Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 17 de junio de 2002
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Espectáculos
La cantante española se manifiesta de acuerdo con el aborto y al eutanasia

Legalizar el consumo de la droga acabaría con riesgos, opina Ana Belén

Hay ocasiones en que digo cosas que siento la obligación de sacar a luz, asegura

"Me interesa la mercadotecnia para aprovecharme de ella, no para que se aproveche de mí"

LUCY OROZCO/II Y ULTIMA ESPECIAL

Ana Belén charla con La Jornada sobre sus inquietudes ideológicas, sus gustos y costumbres. La cantante española hoy está muy lejos de ser la agitadora que condenó el franquismo o la testigo de la transición democrática en su país.

-Las canciones de Víctor y las tuyas mantienen coherencia y originalidad. No cantan sólo lo que está de moda, sino que ustedes fabrican, producen, crean, son como juglares de la época que vivimos.

-En mi caso, no lo sé, yo sólo interpreto. En el caso de Víctor, clarísimamente. Hace muchos años que fue calificado por un crítico de cronista y espejo social.

-Pero tú también haces denuncias en el escenario; por ejemplo, en tu más reciente espectáculo haciste un discurso sobre las mujeres maltratadas.

-Bueno, sí. Hay ocasiones en que digo cosas que siento la obligación de sacar a la luz. No soy una cantante estrictamente comercial, me interesa la mercadotecnia para aprovecharme de ella y no para que ella se aproveche de mí. Lo comercial no tiene por qué ser malo, esa es la historia.

-Hablemos de la amistad.

-Tengo muchos amigos, algunos que no son famosos y otros que sí lo son y mucho, porque cuando estás en este medio es inevitable tener amigos famosos: compartes el ambiente, ilusiones, anhelos, estética, ética. Es natural que estos intereses comunes generen una amistad.

-De ese grupo, ¿quiénes son tus amigos?

-Pues Miguel Ríos, Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Imanol Arias ?que es actor?, Pastora Vega y Miguel Bosé. El y yo nos llamamos hermanos.

-¿Eres ilustrada, te gusta leer?

-Me gusta leer, pero no soy nada ilustrada. (Risas.) Me gustaría serlo. Curiosamente lo que menos leo son obras teatrales, me cansan. Es difícil leer teatro, hay que predisponerse, lo lees en la medida en que pueda haber la posibilidad de que lo representes o de que forme parte de algún proyecto tuyo. Lo que me gusta mucho es la novela, por ejemplo, acabo de leer La fiesta del chivo, de Vargas Llosa. También me gusta leer de historia, por ejemplo me impresionó la vida de Juana La Loca, a casi todas las reinas les pasó algo, pero a ésta especialmente le fue muy mal. Me impactó mucho cuando empecé a leer su vida; traicionada por todos: por su padre, por su esposo, por su familia.

El escenario es mi diván

-Ana, ¿has estado en sicoanálisis?

-No. Siempre he pensado que mi diván es el escenario, es mi terapia. El teatro, creo que me hace más bien que ir a un sicoanálisis. Sobre todo cuando haces teatro como yo lo entiendo: buscando dentro de ti misma, lo que te gusta y lo que no quieres.

-¿Hay algo que no te guste de ti?

-Pues casi te diría que empiezan a gustarme algunas cosas. He pasado muchos años de mi vida aprendiendo a quererme, me ha costado quererme.

-¿Por qué?

-Por inseguridades. Mira, una de las cosas que yo sé que la gente piensa de mí es que soy muy segura, que tengo las cosas muy claras. ¡Pues no! No soy nada segura. Dudo mucho. Pero a estas alturas de mi vida creo que dudar es muy sano.

-¿Cuáles son tus placeres?

-¿Aparte de estar con los amigos? Eso, compartir con los amigos. Organizar una cena estupenda y charlar y charlar, que nos den las tantas de la noche viéndonos y conversando y contando anécdotas. Además he tenido la suerte de haber conocido a gente muy interesante.

-¿Cómo quién?

-Como Rafael Alberti o Nicolás Guillén... Siempre he tenido -y todavía conservo- la virtud de escuchar.

-¿Qué opinas de la infidelidad?

-Es una cosa que me preguntan frecuentemente en España porque Víctor y yo llevamos juntos 30 años. Siempre hemos dicho que por encima de todo somos gente fiel.

-Algo que quieras hacer y no hayas hecho.

-Haber aprendido a tocar piano, por ejemplo.

-¿Tienes un proyecto consentido guardado en la cabeza?

-No, todos mis proyectos me han ido llegando como obra del destino. Siempre creo que debo agradecer mucho no ser ambiciosa. Todo me ha ido llegando, entonces lo agradezco doblemente. No ambiciono hacer grandes personajes, pero sí trabajar con la gente que quiero, con la que me entiendo, con la que me divierto y puedo compartir; con la gente que aprendo. ¡Esa sí es una ambición tremenda!

-¿Crees en el más allá?

-No, no creo en el más allá. Al igual que nacemos morimos. La muerte es una constante intrínseca a la condición humana, es lo que le da sentido a la vida.

-¿Entonces no crees en nada sobrenatural?

-No es que no crea, pero de pasar, pasan cosas. Como dicen los gallegos con respecto a las brujas: "de haberlas, hailas".

El teatro y la superstición

-¿Eres supersticiosa?

-No precisamente, pero dentro del teatro siempre tienes que ser un poco, porque el que tienes al lado siempre es supersticioso, entonces: "cuidado con el amarillo, no pases debajo de la escalera, cuidado con las tijeras que se abren..." Realmente no lo soy. Mira, nosotros, Víctor y yo, nos casamos un martes 13. Nos casamos y además nos embarcamos, nos subimos a un avión ese día. Decidimos que fuera un martes 13.

-¿Retaron al destino, a los refranes...?

-Sí. Mi hijo nació el 13 de noviembre y casi siempre he tenido el camerino 13.

-¿Qué opinas de ese rollo de la juventud y las drogas?

-Pues mira, justamente en España hemos padecido y padecemos las secuelas, porque el gran problema es el sida. El contagio no viene sólo por transmisión sexual, sino también por las drogas. La droga entró muy duro en el país y no casualmente; estoy convencida. La droga que más mata es la heroína por vía intravenosa y ésta entró justamente en los barrios más combativos, en los barrios obreros para desmovilizarlos. Ya no me aventuro a pensar en "quiénes" la introdujeron, pero evidentemente no ha sido casualidad. Yo soy partidaria de que se legalice la droga.

-¿Cualquier tipo de droga?

-Toda. Es como el debate en España para que se legalice el aborto. No es para que a todas las mujeres se les ponga a abortar, pero sí a la que lo necesita realmente. Es lo mismo con las drogas, legalizando su consumo se van a acabar muchos riesgos y la mafia.

-¿Estás a favor del aborto?

-Sí, nadie como yo para saber lo que tengo que hacer con mi cuerpo. Y también estoy a favor de la eutanasia.

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