Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 30 de mayo de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  La Jornada de Oriente
  Correo Electrónico
  Busquedas
  >

Política

ASTILLERO

Julio Hernández López

DIFICILMENTE PODRIA haberse fabricado Andrés Manuel López Obrador un adversario más a modo para lucirse. El sindicalismo depredador de corte priísta que pretendió doblegarlo mediante un paro mal disfrazado de "asamblea informativa" de tres días, no tenía de su lado ni la legalidad ni la legitimidad, sino un primitivo esquema de chantaje que de inmediato fue percibido por la población capitalina, que acabó apoyando en lo general la postura del virtual precandidato presidencial perredista. El sacrificado líder proletario que con un sueldo de 5 mil pesos mensuales puede tener casa en el Pedregal de la ciudad de México, según nota publicada ayer en La Jornada por Elia Baltazar, resultó menos exitoso para pelear contra el pejelagarto hecho gobierno que su homónimo boxeador, aquel José Medel, apodado el Huitlacoche, que podía perder, pero cuando menos daba honestas y enjundiosas batallas.

MUCHO MENOS FACIL LE resulta al político tabasqueño ganar algunos centímetros de credibilidad en cuanto a sus tesis estadísticas de que el flujo delictivo chilango va en disminución. A contracorriente de la percepción popular, AMLO ha sufrido para que sus datos oficiales sean asumidos como verdades públicas. A ese talón de Aquiles (no Magaña, aquel líder de trabajadores de limpia al que López Obrador llegó a traer al Zócalo capitalino en son de escandalosa protesta en años de activismos ahora olvidados) ha disparado afinados dardos el Presidente de México, con base en unos sospechosos estudios de opinión ordenados por un tal Instituto Ciudadano de Estudios sobre Inseguridad (ICES) con los que ha reaparecido en escena Luis de la Barreda, quien como ombudsman capitalino fue ganando acusaciones de servir como instrumento de Los Pinos zedillistas contra gobiernos capitalinos del PRD. Apoyado en ese servicio paraestatal de estudios sobre la inseguridad, el presidente Fox ha vuelto a poner limón sobre la herida que siempre hace a Andrés Manuel respingar, por más treguas acordadas que tenga con el hombre de las botas. Ayer, retomando el lenguaje con que el ex gobernador guanajuatense refutó en el pasado sentencias judiciales electorales que no le favorecían, AMLO dijo que tales estudios de opinión, en los que el Distrito Federal aparecía como el sitio más peligroso del país, eran "marranadas".

NO ES EL DEL EX ombudsman De la Barreda el único caso de alguien que al poco tiempo de ejercer funciones que reclaman independencia, y capacidad combativa contra el poder, acabe sirviéndole a dicho poder en terrenos por donde antes caminó con aires de libertad. Allí está Juan Molinar Horcasitas, quien fue notable consejero ciudadanizado del Instituto Federal Electoral y que ahora despacha en Bucareli como subsecretario de Gobernación, lo que le hace dar apariencias ingratas como la conocida el jueves pasado, cuando acompañó a Los Pinos, a reunirse con el Presidente, al financiero en entredicho de los Amigos de Fox, el triangulador de recursos extranjeros, Lino Korrodi, a quien investiga justamente el propio IFE y cuyos entretelones de condenas y salvaciones bien conoce el ahora subsecretario Molinar Horcasitas.

EL JEFE DE TAL SUBSECRETARIO, por cierto, acaba de ser mencionado por Juan Sánchez Navarro, el llamado ideólogo de los empresarios, como aspirante natural a suceder al actual titular del Poder Ejecutivo federal. Tan prematuro destape (para usar la terminología usada durante el priísmo) de Santiago Creel, daña en primer lugar la imagen de su propio jefe, a quien nada agradable debe parecerle que ya haya personajes con urgencia de ir pensando en relevos para los que faltan más de cuatro años. El segundo golpeado por la declaración de extremo futurismo político del longevo empresario cervecero es el propio Creel, pues se ha dado justamente cuando arrecian al interior del gabinete foxista las pugnas entre tribus de una de las cuales el también ex consejero ciudadanizado del IFE aparece como uno de los jefes. Uno de esos bandos, el del canciller que toma en sus noches de descanso una copa de vino australiano (del tamaño de la Jules Rimet, dicen algunos maldosos ciberlectores a este tecleador) menciona en confidencias de la corte, con insistencia, pero sobre todo con encono, a Creel como un funcionario que no está alineado en la misma frecuencia que esos tutores en jefe le han marcado a la figura presidencial. De esos fragores internos ha salido la especie de que en Los Pinos hay poco afecto político para lo que va haciendo el hombre de Bucareli e incluso se ha llegado a correr la versión de que el Presidente y el canciller poco o nada hablarían con el secretario de Gobernación fuera de los protocolos y convenciones más necesarias.

LA FIEBRE FUTBOLERA, mientras tanto, va ganando espacio por doquier. El mismísimo presidente Fox ha hecho saber en un programa de Tv Azteca que en su juventud jugó de defensa pero que dejó de hacerlo porque "me hacían muchos túneles". La confesión, como ha quedado dicho, se refería a asuntos balompédicos y a tiempos pasados.

ASTILLAS: EL VOCERO DEL canciller ataca de nuevo. Ahora ha enviado una desconsolada carta a la que agrega una constancia que Aviacsa expidió, "a petición del pasajero Jorge Castañeda", para probar que éste sí viajó en el avión en el que dice que viajó. La susodicha constancia tiene fecha del 27 del presente mes, cuando esta columna paparazzo todavía no publicaba nada sobre cenas caribeñas. Es decir, el lunes, apenas unas horas después de haber llegado en un vuelo de la poco elegante línea mencionada (habiendo vuelos de Mexicana y de Aeroméxico a horas muy cercanas a las escogidas en Aviacsa), el canciller se dedicó, en tiempo laborable, a gestionar una carta justificatoria para lo que hasta ese momento sólo habían publicado algunos menospreciables diarios "locales". Tan importante documento, sin embargo, fue omitido por el vocero del desconsuelo en su primera entrega de presuntas pruebas de descargo y ahora, hasta una segunda emisión, la ha esgrimido con sentido cronológico desfasado... Esta columna quiere enviar un especial saludo a Maxime Woodside, con afecto y reconocimiento. Así, nada más.

Fax: 55 45 04 73 [email protected]

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año