Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 9 de junio de 2002
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Mundo
La política antiterrorista de Bush causa pánico en la mayoría de líderes mundiales, afirma

Impone EU al mundo un "gobierno nazi" e ignora a la ONU, acusa Castro

El pueblo estadunidense haría lo posible por impedir un régimen fascista en ese país, asegura

Ante más de 500 mil cubanos culpa a Washington por el avance de la ultraderecha en Europa

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 8 de junio. Ante una multitud calculada en más de medio millón de personas el presidente Fidel Castro acusó hoy a Estados Unidos de imponer al mundo un gobierno nazi e ignorar a la Organización de Naciones Unidas, y afirmó que la política antiterrorista del presidente George W. Bush tras el 11 de septiembre causó pánico y temor en la mayoría de los líderes mundiales.

El mandatario habló en la habitual Tribuna Abierta de la Revolución de los sábados, esta vez en Santiago de Cuba, en el extremo oriental del país, donde hizo un amplio repaso de la política estadunidense tras los atentados en Nueva York y Washington del año pasado, y usó imágenes para compararla con el ascenso del nazi-fascismo antes de la Segunda Guerra Mundial.

Su discurso fue el tercero consecutivo ante concentraciones masivas en tres semanas, una demostración de apoyo popular que responde a la hostilidad de la Casa Blanca, renovada por Bush el pasado 20 de mayo.

En el nuevo escenario mundial, Castro dio a entender que el conflicto de cuatro décadas con Estados Unidos es ahora más tenso: "Se trata de un enfrentamiento sin precedentes, en una nueva etapa de la historia, entre la fuerza de las ideas justas y las ideas genocidas de la fuerza bruta".

El gobernante anticipó que las organizaciones sociales cubanas acordarán este lunes una nueva forma de réplica y que otra más será decidida por la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento), pero de antemano re-chazó las demandas de Bush sobre cambios políticos en la isla.

"Puede verse en el dilema de rectificar, o intentar barrer a Cuba del mapa, lo cual no resulta demasiado fácil", afirmó.

Concepciones hitlerianas

Castro dijo que el pueblo estadunidense haría "casi imposible" que ese país sufriera un "régimen fascista", pero "son tales las facultades y prerrogativas de un presidente y tan inmensa la red de poder militar, económico y tecnológico de ese Estado que, de hecho, en virtud de circunstancias ajenas por completo a la voluntad del pueblo de Estados Unidos, el mundo está comenzando a ser regido por métodos y concepciones nazis".

"No está en mi ánimo exagerar ni dramatizar. Es muy real que la existencia y el papel de la Organización de Naciones Unidas están siendo cada vez más cuestionados e ignorados", añadió Castro, y se remontó al discurso de Bush del 20 de septiembre de 2001, cuando el jefe de la Casa Blanca lanzó la guerra al terrorismo y planteó al mundo el dilema de estar con él o contra él.

"Desconoció abiertamente las prerrogativas de Naciones Unidas y asumió, en virtud de su poderío militar, el papel de amo y gendarme del mundo", dijo Castro.

"Tales concepciones y métodos están reñidos con la idea de un orden mundial democrático, basado en normas y principios que ga-ranticen la seguridad y la paz a todos los pueblos", agregó.

En alusión a un clásico del marxismo, un giro ya poco frecuente en sus discursos públicos, el mandatario calificó ese momento co-mo "el dieciocho brumario de W. Bush" (por El 18 Brumario de Luis Bonaparte, obra de Carlos Marx, de 1852, en la que el pensador alemán describe el golpe de Estado en Francia del año anterior como "el gobierno desnudo de la espada sobre la sociedad").

Castro alertó sobre la reacción mundial ante el arrebato de Bush: "Los historiadores futuros deberán hacer constar cuál fue la reacción de los líderes políticos de la inmensa mayoría de los países. El pánico y el temor se apoderó de la mayoría de ellos".

En contraste, dijo que los cubanos han salido a las plazas públicas en un "colosal, aguerrido y sólido movimiento político, como con toda seguridad nunca antes un país tan pequeño tuvo la entereza y el valor de oponerse a tan poderoso adversario".

El líder cubano criticó el renovado armamentismo de Estados Unidos y aseguró que el pensamiento militarista de su actual gobierno ya había arraigado antes del 11 de septiembre.

Citó otro discurso del mandatario estadunidense, el de la semana pasada en la graduación de cadetes de West Point, donde Bush dijo que su país tiene que golpear en el exterior antes que esperar a que crezca la amenaza.

Culto al chovinismo

Fidel Castro dijo que el jefe de la Casa Blanca omitió ahí toda referencia a los derechos de los pueblos y las normas de convivencia internacional y puso el acento en las alianzas de poder y la guerra.

"Todo el discurso envuelto en una melosa exaltación al chovinismo, a la superioridad de la cultura, la gloria y el poder de su país. Los miserables insectos que habitan en 60 o más naciones del mundo, seleccionadas por él, sus íntimos colaboradores, y en el caso de Cuba por sus amigos de Miami, no importan para nada", añadió el mandatario, y subrayó que, en el caso de su país, Estados Unidos añade la falsa acusación de preparar armas biológicas.

"¿En qué se diferencian esta filosofía y estos métodos de la filosofía y los métodos nazis? ¿Por qué tantos gobiernos tiemblan y callan? No es casual que en varios países de Europa la derecha fascista incremente sus fuerzas", señaló Castro.

"Ante tanta cobardía, muchos pueblos del mundo pondrán sus mayores esperanzas en el propio pueblo estadunidense. Es el único que puede frenar y poner una camisa de fuerza a los fanáticos del poder, la arbitrariedad y la guerra", consideró el jefe de Estado cubano.

Castro aseguró que los ataques del 11 de septiembre beneficiaron al complejo militar-industrial; al gobierno de Bush ("a los que necesitaban un hecho que elevara su autoridad, cuestionada por el fraude electoral") y a "la mafia terrorista de Miami" (el anticastrismo radical).

Errores y complicidades

Descartó que alguien deliberadamente, pudiéndolo impedir, hu-biera permitido los atentados a las Torres Gemelas y al Pentágono, pero enumeró lo que a su juicio han sido errores de Bush al manejar la crisis:

Sembrar el pánico en el pueblo estadunidense, perder la serenidad, decidir precipitadamente, sin reflexionar sobre otras opciones quizá de amplio respaldo; declarar enemigos y terroristas a más de la mitad del Tercer Mundo, propiciar el aumento del fanatismo suicida, como en el "callejón sin salida visible" del Medio Oriente, y ocultar informes de inteligencia.

Respecto de su país, criticó de Bush que en su auditorio el 20 de mayo en Miami hayan estado "conocidos personajes que han organizado, dirigido y realizado miles de actos terroristas en Cuba y otros países; de ellos, varios cientos en el propio territorio de Estados Unidos" .

Agregó que la Fundación Na-cional Cubano Americana, uno de los principales grupos anticastristas de Florida, "durante muchos años y hasta el 11 de septiembre financió, organizó y divulgó in-contables acciones terroristas y planes de asesinato contra dirigentes cubanos".

Añadió el mandatario: "Hoy fi-nancia la defensa, protección e impunidad de los peores terroristas, en la espera de que la revolución sea destruida por Estados Unidos... tal intimidad con esos terroristas priva al señor Bush de toda autoridad moral y lo descalifica para dirigir la lucha mundial contra el terrorismo".

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