Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 25 de julio de 2002
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Economía

Quiebras y recortes en consorcios punto.com dejaron en la calle a más de 150 mil en EU

Junto con las grandes empresas caen los mitos sobre el futuro optimista de la economía virtual

No desaparecerá Internet pero deberá replantear sus bases, consideran analistas La "nueva economía" más que productividad ha generado negocios basados en el fraude bursátil y contable

JENARO VILLAMIL

Primero fue la caída del índice Nasdaq, termómetro de las empresas de la llamada "nueva economía", que tan sólo en 2000 perdió 3 mil puntos; después vinieron las quiebras y los recortes de personal en las grandes empresas punto.com como Cisco Systems, Terra, Alcatel, Yupi y Hewlett Packard, que dejaron en la calle a más de 150 mil trabajadores en Estados Unidos; y ahora, con la reciente debacle de grandes consorcios de la industria de la información y la comunicación, como WorldCom y AOL Time Warner, los mitos sobre el futuro optimista de la economía virtual se vienen abajo y replantean lo que sucederá en Internet.

Todavía hace unos cuatro años un estudio de Cisco Systems anunciaba que los negocios en Internet generarían 40 por ciento de la productividad de Estados Unidos en los siguientes 10 años y que para 2005 las empresas estadunidenses se habrían ahorrado costos por 500 mil millones de dólares, gracias a la adopción de soluciones de negocios en Internet. En la euforia optimista, Cisco anunciaba que el promedio de incrementos en los ingresos de las empresas era de 10.3 por ciento.

La realidad ha resultado muy distinta. La quiebra de WorldCom por 107 mil millones de dólares y de otras empresas menores como Adelphia Communications 2002 y KPNQwest, y la crisis de AOL Time Warner, demostraron que las expectativas despertadas por estas empresas eran puro humo. La "nueva economía" está muy lejos de generar productividad real y más cerca de alimentar jugosos negocios basados en el fraude bursátil y contable que arrastran en su debacle a decenas de instituciones financieras y a las otras empresas del sector servicios que dependen de ellas.

Expectativas desmedidas de los inversionistas

Para el especialista Randolph Revoredo Chocano, las quiebras de KPNQwest y WorldCom "son los últimos casos de la supuesta nueva economía, que han demostrado que tal cosa no existe. El negocio principal de estas empresas son los cables por los que pasa un porcentaje importante de los datos que circulan por Internet en todo el mundo. Y esto, después de ocurrir hace un tiempo ya la debacle de las punto.com. La gran cuestión ahora es que, si las empresas de cables concluyen que no es rentable vender tráfico por Internet, Ƒquién sostendrá la red?"

El mismo analista considera que "una inmensa mayoría de las tecnologías son deficitarias (tienen más gastos que ventas) y se apoyan en un esquema de negocios que ha desaparecido completamente: es decir, la locura del mercado bursátil, en otras palabras, las desmedidas expectativas de los inversionistas -individuales o institucionales- hacia cualquier cosa que sonara a tecnología nueva, fuera ésta Internet, telefonía o cualquier cosa que girara alrededor, lo que les hacía entregar dinero a cambio de humo".

En esta reflexión, publicada en el diario La Vanguardia de Barcelona, Revoredo prevé que no desaparecerá Internet, pero como industria tendrá una transformación que obligará a replantear los principios de la llamada "sociedad de la información". "Lo que sí cambiará un poco es la forma de prestar y quién presta el servicio. No desaparecerán las empresas de Internet porque por un lado serán subvencionadas por las firmas privadas (como la versión digital de un periódico o una revista de papel); y por otro, el Estado por medio de sus fondos y mecanismos de financiación hará otro tanto".

AOL y la crisis de las online

Otro de los efectos que se prevén con la crisis de estos consorcios de la "nueva economía" será la reducción de las versiones virtuales online de los grandes consorcios de comunicación. La crisis de AOL Time Warner demostró que el negocio online de este gran consorcio -dirigido hasta la semana pasada por Robert Pittman, el inventor de la cadena musical MTV- tenía como hilo conductor el fraude en la facturación de publicidad. The Washington Post describió así el fraude de AOL: "Encontró la forma de beneficiarse del colapso de las punto.com, al renegociar contratos de publicidad a largo plazo que corría el riesgo de perder en ganancias a corto plazo... En esta atmósfera, ymcx01-170932-pih con la inminente adquisición de Time Warner Inc., AOL buscó mantener su vertiginoso crecimiento de ingresos por publicidad y comercio".

AOL se constituyó en el eje de la construcción del gran sistema mediático global, junto con una serie de empresas de la industria del entretenimiento como Disney, Bertelsmann, Vivendi Universal, Sony, Viacom y News Corporation que, juntas, desde 2001 pretenden crear el gigante de estudios fílmicos, música, sistema de televisión por cable y de agencia noticiosa televisiva más grande del mundo, con influencia en 300 de los grandes consorcios mediáticos internacionales, incluyendo los de México.

La crisis de las online ha afectado en el mundo de habla hispana a dos de los sectores más importantes en el sector de medios de comunicación: Prisa y Recoletos. Ambos grupos se presentaron como potencias en la edición online para adquirir una mejor posición en la Bolsa de Valores de Madrid. Meses después, algunos analistas citados por el reporte Megabolsa Tecnología indican que de no haberse presentado tan ligados a Internet, estos consorcios no habrían sufrido un castigo bursátil tan notorio, con el valor de las acciones por debajo de su precio de salida.

En otras palabras, el instinto especulativo, aunado al espejismo de aumentar ganancias comerciales por medio de Internet, ha creado en muchos consorcios mediáticos una falsa apuesta.

La "nueva economía"

ƑQué es la llamada "nueva economía"? Un especialista en el tema de la sociedad de la información como Manuel Castells ubica tres características esenciales de las empresas que han surgido bajo este sello:

a) Es una economía centrada en el conocimiento y la información, como bases de producción, como bases de la productividad y de la competitividad, tanto para empresas como para regiones, ciudades y países.

b) Esta economía es global, porque funciona en torno de dos sistemas de globalización económica: los mercados financieros interconectados por medios electrónicos y la organización a nivel planetario de la producción de bienes y servicios y de la gestión de los mismos.

c) Es una economía que funciona en redes, en redes descentralizadas dentro de cada empresa, en redes entre empresas y en redes entre las empresas y sus redes de pequeñas y medianas empresas subsidiarias.

d) La base tecnológica esencial de esta economía es Internet. "Lo que era la fábrica en la gran organización de la era industrial es Internet en la era de la información. La nueva economía no son las empresas que hacen Internet, no son las empresas electrónicas, son las empresas que funcionan con y a través de Internet", subraya Castells en una conferencia presentada en Barcelona, en febrero de 2001.

Sin embargo, otros analistas como los autores de Imperio, Michael Hardt y Antonio Negri, advierten en esta obra, que se ha convertido en un auténtica guía para entender las nuevas tendencias del sistema económico capitalista, que la "utopía de las autopistas de la información" (planteada por Bill Gates y su gigante Microsoft) y de las empresas que se alimentan de la "nueva economía" no se realizará bajo el modelo oligopólico que impera en sistemas como el de Estados Unidos.

"Hoy presenciamos una competencia entre las grandes empresas trasnacionales por establecer y consolidar fuerzas casi monopólicas de la nueva infraestructura de información... Las nuevas tecnologías de la comunicación, que habían prometido una nueva democracia y una nueva igualdad social, en realidad crearon nuevas líneas de desigualdad y exclusión, no sólo en los países dominantes, sino también y especialmente fuera de ellos", escribieron los autores de Imperio.

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