Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 18 de junio de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  La Jornada de Oriente
  Fotos del Día
  Librería de La Jornada
  Correo Electrónico
  Busquedas
  >

Política

Luis Hernández Navarro

Nestlé y la Secretaría de Economía (trasnacional)

Luis Ernesto Derbez, titular de la Secretaría de Economía (SE), reconoció que hay focos rojos en el campo mexicano. Anunció que México promoverá salvaguardas especiales para café procesado, papa, puerco y manzana, pero no para el cultivo de maíz, frijol o trigo.

La medida no busca preservar la producción nacional de café sino tan sólo la del aromático procesado. No protege a los pequeños cultivadores nacionales, pero sí a las grandes compañías trasnacionales. La política comercial del nuevo gobierno es sencilla: proteccionismo para los fuertes que no corren riesgos y competencia salvaje para los débiles.

La comercialización e industrialización del grano en México la controlan cinco grandes empresas: Becafisa-Volkaffe, Amsa-Grupo Esteve, California-Neumann, Expogranos-Cargill y Nestlé. Es a ellas a quienes el secretario de Economía quiere defender de la competencia.

A pesar de que nuestro país es uno de los más importantes productores del aromático en el mundo, la SE autorizó el año pasado a los industriales la importación de 150 mil sacos, 119 mil destinados a la Nestlé. Ahora quiere volver a hacer lo mismo.

Estas grandes empresas, a las que el gobierno mexicano resguarda de los productores nacionales, promueven la utilización de cafés defectuosos (fermentados, verdes, pasados de maduros o de secado) en sus ventas dentro de territorio nacional. Se niegan a pagar a los cultivadores según la calidad del grano. Rechazan cumplir el acuerdo internacional signado por México, publicado en el Diario Oficial del pasado 15 de diciembre, de destruir 5 por ciento de los cafés de baja calidad.

Nestlé ha ido aún más lejos en su falta de compromiso con la elaboración de un producto de calidad. Junto con otros industriales propuso al gobierno comprar para el consumo nacional 200 mil sacos de café de baja calidad que deben ser destruidos.

La empresa Nestlé es la corporación productora de alimentos y bebidas más grande del mundo. Sus ventas durante 2000 fueron de 48 mil 855 millones de dólares. Es también, junto con Nescafé, la principal empresa del área cafetalera del planeta. En México tiene 18 fábricas en 12 estados y 33 centros de distribución. Elabora más de 350 productos. Más que exportar, se concentra en producir para el mercado local. En los últimos tres años creció a una tasa de 10 por ciento. Su tasa de retorno es de 1.8 billones de dólares y adquiere cerca de 30 por ciento de la producción nacional de café.

En sus orígenes Nestlé se instaló en México como compañía importadora en 1930. Cinco años después construyó su primera planta en Ocotlán, Jalisco. Actualmente contrata de manera directa a más de 7 mil 200 empleados, e indirectamente a cerca de 20 mil. Trabaja con 45 mil abastecedores locales.

En nuestro país se bebe muy poco café: apenas 0.627 kilogramos por persona al año. El promedio en naciones como Finlandia supera los 11 kilos por persona y en Estados Unidos llega a 4.60 kilos.

Nestlé ha impulsado un modelo de consumo de aromático de baja calidad y se opone a que el consumidor conozca cabalmente los ingredientes con los que se fabrica el producto final.

La actual Ley de Torrefacción permite que en la elaboración del producto se utilice hasta 30 por ciento de impurezas (esto es, ingredientes que no son café, como garbanzo, frijol y todo tipo de marranilla). Obviamente, esto deteriora la calidad del aromático que se vende en el mercado y desestimula el nivel de consumo del café mexicano dentro del país.

Las normas de etiquetado vigentes lo ubican como un producto NOM 051, por lo que no existe obligación de indicar calidades de los ingredientes utilizados. La industria, encabezada por Nestlé, no quiere usar etiquetado alguno. Así, mientras en Brasil se establece con claridad al comprador que el café soluble se produce con café sano cien por ciento puro, en México el consumidor no tiene forma de saber que esta bebida se fabrica con insumos de mala calidad, surgidos de desmanches y fermentos, a los que se añade azúcar para lavar el mal sabor.

Los industriales, y muy especialmente la Nestlé, han sido tan activos como eficaces en frenar las presiones que buscan cambiar el porcentaje de impurezas permitidas y que exigen que se informe al comprador específicamente los ingredientes que contiene el producto final.

En el pasado los principales ejecutivos de la Nestlé apoyaron activamente al PRI y la empresa recibió a cambio favores gubernamentales.

ƑLas canonjías que ahora le brinda el secretario Derbez buscan ganar su voluntad para que la compañía apoye al PAN? ƑO tan sólo son una manifestación más del entreguismo trasnacional de los funcionarios de la actual administración?

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año