Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 12 de agosto de 2002
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Política
El general procesado usaba aviones del Ejército para transportar drogas a Laredo

Sabía el alto mando de los ilícitos de Quirós

Un testigo protegido revela el modus operandi de dos militares acusados de narcotráfico

JESUS ARANDA

En 1975 aviones del Ejército Mexicano utilizados para combatir grupos ''guerrilleros y subversivos'' en Guerrero fueron destinados por órdenes del ahora general Humberto Quirós Hermosillo para transportar mariguana del aeropuerto militar de Pie de la Cuesta a Laredo, Texas.

El hecho fue del conocimiento del entonces secretario de la Defensa Nacional, general Félix Galván López, quien dio carpetazo al asunto para no afectar a Quirós Hermosillo, quien además de formar parte de la Dirección Federal de Seguridad era comandante en jefe de operaciones en la lucha contra el crimen organizado (es decir, contra la guerrilla y grupos subversivos) y tenía su base en Acapulco, de la cual dependía directamente la Base Aérea Militar de Pie de la Cuesta.

La revelación de este caso, en el que se involucra en el narcotráfico a militares que participaron en la guerra sucia de los setenta, fue hecha por el testigo protegido Gustavo Tarin Chávez -con nombre clave Alfredo-, quien rindió testimonio el 11 de enero de 2000 (casi 8 meses antes de que los generales Quirós y Arturo Acosta Chaparro fueran detenidos y se les iniciara proceso en su contra) ante el consulado y la delegación de la Procuraduría General de la República en Texas, Estados Unidos.

En su declaración, que forma parte de la averiguación previa contra los dos generales pero que seguramente no será tomada en cuenta en el consejo de guerra que se les iniciará en los próximos días, porque según la Procuraduría Militar ''los delitos ya prescribieron'', el testigo afirma que en 1975 Quirós Hermosillo fue nombrado comandante en jefe de operaciones en la lucha contra el crimen organizado, adscrito al estado de Guerrero, pero que tenía la encomienda de combatir grupos "subversivos o guerrilleros".

Describe que las oficinas estaban ubicadas en las calles de El Tigre 412, en Acapulco, Guerrero, y que se sumaron a ese grupo el mayor de infantería Alberto o Roberto Barquín y el sargento primero Alfredo García. En aquel entonces Acosta Chaparro era el encargado de la policía judicial de Guerrero en la Costa Grande y la Costa Chica.

Detalla que en 1975, Barquín, bajo la protección de Quirós Hermosillo, transportaba mariguana del puerto de Acapulco, a la ciudad de Laredo en una aeronave arabat de la Fuerza Aérea Mexicana. Explica que ese avión -que sólo posee el Ejército en el país- es "panzoncito" y tiene la particularidad de que el diseño de la cola le permite volar en cualquier circunstancia climatológica.

Afirma que Barquín hizo diversos viajes transportando droga al vecino país. "Descargaba de la base aérea militar de Pie de la Cuesta, Guerrero, y hacía una escala para abastecerse de combustible en la base militar de Monterrey, Nuevo León, para de ahí aterrizar en Laredo, Texas. Cuando Barquín realizaba el viaje de regreso seguía exactamente la misma ruta Texas-Monterrey-Acapulco y traía aparatos eléctrónicos, cartuchos y armas de fuego".

En una de las ocasiones en que la nave cargaba combustible en la base militar de Monterrey, personal de guardia detectó que el arabat iba cargado de aparatos eléctrónicos y armas, y le dieron parte al comandante de la zona militar, un tal general Mercado, quien ordenó se descargara el avión y se realizara una revisión minuciosa de la nave. Se encontraron restos de marihuana.

El general dio parte a la Secretaría de la Defensa Nacional, pero su titular, el general Félix Galván López, se encontraba en Argentina, acompañado casualmente por Quirós Hermosillo, quien ''había acudido a impartir unas conferencias sobre el combate a grupos subversivos".

Ante la ausencia de Galván López, el general Rodolfo Reta Trigos, entonces jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional, recibió el parte y ordenó la detención inmediata de Barquín, quien fue trasladado a la prisión del Campo Militar Número Uno para iniciarle proceso por tráfico de armas y de mariguana.

El piloto de la nave era un capitán del Ejército de apellido Manzano, quien al ser interrogado por el general Mercado en Monterrey confesó que habían hecho "muchos viajes y que habían cargado el avión en la Base Militar de Pie de la Cuesta, en Acapulco, Guerrero, lugar en el que dos narcotraficantes de nombre Héctor Bello y Chiro Galeana, llevaban la marihuana y de regreso recogían cartuchos y armas de fuego".

La información también fue transmitida al general Reta Trigos, quien rindió su informe al general Galván López cuando regresó a México.

"El secretario de la Defensa llamó entonces al general Quirós Hermosillo y lo cuestionó sobre la conducta de Barquín. El general Arturo Acosta Chaparro y yo estuvimos presentes en la oficina del secretario particular del secretario de la Defensa, cuando se realizó el encuentro. Por comentarios del propio Quirós Hermosillo, sé que el general Galván López le dio a elegir a Quirós entre un ascenso o la libertad de Alberto o Roberto Barquín".

Añade que Quirós le comentó a él y a Acosta Chaparro: "Nos cayó la secretaría, y le pregunte por qué, y el general agregó: porque el secretario de la Defensa me dio a elegir entre el ascenso o la libertad de Barquín y yo elegí la libertad de Barquín, porque ya me comí el pastel con él".

Barquín finalmente fue liberado de los cargos y se reintegró bajo las órdenes de Quirós; según el denunciante, meses después de los hechos asesinó al capitán Manzano de un balazo en la nuca por hales delatado, pero "oficialmente se manejó que el capitán Manzano había desaparecido y que había viajado fuera del país".

El testigo protegido afirmó que que desde 1963 ingresó a la Policía Militar en el Campo Militar número uno, donde después de haber sido adscrito a la sección segunda del Estado Mayor de la Defensa Nacional (Inteligencia Militar), hizo el curso para agente de la Policía Judicial Militar de donde fue enviado al Grupo Exterior de la Dirección Federal de Seguridad, que en aquel entonces estaba dirigida por el capitán Luis de la Barreda, y en el que participaba también ambos generales ahora procesados; después de darse de baja del Ejército, se riencorporó en 1973 bajo las órdenes del entonces coronel Quirós Hermosillo a quien conoció a su paso por la Policía Militar "y puedo decir que yo era una de sus personas de confianza".

En sus declaraciones ministeriales, Quirós Hermosillo aceptó conocer a Tarín Chavez, que causó alta en la Policía Militar y que después de darse de baja o de desertar en los setentas del Ejército estuvo en la Policía de Guerrero cuando el general Acosta Chaparro fue director de la misma.

Ambos generales serán juzgados en consejo de guerra en los próximos días por presuntos vínculos con el narcotráfico, mientras que Quirós lo será además por el delito de cohecho.

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