Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 9 de junio de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  La Jornada de Oriente
  FotoGalería
  La Jornada de Oriente
  Correo Electrónico
  Busquedas
  >

Cultura

Eduardo Galeano

El rey

En las noches de los parques, desde las copas de los árboles, alguien grita.

Cuando todos duermen y callan, y no se escucha nada más que los susurros de la brisa en el follaje, rompe el silencio este grito que suena como un alarido humano.

Es el grito de la noche del pavo real.

Durante el día, el pavo real pasea sus resplandores. Arrastrando su larga cola de plumas, siempre vestido de fiesta, se pavonea el pavo. Cuando gira sobre sí mismo y despliega la cola, frondosa corona verdiazul, él vibra aplaudiéndose y el relampagueo de su belleza encanta a los caminantes y humilla a las otras aves. Las otras aves del parque, patos, ánades, cisnes, gansos, palomas, gaviotas, gallinas, gorriones, vuelan juntas o juntas caminan o navegan por el lago; juntas charlan, comen, duermen. Pero el pavo real vive sin nadie, lejos de los demás pavos reales, y con nadie se junta. A nadie mira el que nació para ser mirado y admirado.

Cuando llega la noche, el público se va. El pavo real vuela hacia la alta rama de algún árbol vacío, y se echa a dormir. Solo.

Entonces, grita.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año