Incluir insectos en la dieta acabaría con males gastrointestinales: experto

JOSE GALAN

Si el mexicano quiere estar sano debe incluir insectos en su dieta. Chapulines, jumiles, gusanos de maguey, larvas y escamoles son sólo algunas de las 500 especies comestibles que hay en nuestro país, y que podrían acabar no sólo con problemas de nutrición sino también con enfermedades gastrointestinales y deficiencias de minerales, afirmó Manuel Pino, del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Los insectos son el alimento más completo y, posiblemente, la comida del futuro, porque sólo una pequeña ración proporciona proteínas, minerales como el zinc, magnesio o calcio, además de aminoácidos y vitaminas A, B y C, agregó.

En México hay más de 500 especies de insectos comestibles, incluyendo algunas hormigas o escarabajos, de acuerdo con las investigaciones, e incluso con base en las costumbres prehispánicas. "Este tipo de alimentos se consumen desde épocas prehispánicas, cuando eran la base de la alimentación o condimento en la dieta de los indígenas", insistió al presentar una conferencia sobre el tema, en la Facultad de Ciencias de la UNAM.

El investigador reveló que este tipo de alimentos representan una economía de subsistencia para los campesinos, quienes son incluso explotados por intermediarios que adquieren los productos muy baratos para luego revenderlos a restaurantes para gourmets y cantinas a 100 por ciento o 150 por ciento más de su valor en el campo.

Falta todavía ahondar en las investigaciones sobre el potencial alimenticio de los insectos para, incluso, utilizarlos como la base de alimentos envasados, como medicamentos y complementos alimenticios, además de impulsar en la medicina naturista proteínas y minerales con extractos o polvos de insectos deshidratados. En China y Japón sí se han aprovechado las ventajas o beneficios que dan los insectos, y aquí, en México, no debemos desaprovechar el potencial de los artrópodos, finalizó.