Expresa la UNT su "apoyo total" a la movilización contra la iniciativa presidencial

Llama el SME al SUTERM a unirse a la lucha

FABIOLA MARTINEZ

El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) llamó a los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a "vencer miedos" y unirse al movimiento opositor a la reforma del presidente Vicente Fox, "porque de lo contrario todos veremos pasar el féretro de las empresas públicas del sector".

Frente a las oficinas de la CFE, ubicadas en Reforma e Insurgentes, Rosendo Flores Flores, líder del SME, retó abiertamente al dirigente del Sindicato Unico de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM): "Si le queda un poco de dignidad, Leonardo Rodríguez Alcaine debe defender la industria eléctrica y a los compañeros de su gremio".

En tanto, la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) manifestó su "apoyo total" a la movilización que encabeza el Frente Nacional de Resistencia en Contra de la Privatización de la Industria Eléctrica; por ello, dijo Francisco Hernández Juárez, presidente colegiado de la unión, "estaremos con los compañeros electricistas en todo lo que sea necesario, porque no estamos de acuerdo con la iniciativa de Fox".

Por su parte, Joel Ayala Almeida, senador del PRI y dirigente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), aseveró que todos los senadores del tricolor están en contra de reformar los artículos 27 y 28 constitucionales, base con la cual se ampliaría la participación de la iniciativa privada en la industria a discusión.

"Por consenso, los senadores priístas estamos en clara oposición a esos cambios, porque entendemos que se trata del patrimonio nacional y el servicio público de energía eléctrica. La posición abierta de rechazo es generalizada", expresó.

La comisión de trabajo del SME, integrada por todos los representantes sindicales de los 50 mil afiliados a esta organización, iniciaron formalmente ayer los mítines, reparto de volantes y recolección de firmas de ciudadanos en general contra la reforma eléctrica, primera etapa opositora que culminará el próximo viernes con una marcha al Zócalo.

Fuentes del SME informaron que la Secretaría de Gobernación envió un oficio dirigido a la secretaría general del sindicato en la que llaman a Rosendo Flores a participar en las mesas de análisis sobre la iniciativa de reforma a la industria eléctrica y contribuir de esa forma a encontrar una solución, antes de recurrir a otro tipo de manifestaciones.

Sin embargo, los electricistas hicieron caso omiso de las recomendaciones gubernamentales y, como acordaron en la asamblea del pasado lunes, cientos de ellos se colocaron frente a las oficinas de Pemex y la CFE para hacer un llamado de "unidad".

Los integrantes del comité central del SME, sindicato de Luz y Fuerza del Centro, advirtieron con el puño en alto y siempre con el saludo de camaradas que la iniciativa de Fox no pasará porque hay un rechazo generalizado. Luego lanzaron al unísono una consigna más: ¡SUTERM, hermano, aquí está nuestra mano!

Recordaron que tras la nacionalización de la industria eléctrica, en 1960, ambas organizaciones (SME y SUTERM) lograron la electrificación del país, asunto que no habían hecho las empresas respectivas de capital privado desde su llegada a México, en 1903.

Presente en el acto, Jesús Navarrete, coordinador del único grupo disidente del SUTERM, dijo que los trabajadores de la CFE viven una "dictadura sindical" que les impide luchar en favor del patrimonio nacional, pero que ahora hay esperanza de avanzar unidos.

Al respecto, Rosendo Flores dijo que es obligación de todos los electricistas del país defender la industria ante la propuesta "aberrante y cínica" del gobierno de Fox, quien pretende no sólo vender las empresas, sino regalarlas a los inversionistas extranjeros.

Repitió que el gobierno podrá meter a la cárcel a quienes se oponen a sus políticas pero "jamás nos quitarán la razón de luchar por lo que es nuestro", aun frente a la estrategia política de los dirigentes del SUTERM, quienes mediante la represión han mantenido divididas a ambas organizaciones gremiales.