 40 ponencias, la mayoría a cargo de mujeres que planteaban desde instituir una Ley Nacional de Abstinencia, el cese del uso de la anticoncepción de emergencia, la defensa del "derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte", impedir la desintegración familiar mediante el "fomento de la relación matrimonial permanente" y el impulso de programas de educación, por parte de los/as legisladores/as, para preparar para el matrimonio. De igual forma, satanizaron los contenidos de los medios de comunicación.
Esta fue la única mesa que no llegó a consensos, ante lo polémico de las propuestas y a que las "conservadoras" se opusieron a que integrantes de otras mesas votaran las propuestas. Los comentarios en los pasillos del Senado no cesaban y el enojo de las feministas tampoco: "entonces para qué sirve el Parlamento, en ese caso que pongan un buzón de recepción de sugerencias y ya", criticaban. En realidad, decían "ni siquiera había propuestas, era puro rollo el de las providas" que hicieron mayoría en el Senado.
En general, las sugerencias de este año no distaron mucho de las establecidas el año pasado: que los medios de comunicación cuenten con un código de ética que respete la dignidad de la mujer; se prohiba el examen de no gravidez; más presupuesto para guarderías; trabajo digno para las mujeres jóvenes y de la tercera edad; tipificación del hostigamiento sexual; incluir en los municipios políticas con perspectiva de género; contratación de mujeres en los más altos cargos de la administración pública y privada; garantías humanitarias a las mujeres embarazadas en las cárceles; que los tratados internacionales se reflejen en las legislaciones locales; creación de mecanismos para que la sociedad conozca los acuerdos signados por México; rendimiento de cuentas por parte del gobierno; elaboración de leyes contra la violencia intrafamiliar y sexual y que ésta sea causal de divorcio; promover la apertura de centros especializados para atender a víctimas de violencia en todos los municipios del país; crear opciones anticonceptivas para hombres; garantizar el Estado laico; modificar la Ley Agraria para garantizar la equidad de género para el acceso, uso y beneficio de los recursos naturales y reglamentar la Ley General de Educación para que se introduzca la perspectiva de género en todos los niveles de enseñanza, entre otras.
Lo único que cambió fue la masiva presencia de los grupos de derecha, que vinieron acompañados de cientos de jovencitas que asaltaron la palabra, ante la escasa presencia de feministas. (Aleyda Aguirre)

 

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